Historia Ambiental/Ciencia Nueva. Revista de Historia y Política/2022

En 1989, Augusto Ángel Maya1 , uno de los pioneros de los estudios ambientales en Colombia, advertía sobre el retardo del método histórico para dejarse interrogar por la problemática ambiental. Al abogar por la «necesidad de una historia ambiental» criticaba que la vieja racionalidad desligaba el acontecer social de sus entornos naturales, y que el paisaje significa la raíz explicativa de la actividad social y simbólica. Desde entonces, sus reflexiones se han transformado en tierra fértil para una disciplina que sin mayores aspavientos ha venido labrando un nuevo escenario de estudios y reflexiones sobre las relaciones críticas pasado– presente–futuro en el contexto de unas condiciones socioambientales cada vez más apremiantes para la humanidad y en especial para los sectores más vulnerables de la sociedad.

Este dossier se inscribe justamente como respuesta a las demandas y reclamos de Ángel Maya, en la medida en que presenta a los lectores los resultados de investigaciones en el campo de la historia ambiental, desde el punto de vista temático y metodológico. Es una prueba de que la acogida de la historia ambiental no es una moda ni un capricho aupado por las amenazas del cambio climático o del covid–19. Por el contrario, hoy la historia ambiental tiene un lugar cada vez más asertivo en medio de las nuevas historiografías que irrumpen en el ámbito académico y ciudadano, como acicate de las desventuras del progreso, los conflictos y las enseñanzas de generaciones pretéritas. No solo se trata de la «narrativa que emerge de la naturaleza vencida», como afirma uno de los autores, es también la posibilidad de traer al presente los arreglos que distintas sociedades pactaron para sobrevivir.

En Latinoamérica las investigaciones en historia ambiental han tenido un crecimiento sostenido después de dos o tres décadas transcurridas desde la publicación de los primeros trabajos autoidentificados en este campo, sin contar los años precedentes en los cuales se buscaba reconstruir las relaciones sociedad-naturaleza en perspectiva histórica sin el apellido ambiental2 . Tanto los simposios de la Sociedad Latinoamericana y Caribeña de Historia Ambiental –SOLCHA– como otros eventos académicos especializados en Historia, reúnen cada vez a más investigadores que han superado la visión de la naturaleza no humana solo como escenario para convertirla en protagonista del devenir de las sociedades. Las delimitaciones espaciales son progresivamente más novedosas o amplias; mientras que, en el marco de las reflexiones en torno al Antropoceno o al Capitaloceno y la evidencia del cambio ambiental global, las temporalidades que captan el mayor interés corresponden a los dos últimos siglos. Este dossier no es la excepción en esa tendencia. Tanto en los artículos que aquí se publican como aquellos que no superaron alguna de las etapas para su publicación predomina la perspectiva local y regional, en territorios que en su mayoría pertenecen a México, Colombia, Argentina y Bolivia, y la preocupación por los siglos XIX y XX.

Para la Línea de Investigación en Historia Ambiental de la Maestría en Historia de la Universidad Tecnológica de Pereira, este dossier constituye la culminación de una primera etapa de esfuerzos dirigidos a ver con otros ojos el pasado de los procesos asociados a los cambios sociales y ambientales, y la forma de estudiarlos para suscitar nuevas reflexiones historiográficas que no se queden en la evocación idílica, sino en la interpretación critica de los acontecimientos con miras a establecer nuevas perspectivas que permitan a los tomadores de decisiones, incluida la ciudadanía, tener en cuenta estas variables en la construcción y destrucción de los territorios de los que hacemos parte.

En Los dragones y los ríos: los viajeros latinoamericanos China «Roja» se pone en entredicho la capacidad cultural del pueblo chino de acometer proyectos monumentales, sin apelar al contexto político anticolonial que movilizó revoluciones como la China de Mao. Resultará atractivo y provocador para los lectores la tesis según la cual el voluntarismo chino fue clave en la modificación del paisaje. Es más, se considera que la relación entre las revoluciones y el paisaje está mediada por un «acto ideológico». La narrativa épica de «domar» ríos se inscribe en la perspectiva deslumbrante de los escritores, que desde 1950 a 1970 le contaron al mundo lo que estaba sucediendo en ese país asiático; nuestro Manuel Zapata Olivella fue uno de ellos. El texto subraya, siguiendo a Claudia Leal y Stefania Gallini, que los diarios de viajes se constituyen en una fuente extraordinaria para quienes deseen incursionar en la historia ambiental, en la medida en que, como dice Jaime Ortega, autor del artículo, en esas notas se registran los rasgos a través de los cuales se da cuenta de las dinámicas y cambios experimentados por las sociedades en su afán de progresar, intentando controlar «las fuerzas de la naturaleza».

En los tiempos pandémicos experimentados por la humanidad durante los últimos dos años, el artículo Aguas pútridas son saludables. Ambiente y epidemia en el Buenos Aires del siglo XIX viene como anillo al dedo con la reflexión historiográfica sobre las lecciones dejadas por la epidemia de 1871 en Buenos Aires. Más allá del cúmulo de evidencias expuestas por Lucas Guiastrennec, el texto sugiere otros aspectos ocultos en estos casos como la «reconfiguración espacial que sufrió la ciudad durante la peste» y las condiciones meteorológicas antes y después del desastre. Ambos aspectos sugieren una perspectiva temática y metodológica en la que los historiadores ambientales incursionan para identificar causalidades y contextos que condicionan acontecimientos como el analizado.

Memorias, tesis médicas, folletos, prensa gráfica y documentos oficiales, como decretos municipales, dejan en evidencia el repertorio de fuentes de las que se vale el investigador para caracterizar y analizar un fenómeno más allá de lo estrictamente sanitario. ¿En dónde aparece lo ambiental entonces? En el putrefacto Riachuelo. En la carga contaminante de una ciudad que demográficamente experimentó un vertiginoso crecimiento demográfico después de la segunda mitad del siglo XIX. Un detalle: el papel de los conventillos. Habitáculos donde se hacinaron los migrantes en medio de la escasez de agua potable y aire limpio. El Riachuelo y los pozos sépticos se convirtieron en los principales focos de la infección, en el marco de «una ciudad poco oxigenada desde su nacimiento», mientras que «su diagramación era un atentado contra la salud pública».

En Una aproximación histórica urbana y ambiental del paseo Bravo en la ciudad de Puebla a principios del siglo XIX y finales del XX encontramos un análisis depurado de las implicaciones ambientales de la producción social del espacio en el marco de la historia urbana desde una perspectiva ambiental, si se quiere. Una producción que se remonta a la influencia europea en América colonial. Parques, paseos y alamedas no solo expusieron las sociabilidades urbanas de entonces, sino que también prestaron «servicios ambientales» a una población; encontraron allí un nuevo modo de vivir en medio de las desigualdades y la diversidad ecológica.

El caso de Puebla, México, es emblemático porque con el transcurrir del tiempo los viejos terraplenes se convirtieron en «parques de convivencia de todos los grupos urbanos», planteando una dimensión política de la historia ambiental asociada a los espacios públicos, como se insinuó a comienzos del siglo pasado. En ese sentido el artículo describe minuciosamente el devenir de los equipamientos urbanos en los que se destaca el disfrute como principal preocupación de las autoridades locales. Los paseos, mediados por el río San Francisco, se inscribieron bajo los procesos de planeación y con un propósito común olvidado hoy en muchas ciudades de Colombia: «ornamentar y sanear la ciudad». Las evidencias y demás detalles expuestos por Natalia de Gortari, la autora, demuestran que la frontera de la historia ambiental aún está por colonizarse; enseñan un camino metodológico de cómo hacerla desde una perspectiva interdisciplinaria.

La lucha por el agua en medio del desierto ha sido una epopeya de la cual sabemos poco. En el artículo Oportunidad y mantenimiento del recurso agua en la provincia de Atacama (Bolivia, 1825-1879), Kathya Jemio Arnez hace un esfuerzo por traernos la tarea hazañosa de una sociedad resistente a las duras condiciones ambientales para la supervivencia humana. La rica descripción del proceso nos sumerge en una historia de penurias y proezas para la sobrevivencia de la comunidad. El coloniaje ambiental en torno al agua dulce deja ver una historia que expone la forma como una sociedad se organiza y moviliza para resolver un problema de vida o muerte.

Los esfuerzos por superar la escasez de agua dulce en una provincia boliviana no solo se circunscriben a la zona de estudio, sino que se comprenden en un contexto mayor de planes hidráulicos que se extendió por varias de las jóvenes repúblicas latinoamericanas, bien fuera para paliar la sed o para drenar terrenos y, al final de cuentas, impulsar actividades como la agricultura o la minería. La autora no se limita por el aspecto material que suele ser abordado en los estudios sobre domesticación del agua, sino que explora los aspectos normativos y los consensos necesarios para que los esfuerzos de abastecimiento dieran fruto.

La vida oculta de los derechos de propiedad sobre la tierra ha sido el común denominador de una de las disputas más sangrientas que haya experimentado una sociedad como la colombiana. El caso de La Bella, al oriente de la ciudad de Pereira, Departamento de Risaralda en Colombia es un ejemplo de esas historias en las que se entrelaza lo social y lo ambiental, a partir de las voces campesinas. La lucha por la tierra también ha estado atada a la supervivencia de las economías campesinas en tensión permanente con las economías de plantación, al menos en el último medio siglo.

Un problema que pretende explorar el artículo Tenencia y lucha por la tierra en la parte alta de La Bella. De la agricultura tradicional al monocultivo de cebolla larga. Pereira 1970-1980 de Elsa Villegas. Tiene que ver con los enfoques de la historia rural que poco o nada han planteado la dimensión ambiental desde una perspectiva social. En tal sentido el artículo, a partir de un examen de fuentes, incluidas las orales, busca plantear el proceso de las disputas agrarias entre campesinos, hacendados y el Estado, bajo la lupa de las transformaciones socioecológicas en este territorio, en el contexto de la economía-mundo, y su grado de influencia a escala local. Para los estudiosos de esta temática, la autora demuestra que detrás del pasado ambiental fluye un conjuro de actores, pugnacidades, redes y conflictos que en suma dejar ver su grado de complejidad.

Esperamos que los lectores encuentren en los textos aportes adicionales a los que aquí señalamos de forma introductoria y, sobre todo, que los resultados que presentan los autores generen nuevas preguntas de investigación dentro de este campo ambiental en expansión.


Notas

1 Historia y medio ambiente, «Memorias del seminario ciencias sociales y medio ambiente» (Universidad Nacional de Colombia, Ministerio de Educación Nacional, ICFES, Bogotá, 19 de julio 1989), 45-68.

2 Al respecto pueden consultarse tres balances recientes: Stefania Gallini, «¿Qué hay de histórico en la Historiografía ambiental en América Latina?», Historia y Memoria (especial) (2020): 179-233, https://doi. org/10.19053/20275137.nespecial.2020.11586. Vladimir Sánchez y Jacob Blanc, «La historia ambiental latinoamericana: cambios y permanencias de un campo en crecimiento», Historia Crítica 74 (2019): 3-18, https:// doi.org/10.7440/histcrit74.2019.01. Claudia Leal, «Aguzar La mirada colectiva, el gran desafío de la historia ambiental latinoamericana», Historia y Sociedad, n.o 36 (2019): 243-68.


Organizadores

Katherinne Giselle Mora Pacheco – Magister en Medio Ambiente y Desarrollo y doctora en Historia por la Universidad Nacional de Colombia. Profesora asistente de la Escuela de Ciencias Sociales y la Maestría y Doctorado en Historia de la Universidad Pesagógica y Tecnológica de Colombia. E-mail: katherinne.mora@uptc.edu.co https://orcid.org/0000-0001-8483-3728

Carlos Alfonso Victoria Mena – Magister en Historia, profesor de la Facultad de Ciencias Ambientales y coordinador de la línea de investigación en Historia Ambiental de la Maestría en Historia, Universidad Tecnológica de Pereira. E-mail: cvictoria@utp.edu.co https://orcid.org/0000-0001-5892-8766


Referências desta apresentação

PACHECO, Katherinne Giselle Mora; MENA, Carlos Alfonso Victoria. Presentación. Ciencia Nueva. Revista de Historia y Política, v. 6, n. 1, p. 70- 74, ene./jun. 2022. Acessar publicação original [DR/JF]

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