Un otoño que perduró en la memoria. La pandemia de influenza de 1918 en la ciudad de Puebla | Miguel Ángel Cuenya Mateos, José Ramón Eguibar Cuenca

La pandemia de SARS-COV-2 de 2020 fue inesperada a nivel global, pues no se había visto una enfermedad de esta magnitud en más de una centuria, después de la llamada “gripe española” de 1918, pues si bien hubo otras pandemias en el siglo XX, ninguna de estas llegó a tener el impacto social, cultural y económico que tuvo esta última. Después del 2020, la pandemia de influenza H1N1 de 2009, quedó muy lejos de ser una preocupación como la que se vivió a partir de ese año. Amén de lo anterior, la comunidad científica de diversas áreas ha estudiado el comportamiento de las pandemias desde diversos enfoques. En el área de la investigación histórica la mayoría de estos trabajos se enfocaron en enfermedades epidémicas y pandémicas de los siglos XVI al XIX. Respecto a la pandemia de 1918, Leticia Gamboa Ojeda abordó su estudio para el caso de la ciudad de Puebla en 1991, estas indagatorias continuaron en los siguientes años de la mano de otros autores incluido Miguel Ángel Cuenya, pero a partir del contexto de la presente pandemia el propio Cuenya y Ramón Eguibar le han dado una nueva interpretación y enfoque, relacionando lo médico con lo histórico en el panorama de la primera mitad del siglo XX.

La pandemia de 1918, llamada popularmente “gripe española” fue la más mortífera del siglo pasado, se estima que murieron entre 50 y 100 millones de personas en el mundo. A pesar de su rápida propagación en unos cuantos meses, la primera guerra mundial la opacó totalmente como noticia mundial, el interés se centró en las noticias relacionadas con el avance y fin del conflicto bélico. Aunque el nombre de gripe española nos daría a entender que el origen de esta enfermedad se dio en el país ibérico, la verdad es que hasta el día de hoy se desconoce dónde surgió el virus de la influenza A H1N1 que ocasionó esa pandemia. El nombre con el que popularmente se conoce, se debe a que dicho país fue neutral en la guerra y su prensa fue la que lo dio a conocer públicamente, desde entonces se conoció como “gripe española”, aunque como veremos su origen radica en otras latitudes. El estudio de la pandemia se ha dividido en tres oleadas sucesivas entre 1918 y 1919, siendo la más mortífera la segunda, que se presentó entre octubre y diciembre del primer año. Aunque los gobiernos europeos desarrollaron estrategias para combatir la enfermedad, la situación política y social de la época relegó la pandemia a un segundo plano, al quedar marginadas las noticias sobre la misma de los medios de comunicación.

El libro Un otoño que perduró en la memoria. La pandemia de influenza de 1918 en la ciudad de Puebla resulta innovador en el tema de las pandemias, al hablar no solo del caso europeo y cómo el virus afectó al mundo, sino que, como su nombre lo indica habla del impacto de la enfermedad en la ciudad de Puebla, una de las más pobladas del país, con una larga historia relacionada con las epidemias. Dicha investigación es muy completa, ya que comienza presentándonos la historia de cómo surgió dicha investigación, siendo esta una conversación informal que trascendió y se convirtió en algo mucho más académico y serio, lo que nos enseña que las ideas para futuras investigaciones pueden surgir de las situaciones más simples, solo se debe saber dónde buscar, qué se quiere saber y a quién se le quiere informar.

En cuanto a la estructura de la obra, está dividida en cuatro capítulos, con la información ordenada de forma deductiva. En los primeros, se aborda el tema en una forma más general y en los últimos, los autores se centran en el análisis de la pandemia en la ciudad de Puebla. El lector encontrará un texto de lectura fácil y amena, acompañado de gráficas, tablas comparativas, imágenes, croquis de la ciudad, entre otros que enriquecen la obra.

Los temas se van desglosando en orden deductivo, por lo que el primer capítulo empieza con la explicación muy necesaria de algo que siempre se da por hecho, el creer que conocemos la enfermedad causante de las pandemias del pasado, puesto que tienen nombres como viruela, gripe, etc., pero lo que muchas veces se ignora, es que esos nombres son muy generales. Por otra parte, los efectos descritos de las mismas son muchas veces iguales a otras enfermedades, lo que complejiza su análisis histórico. Los autores continúan con una compleja explicación biológica del virus de la influenza de 1918 reforzada con imágenes y gráficas para identificar las diferencias entre resfriado común e influenza. El último punto abordado en este capítulo es la historia de cómo se descubrió el virus de la influenza de 1918, se describen, entre otros, los viajes y los estudios médicos y científicos.

El gran número de víctimas mortales de esta enfermedad, incluso mayor que los causados por la primera guerra mundial, es uno de los temas más importantes que se desarrollan en el libro. Algo que muchas veces se ignora es el impacto que tuvo en la población mundial de la época, como fue el caso del actual Camerún, en ese entonces colonia alemana, donde murió alrededor de la mitad de su población en menos de un año. Los países con mayor mortalidad del mundo fueron los asiáticos, su alta tasa de concentración poblacional disminuyó los efectos de la pandemia de manera proporcional. Las gráficas muestran los datos oficiales registrados por las autoridades, aunque es posible que el número real haya sido mucho mayor. En otra parte, los autores explican los tres posibles orígenes de la pandemia de 1918, siendo los siguientes: 1.- su origen en China y su difusión por Asia y luego hacia América a través de las Filipinas y desde allí a Europa; 2.- su origen en Francia y como la gran guerra y las condiciones en que vivían los soldados fueron el caldo de cultivo ideal para la enfermedad, esta se esparció por toda Europa y el mundo gracias a la guerra y el comercio colonial; 3.- la última, que ha tenido mayor apoyo es que se originó en Kansas, Estados Unidos, desde ahí viajo y se esparció por Europa y el mundo con el ingreso del país a la gran guerra. Estos dos temas son de gran importancia ya que muestran cómo viajó la enfermedad por todo el mundo ocasionando diversos efectos, dependiendo siempre de las condiciones y el contexto alrededor de ella.

El tercer capítulo se centra en el desarrollo de enfermedades anteriores a la gran pandemia en la ciudad de Puebla. Los autores analizan el contexto de la ciudad en el convulso siglo XIX, lleno de guerras civiles, conflictos internacionales y luchas regionales por el poder. Durante el Porfiriato, gran parte de la ciudad comenzó a modernizarse y crecer demográficamente, gracias al comercio con países europeos y con los Estados Unidos. La ciudad comenzó a llenarse de nuevos negocios e infraestructuras de todo tipo y nuevas tecnologías, entre otros. Se establecieron nuevas regulaciones para coches, comercios, etc. Los autores afirman que, a pesar de los cambios, la ciudad continuó con muchos problemas relacionados con la higiene, hasta el punto de que, antes de 1918, fue escenario de otras pandemias como la gripe rusa en 1890, y algunas epidemias como la de tifo en 1915. También argumentan que, la distribución demográfica de los sectores populares en la ciudad fue clave para la expansión de la enfermedad. Por último, Cuenya y Eguibar analizan la infraestructura médica de la ciudad en 1915, señalan que había 10 hospitales y al menos 85 médicos, pocos para la población total de Puebla. A partir de los registros médicos y los del registro civil, los autores elaboraron series de datos con los que trabajaron y observaron que la mayoría de las muertes no sucedieron por efecto de la tifoidea, sino por enfermedades respiratorias. Las gráficas nos dan una idea del comportamiento de la pandemia de 1918. Por otra parte, las tablas que contiene los nombres de los médicos pueden ser usados para futuros trabajos.

En el último capítulo el tema central es la influenza de 1918, iniciando con algunos antecedentes como la gripe rusa que azotó a la ciudad en 1890, y cómo gracias al análisis de los datos, se concluye que, si bien hubo un alza de muertes en febrero de ese año, la mayoría correspondió a enfermedades ya presentadas antes como: pulmonía, tuberculosis, enfermedades respiratorias, etc. Los datos representados en gráficas muestran que en la mayoría de los casos de muertes en ese año no aparece el nombre de influenza, aunque tuvieron relación con enfermedades respiratorias, por lo que seguramente gran parte de esos enfermos murió por la pandemia, situación empeorada por los efectos de la influenza. Respecto a los datos registrados sobre la pandemia en 1918, se analizan en tablas comparativas con el fin de mostrar cómo la segunda ola fue la más letal, comparando los números de meses anteriores con los de octubre y noviembre.

Estas tablas están bien ubicadas dentro de la estructura del texto y cumplen una función muy ilustrativa, que a veces las palabras no son capaces de llenar. Por otro lado, los datos recolectados cuentan cómo es que se desarrollaron los eventos de la pandemia, con base en datos numéricos recuperados del registro civil, los periódicos y otras fuentes. Debido a que algunas gráficas contienen mucha información, la presentación en escala de grises impide que se aprecie correctamente la comparación, por lo que aquí hubiéramos deseado el uso de colores en gráficas que presentan más de un par de variables. Un aspecto a resaltar es el correcto uso de mapas y la explicación a partir de los mismos, sobre la importancia que tuvo la propagación del virus en zonas donde se concentraba la clase trabajadora y los grupos de edad más afectados por la enfermedad.

La información presentada en gráficas de barras muestra que en esta pandemia los mayores afectados no fueron los niños, sino las personas de 15 a 45 años. Las medidas implementadas para paliar los efectos de la pandemia fueron la restricción de los lugares públicos, tomar jugo de limón, entre otras cosas. El último tema del capítulo es el importante papel que tuvo la sociedad civil para poder superar la crisis que dejo esta pandemia. En esa época el gobierno en sus tres niveles carecía de los medios para poder liderar la lucha contra la enfermedad, por lo que fue la sociedad civil organizada la encargada de combatirla y apoyar a los afectados. Ante el disgusto del gobierno, éste entorpeció el trabajo de la sociedad civil, hubo intereses de por medio que obstaculizaron los apoyos. Las tablas presentadas nos muestran, por una parte, quiénes fueron las personas solidarias y por otra con qué medicamentos se contaba para luchar contra la enfermedad.

La investigación resulta sumamente interesante por sus aportes a diferentes campos, más allá de la historia de la medicina, también es relevante para la medicina misma y la historia regional. La conclusión del libro es un diálogo pasado-presente y presente-pasado sobre la situación actual del covid-19 y nos muestra cómo el contexto determina el desarrollo de las enfermedades, en particular de las epidemias y pandemias. Los autores reflexionan también sobre los protagonistas y los encargados de paliar sus efectos, como fue el caso de las asociaciones civiles en 1918, al mismo tiempo invita a reflexionar el papel que ocupará en la historia de la humanidad la pandemia de covid-19, como sucedió en el siglo anterior con la pandemia de influenza y la gran guerra, señalan que esta pandemia que hoy vivimos sería una especie de punto de quiebre para los eventos del siglo XX y el comienzo definitivo del siglo XXI y todo lo que venga con este. Es un libro apto para todas las personas, por su estilo muy ameno. Esta reseña es una invitación para poder conocer más de un pasado que podría ayudarnos a tener una prospectiva del futuro en muchos sentidos.


Resenhista

Luis Eliam Velasco Castellanos – Facultad de Historia Universidad Veracruzana, México. E-mail: luiseliam77@gmail.com


Referências desta Resenha

MATEOS, Miguel Ángel Cuenya; CUENCA, José Ramón Eguibar. Un otoño que perduró en la memoria. La pandemia de influenza de 1918 en la ciudad de Puebla. México: Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, Dirección General de Publicaciones, 2021. Resenha de: CASTELLANOS, Luis Eliam Velasco. Secuencia. Reseñas, 2022. Acessar publicação original [DR/JF]

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