Desarrollo non sancto: la religión como actor emergente en el debate global sobre el futuro del planeta | Adrián E. Beling, Julien Vanhulst
La presente es una reseña del libro titulado “Desarrollo Non Sancto: la religión como actor emergente en el debate global sobre el futuro del planeta” coordinado por Adrián E. Beling y Julien Vanhulst. Esta obra fue editada en la Ciudad de México por Siglo XXI en el año 2019 y tuvimos el agrado de participar en su presentación en la ciudad de Mendoza y compartir con uno de los coordinadores.
El libro toma como punto de partida los debates más disruptivos planteados en la Carta Encíclica Laudato Sí sobre el cuidado de la Casa Común publicada el 24 de mayo de 2015 por el Papa Francisco. La misma, de amplia repercusión en el mundo académico, político, de los movimientos populares y ambientales y pueblos originarios, pone en discusión el concepto de desarrollo que los autores califican como non sancto. A partir de un intento de deconstruirlo, dan cuenta de sus aristas apropiativas y dominantes de la naturaleza, temática privilegiada de esta reseña. En su mayoría latinoamericanos, los autores evidencian un profundo conocimiento del acervo filosófico crítico de la modernidad europea: Friedrich Nietzsche, Sigmund Freud, la Escuela de Frankfurt, Martin Heidegger, entre otros, pero también de la filosofía latinoamericana así como de filosofías orientales.
El libro cuenta en su estructura con dos prólogos de intelectuales reconocidos como Leonardo Boff y Wolfgang Sachs, quienes enfatizan la importancia de insertar las religiones en las discusiones globales sobre la vida en el planeta y constituirnos como “sociedades capaces de futuro”. Una introducción de los autores pertinente del contexto social, académico y político estructurante del libro.
El cuerpo central del escrito se articula en tres partes: la primera parte está compuesta por textos de Enrique Leff, Miriam Lang, Arturo Escobar, Eduardo Gudynas, Guillermo Castro Herrera, Tatiana Roa Avendaño y Juan Carlos Scannone, los cuales contribuyen a las discusiones teóricas introduciendo los enfoques y discusiones de la Ecología Integral, la justicia social y la crisis civilizatoria.
Su segunda parte, intitulada: “Las sinergias con otros discursos de transición”, se compone de los textos de Ulrich Brand, María Luisa Eschenhagen, Alberto Acosta y otros que participaron anteriormente. En esta sección se da lugar a otros discursos que están en una tensión filosófica más profunda con el “modo de vida imperial” (concepto acuñado por Ulrich Brand y su co-autor Markus Wissen) y la modernización ecológica, a la vez que incorporan al debate el Acuerdo de París y Los Objetivos del Desarrollo Sostenible.
Finalmente, en su tercera parte, “La religión como agente de transformación socioecológica. Actualidad, perspectivas y alianzas”, escriben Pirmin Spiegel, Raúl González Meyer, Daniela Escalona Thomas y Marilú Trautmann, entre otros mencionados en las partes anteriores. La obra reconoce que el rol de las religiones, en esta segunda gran transformación polanyiana, es ser socias estratégicas y “player” centrales por su notable potencial moral. “Son parte de la sociedad civil y no en primera instancia, y menos aun necesariamente, las encargadas de la función directiva. Son “socias” en los diálogos más diversos, en las alianzas más disímiles y, no menos importante, socias de una esperanza imbatible” (p. 266). Ellas aportan sapiencia, conocimiento, mística y un relato esperanzador, que para algunas perspectivas científicas podría resultar irrelevante o normativo, más cercano a la órbita del deber ser y separada del estricto conocimiento científico.
Sumar a las religiones al trabajo por la modificación de los patrones de uso y consumo del modo de vida imperial no es un mero desafío de la voluntad y el consenso, como claramente lo demuestra la obra; implica cuestionar epistemológicamente el rol atribuido a las mismas por el paradigma cientificista dominante, “enfatizando las limitaciones de un pluralismo epistémico definido dentro de un marco liberal de mera tolerancia recíproca entre diversas posturas axiológicas.” (p. 311) Los autores cuestionan la posibilidad de un pluralismo epistémico en una sociedad neoliberal que impone un corsé moderno que desestima otras formas de racionalidad. La modernidad nos exigió abrirnos hacia cierta pluralidad democrática (sean minorías étnicas, de género, etc.) pero la religión aún está bajo sospecha, por lo cual, hay un desafío epistemológico para incorporar las religiones a las nuevas construcciones de conocimiento y sapiencia que exige el momento.
Como contribución final en la estructura del libro, el epílogo del escrito aborda la necesidad de trascender un desarrollo non sancto, que promueve expectativas no sólo imposibles sino también ecocidas (y suicidas), hacia una ecología integral que no sólo considere las condiciones ecológicas sino que también cuestione la lógica subyacente en la cultura actual, configurando, quizás, nuevos escenarios pluralistas (post)seculares.
El propósito de los coordinadores del libro es promover la idea de que los desafíos socioambientales actuales requieren algo más que respuestas técnicas, jurídicas y políticas, ya que advierten una necesidad de dar respuestas existenciales más amplias, tanto individuales como colectivas. Y en este sentido, el pensamiento religioso puede contribuir a un diálogo cultural global sobre la relación entre la humanidad y su entorno natural. Plantean la necesidad de una “Gran Transformación” socioecológica de nuestro mundo que sea capaz de cuestionar el “Modo de Vida Imperial”, entendiéndolo como una forma de vivir, producir y consumir “inherentemente no generalizable” que consolida modelos aspiracionales de consumo subjetivos insustentables no solo en los países del norte sino también en las clases altas y medias de los llamados países emergentes del Sur. “Las políticas ambientales a nivel global y local parecen atrapadas en el mismo dilema: se pretende, por un lado, gestionar la crisis y, simultáneamente, garantizar la continuidad de la sociedad capitalista de consumo y la universalización del modo de vida imperial” (Beling & Vanhulst, 2019:24), sosteniendo así el statu quo. Esto es particularmente evidente en los permanentes intentos, no siempre exitosos pero si ubicuos, de instalar las preocupaciones ecológicas dentro del marco de la acotada racionalidad económica vigente. Desde nuestra perspectiva, se trata de insertar el debate en los marcos categoriales de la teoría económica neoclásica. En este sentido, la llamada Modernización Ecológica es el “repertorio de respuestas, que no cuestionan las matrices institucionales y socioculturales de las sociedades capitalistas de consumo” (Id., 24), sino que, por el contrario, proponen ajustes no estructurales para abordar los problemas ambientales. De este modo, entendemos que el eje crítico central del escrito gira en torno a esa visión instrumental del mundo concebida a partir de “una caja de herramientas estadísticas gestionada por expertos” (Id., 25) que define jerarquías de mundos en términos supuestamente objetivos y bajo la égida de una administración basada en presupuestos presuntamente neutrales y de índole contable.
También es objeto del libro, la disyunción de los años 70 en el seno mismo del discurso del desarrollo; por un lado la que se enfoca en el crecimiento económico y, por el otro, aquella que enfatiza que el crecimiento por sí mismo no se traduce en mayor bienestar social. Con el objeto de evidenciar esto, los coordinadores piden a algunos autores que vinculen la encíclica a la luz de los documentos del PNUD (Programa de Naciones Unidas para el desarrollo), el PNUMA (Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente) y, más generalmente, los de la llamada “cooperación para el desarrollo”.
En el marco de este eje crítico central, los autores plantean la importancia del debate con foco en la región Latinoamericana en dos razones: “la fertilidad del pensamiento ambiental y la ecología política latinoamericanas, que encuentran expresión en la singular envergadura y alcance sociopolítico de los movimientos socioecológicos en la región como portadores de “discursos de transición” (Beling, 2019: 24); y la fuerte influencia de las religiones en la región que llevó al papa Juan Pablo II a definirla como el “continente de la esperanza”.
Resaltamos la pertinencia de las razones expuestas porque la región fue fuertemente marcada por la violenta experiencia de la conquista, y posteriormente, por su lugar subordinado en la división internacional del trabajo y de la naturaleza. No en vano América Latina es la cuna de la Teología de la Liberación, tradición teológica que incorpora herramientas del campo socio-político, y en particular de la Teología del Pueblo, donde hunde sus raíces la encíclica del Papa Francisco. Esta rica tradición de movimientos populares y sociales puede contribuir a descentrar al Estado como actor único de la redistribución y dar lugar a las dinámicas sociales que apuestan por la reapropiación y reconstrucción desde un lugar horizontal, plural y fuertemente anclado en las dinámicas socio-territoriales que garantizan no sólo su persistencia sino también su expansión en el espacio.
Por su parte, Miriam Lang nos recuerda que 65 millones de personas son desplazadas en el mundo de forma forzada. “Nunca antes la apropiación destructora de las condiciones materiales para la reproducción de la vida ha sido tan intensa y acelerada como hoy” (Lang, en Beling & Vanhulst, 2019: 79). En coincidencia con lo planteado en la obra, entendemos que el voraz apetito de energía necesario para sostener el paradigma de crecimiento económico y el consecuente modo de vida capitalista genera desplazados y evidencia una verdadera Crisis Civilizatoria, a partir de la cual se puede dimensionar la urgente necesidad de “incorporar la diversidad y multiplicidad de culturas, de forma de conocer, pensar y vivir, dentro del conjunto de las redes de la vida”, de las que este desarrollo hace caso omiso. El desarrollo non sancto, ése que no puede cumplir sus promesas de ingreso masivo al “primer mundo” porque se contradice con las leyes más elementales de la física y del propio modelo de acumulación capitalista, se basa en una triada Desarrollo- Crecimiento- Progreso fuertemente atravesada por el patrón de poder colonial que ejerce un dominio inusitado sobres los cuerpos humanos y no humanos.
Tras considerar el itinerario propuesto por las y los múltiples autores, entendemos que el libro plantea un abordaje crítico complejo y deconstructivo del decurso histórico del capitalismo y la crisis civilizatoria en la que nos encontramos. Las ideas fuerza que quedan luego de su lectura están muy ligadas no sólo a la crítica marxista que asocia la problemática ambiental a la necesidad de externalización de costos y acumulación incesante para sostener el capitalismo, sino que también esta se vincula a una civilización tecnocientífica que subsume las complejidades bajo el dominio de una técnica instrumental, homogeneizante y dominante. Aunque dividido en tres grandes partes, es evidente el hilo conductor y el lugar de diálogo propuesto para las religiones en el marco de crisis civilizatoria cuyas complejas implicancias apenas alcanzamos a vislumbrar y para cuya aprehensión debemos flexibilizar nuestros actuales marcos categoriales.
Es presente es producto de un trabajo colaborativo entre autores. Por lo tanto, el orden de exposición de autores no obedece a orden jerárquico alguno en relación a la importancia de cada uno en la elaboración del trabajo. Se realizó en el marco de las filiaciones institucionales de los autores y los proyectos de investigación de la Secretaría de Investigación, Internacionales y Posgrado de la Universidad Nacional de Cuyo.
Resenhistas
Emilia Elisa Molina – Becaria doctoral del Instituto de Ciencias Humanas, Sociales y Ambientales del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas; y docente de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Nacional de Cuyo. E-mail: molinaemilia@gmail.com
Jorge Daniel Ivars – Investigador en el Instituto de Ciencias Humanas, Sociales y Ambientales del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas; y docente de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Nacional de Cuyo. E-mail: jorgedanielivars@gmail.com
Alberto Cesar Molina – Investigador y docente de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Nacional de Cuyo, director del Centro de Estudios y Desarrollo de Políticas Públicas INTEGRAR. E-mail: albertocmolina@gmail.com
Referências desta Resenha
BELING, Adrián E.; VANHULST, Julien (Coords.). Desarrollo non sancto: la religión como actor emergente en el debate global sobre el futuro del planeta. Ciudad de México: Siglo XXI, 2019. Resenha de: MOLINA, Emilia Elisa; IVARS, Jorge Daniel; MOLINA, Alberto Cesar. Estudios de Filosofía Práctica e Historia de las Ideas, v. 22, p. 1-5, 2020. Acessar publicação original [DR/JF]