A imprenta y tírese. 80 años de la editorial CSIC | José María López Sánchez e Aba Fernández Gallego
La Editorial CSIC celebra su 75º aniversario | Imagens: CSIC
El segundo número de la flamante colección “Historia del CSIC” de la editorial del Consejo es un voluminoso libro editado en tapa dura que aborda, en esta ocasión, no tanto la historia administrativa e institucional del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) (que también), sino, más concretamente, la historia de su Oficina o Departamento de Publicaciones. En otras palabras, el lector o lectora que se acerque a este libro encontrará en él una exhaustiva historia -fundamentada, principalmente, en un intenso y riguroso trabajo de investigación en fondos archivísticos- de los orígenes y el desarrollo de lo que hoy es la Editorial CSIC.
Una historia, por tanto, que hunde sus raíces necesariamente en los albores de la dictadura del general Francisco Franco (1892-1975) y en las entrañas del arbor scientiae del CSIC, la “joya de la corona” -dirán los autores- del ministro José Ibáñez Martín (1896-1969), su fundador y primer presidente. Así, navegando entre órdenes ministeriales, informes y demás documentos oficiales, los lectores conocerán cómo al tiempo que se articulaba normativamente al Consejo se creaba también, en abril de 1940, el cargo de Vicesecretario General del CSIC que ocuparía Alfredo Sánchez Bella (1916-1999). Él será el principal encargado de dar forma al embrión de la Oficina de Publicaciones del CSIC gestada entonces, paradójicamente, a partir del depósito de publicaciones de la extinta Junta para Ampliación de Estudios (JAE) y de los contratos de edición recibidos del Instituto de España. No obstante, pronto se pondría en funcionamiento un verdadero servicio editorial propio que encontró en la figura de Rafael de Balbín Lucas (1910-1978) al hombre que orientaría su política de publicaciones durante más de treinta años.
Una falta acuciante de medios económicos, profesionales y materiales que será una constante en el relato de su tiempo, ese al que nos acercan los autores reproduciendo directamente fragmentos extensos de documentos administrativos, de decretos e informes con los que ansían así “dejar hablar, en la medida de lo posible, a los protagonistas de la época”. Herederos de esta forma de hacer historia, alejada de disquisiciones teóricas y disputas metodológicas, su libro gana, en cambio, en erudición y en profusión de datos de toda índole -desde presupuestos y cuentas, tarifas por traducción y derechos de autor, contratos de colaboración y presencia internacional de libros en ferias internacionales hasta costes de obras de instalación de alumbrado y reparación del alcantarillado del propio edificio de la Sección de Publicaciones- haciendo de él una obra de consulta inexcusable para conocer todos y cada uno de los pormenores del principal brazo editorial de la ciencia franquista. Pero no sólo de entonces, también después de la muerte de Franco, cuando se produzcan, por ejemplo, tanto el cese del propio Rafael de Balbín Lucas y la disolución de la Vicesecretaría de Publicaciones como la puesta en marcha del nuevo Centro Nacional de Información y Documentación (CENIDOC), entre cuyas atribuciones figuraba también la coordinación de las publicaciones del CSIC.
Un tiempo, como sabemos, de cambios y de transición en España -tanto a nivel científico como, claro está, a nivel político- que afectará también de lleno al organigrama del Consejo: si en 1977 se decretaba la disolución de los organismos autónomos y de los patronatos del CSIC, a comienzos de los años ochenta el Servicio de Publicaciones también se había reagrupado ya en el edificio de Vitruvio y en la persona de José María Sistiaga (1927-2019), jefe de toda la administración de publicaciones del Consejo. Sin embargo, si José María Sistiaga creyó, como sugieren los autores, “que podía llegar a ser un nuevo Rafael de Balbín”, es porque no conocía la alternancia política que la democracia traería consigo: la jefatura de publicaciones conocería así, en lo sucesivo, muchos cambios al frente (Jaume Josa (1945-2012), Manuel Pérez Ledesma (1944-2018), Alberto Sánchez Álvarez-Insúa (1942-2011), Luis Alberto de Cuenca, Emilio Fernández-Galiano Ardanaz, Wilfredo Rincón García, Miguel Ángel Puig-Samper) relatados en el libro, hasta el año 2013, a partir de valiosas entrevistas a varios de estos directores o de sus colaboradores más estrechos, como en el caso de Teodoro Sacristán (1950-2020). No en vano, fue con Miguel Ángel Puig-Samper cuando la que fuera denominada como Oficina, Servicio o Departamento de Publicaciones pasara entonces a convertirse en la Editorial CSIC, un sello señero que aún hoy, contando ya con más de ochenta años de historia a sus espaldas, sigue afrontando nuevos retos tanto a nivel de gestión y administración como de política editorial. Y lo hace además con fuerzas renovadas; esas que, desde 2019, le insufla infatigablemente Pura Fernández, su nueva directora y la primera mujer en ostentar dicho cargo en la casa. Como se suele decir, nunca es tarde si la dicha es buena.
Resenhista
Fernando García Naharro – Europa-Universität Flensburg. E-mail: fernando.garcia-naharro@uni-flensburg.de
Referências desta resenha
LÓPEZ SÁNCHEZ, José María; FERNÁNDEZ GALLEGO, Alba. A imprenta y tírese. 80 años de la editorial CSIC. Madrid, CSIC, 2021, 748 p. Resenha de GARCÍA HAHARRO, Fernando. Asclepio. Revista de Historia de la Medicina y de la Ciencia. Madrid, v.74, n.1, , p600, enero-junio 2022. Acessar publicação original