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Tra Geografía e storiografia | Roberto Nicolai Antonio e L. Chávez Reino

El presente volumen que hemos de remitir tiene sus orígenes en el seminario organizado por la Asociación internacional Geography and Historiography in Antiquity (GAHIA) en la Universita La Sapienza, en Roma, el 23 de noviembre del año 2017. Este encuentro se organizó con la intención de poner en debate las interacciones de la geografía con la historiografía y profundizar en algunos temas y géneros que resultan claves para el desarrollo de este campo en la Antigüedad.

La geografía es una de las ciencias que se van modificando con el paso del tiempo y con un matiz propiamente científico-matemático, descriptivo y etnográfico; sin embargo, el desarrollo de la ciencia y la evolución del pensamiento matemático ha dirigido estos estudios hacia un carácter más físico y antrópico. La historiografía, por otra parte, tiene un carácter completamente diferente en el desarrollo de la Antigüedad, siendo, en primera instancia, manifestada como un género literario. La geografía podemos considerarla una disciplina que está en una constante relación con otros campos como la practica filosófica –si nos atenemos a las primeras palabras de Estrabón– la filología y, claramente, el género historiográfico, en lo que concierne a la definición de la identidad de las comunidades y la preservación de la memoria.

La geografía y la historiografía han tenido una situación de muy estrecha relación en el desarrollo del conocimiento de la Antigüedad. Desde los orígenes la descripción de los lugares ha sido toda una necesidad para los historiadores y los acontecimientos que se esperan relatar; es más, la concepción propia del mundo griego manifestada en la oikoumene no puede constituirse si no es gracias a la relación de ambas.

La obra se encuentra iniciada por una introducción a cargo de uno de los compiladores, el investigador Roberto Nicolai. El texto se divide posteriormente en dos partes: la primera de ellas, Tradizioni e Generi Letterari, y una segunda nombrada Casi di Studio, culminando con una sección de índices que incluye un índice de pasajes citados, un índice de nombres y cosas notables, otro índice de ilustraciones y finalmente un índice con cada uno de los trabajos y sus respectivos resúmenes.

La contribución de José María Candau Morón, «Literatura de los orígenes y orígenes de la historia» (p.3), es la responsable de comenzar la primera parte de este volumen. Su investigación tiene como objetivo establecer una comparación entre presente y pasado, tomando como modelo de análisis los planteamientos del historiador Belga Jan Vansina sobre la Memoria Cultural. (p.5) Este autor definió mecanismos según los cuales los pueblos construyen sus tradiciones; para ello, el mito resulta fundamental como la base de la fundacionalidad y de la identidad. La memoria cultural es la responsable de la definición de la identidad colectiva, valiéndose de los mitos y tradiciones. Para ello, el autor se remite a ciertos epitafios o exaltaciones del pasado de la ciudad presente en textos de importancia, como el Discurso Fúnebre de Pericles y los Discursos de Demóstenes. La hipótesis central de su trabajo es demostrar que tanto Heródoto como Tucídides rechazan el modelo historiográfico tradicional centrado en la memoria cultural, buscando la construcción de una historia panhelénica con una finalidad didáctica (p.11). La conclusión de Candau Morón es categórica y relevante: la historiografía, al parecer, tiene su origen en el antagonismo entre el modelo de Heródoto y Tucídides con el modelo de la Memoria Cultural.

Posteriormente, el renombrado historiador Francisco Javier Gómez Espelosín, en su trabajo «En busca de un género perdido: El relato de viajes en la literatura griega» (p.17), orienta la discusión hacia el análisis de un género perdido o más bien matizado al interior de la historiografía de la Antigüedad, el relato de viajeros. Este género podemos considerarlo como inserto en muchas de las obras clásicas de la historiografía griega y romana, especialmente en autores como Heródoto o Jenofonte, que integraron el relato del viaje en sus líneas para la descripción de los confines del mundo. El autor lo considera un género perdido, debido a que, para poder definirlo o reconstruirlo, es necesario realizar una extenuante búsqueda a lo largo de la historiografía del mundo antiguo. Un ejemplo claro son las Historias de Heródoto, que no corresponde a una obra perteneciente a este género, pero que,sin embargo, en sus párrafos resguarda algunos relatos como las Arismapeias de Aristeas de Proconeso. Este género literario queda relegado al contenido histórico, debido a que considera dentro de sus líneas cuestiones que responden a ficciones que no son partes de las intenciones propiamente históricas de algunos de estos autores. Los viajeros a lo largo de la historia de Grecia han logrado dar forma a la construcción del relato historiográfico, integrando en él elementos en la conformación del espacio y la idea de oikoumene, o del universo para el mundo griego. De esta forma, van apareciendo, a lo largo de la historiografía griega, nombres como Coleo de Samos, Escilax de Carianda (p. 24), Eutimenes de Marsella (p.25), entre otros. El género del Viaje no prosperó dentro del contexto griego como una disciplina determinante, pero fue fundamental para la delimitación del imaginario sobre los confines del mundo. La adaptación de este tipo de relatos a géneros más convencionales, como el histórico, pudo garantizar, por una parte, la preservación de algunos de ellos, pero tristemente, a su vez, relegar al olvido un número no menor de obras que no pudieron incluirse debido a su ficcionalidad frente a la historia propiamente tal. (p.32-33)

El tercer trabajo que ofrece fue realizado por Francisco Gonzales Ponce y se titula «La periplografia griega vista por los griegos: Marciano de Heraclea» (p.39). Su objetivo es enfrentar el problema de la definición de un género literario de renombre e importancia en la Antigüedad: la circunnavegación o periplografia griega. El autor realiza un recorrido por los diferentes códices que contienen fragmentos sobre este género: Palatinus Heidelbergensis Gr 298 (p. 40), Parisinus Suppl. Gr 443 (p. 41) y el Matritensis 4701(p. 42). El corpus periplografico en general alcanza un total de 37 obras rescatadas de un universo ampliamente mayor, que podemos conocer gracias a un catálogo presentado por Marciano de Heraclea. El autor es concluyente al señalar que este género es técnico y científico, y que los estudios sobre este adquieren una mayor profundidad cuando se trata de definir la periplografia como un género independiente. Esto debido a que no ha entrado en los géneros literarios ni fue utilizado por las escuelas de gramática y retórica. Lamentablemente, su ausencia no permite un estudio de estos a cabalidad y, de generarse nuevas técnicas que permitan acercarnos a él, deben ser herramientas que difieran de géneros como la epopeya o la tragedia (p. 60).

Posteriormente, Serena Bianchetti nos presenta su trabajo «Il ruolo della geografía scientifica nello sviluppo del pensiero geografico antico» (p.69). La autora, en primera instancia, definirá las diferencias entre las ciencias geográficas de la Antigüedad y los geógrafos del periodo afirmando tres elementos sobre la geografía del mundo antiguo. Primeramente, nos señala que los enunciados científicos no se remiten a cuestiones concretas, sino a elementos técnicos y teóricos que son específicos; en segundo lugar, que la teoría de la antigüedad resulta rigurosamente deductiva y esto deriva en la constitución de enunciados fundamentales con características unitarias y universalmente aceptados. Finalmente, que la geografía tiene su aplicación al mundo real siempre correspondiéndose con la teoría en objetos concretos (p. 70). Centrándose en una discusión sobre la delimitación del círculo Ártico, la autora realiza una revisión de las diferentes teorías científicas griegas, contrastando con diversas fuentes como Homero, Aristóteles, Polibio, Estrabón, entre otros. La autora es concluyente al establecer una diferencia tajante entre la geografía teórica y la práctica, que deriva de los diferentes testimonios de viajeros; al parecer, en la Antigüedad autores como Gemino y Estrabón recibieron la influencia de un elemento teórico por sobre uno derivado de la práctica del viaje (p. 79).

Francesco Prontera, en «La Geografía a Roma» (p. 85), nos presenta los problemas de la configuración geográfica para el mundo romano y su relación con los conflictos de la sociedad aristocrática. El desarrollo de la geografía para el mundo romano es una cuestión más bien tardía del último siglo de la república, en comparación con las concepciones geográficas griegas que tienen de por si una más larga data. El autor pretende recordar, de forma breve, algunos elementos que se forman en el conocimiento geoetnográfico romano, tomando en consideraciones algunos elementos de la relación de la Historia y Geografía en la historiografía romana. Las conclusiones del autor son claras: existe una brecha entre ambas formas geográficas y, en el caso romano, la geografía estará relacionada con la memoria colectiva, en torno a los orígenes de la ciudad y al establecimiento y expansión de esta. Ello se concluye principalmente a través de la comparación de Polibio y Tito Livio. (p. 91)

La segunda parte del volumen se denomina casi di studi. El primer trabajo de esta sección es de Virgilio Acosta y se titula «Le epitomi e la trasmissione della storiografia greca» (p. 96). El articulo trata, principalmente, sobre la problemática de los epitomes griegos históricos que se escribieron desde el siglo IV a.C. hasta el fin del mundo antiguo. El rol de este género es el de resumen de grandes obras de la Antigüedad, siendo un mecanismo de importancia en la transmisión de la ciencia y la técnica de la época helenística. El autor es concluyente al señalar que la desaparición de este género se debió, principalmente, a que prevalecieron otras obras grandes del pasado por sobre las contemporáneas, por lo que no era necesario el epitome (pp. 108-109).

Gonzalo Cruz Andreotti, en «La proyección de la historia sobre el paisaje geográfico: el caso Hispano» (p. 131), investiga la incidencia de la romanización de Iberia sobre la percepción del espacio geoetnográfico. El autor realiza un análisis de las descripciones que se han realizado de Iberia para concluir que la influencia de Roma sobre la península culmina con la configuración del territorio bajo una unidad geoetnográfica llamada Hispania (p. 141). Esto se debe a que el estudio histórico pasa a convertirse en un modelo narrativo que configura la débil descripción geográfica de estos territorios.

Finalmente, José Velada Tejada culmina el volumen con su investigación «Estrabón: Historiador y Geógrafo. Algunas Reflexiones» (p. 147). El autor realiza un completo análisis de la obra estraboniana, poniendo atención a su configuración y las diversas fuentes que este autor utilizó para la construcción de su obra. Podemos confrontar que Estrabón tiene cuatro puntos a los cuales orienta su obra: en primer lugar, una posible construcción de unos Comentarios históricos que se complementarían con la Geografía; en segundo lugar, que esta última está dirigida a los autores griegos que gozan de un buen lugar en el imperio; en tercer lugar, la definición de su obra como una cuestión universal; y, finalmente, la intención de este último como un autor intelectual sobre el periodo (pp. 167-169). El autor es concluyente al señalar que Estrabón tuvo una actividad como historiador y que su obra es parte de una larga tradición literaria que atesoraba una temática geográfica bien documentada.

El volumen, en conclusión, cumple con su objetivo de vincular el género geográfico con la historiografía. Debemos destacar, por último, dos cuestiones en torno a este: la primera es su utilidad y riqueza metodológica al momento de relacionar ambas disciplinas, cada uno de los trabajos es sin duda un cuadro de las diferentes formas de aplicación de la historia; y luego, un buen texto para indagar en géneros que relacionan ambas disciplinas, pero que generalmente han quedado relegados al olvido.


Resenhista

Felipe Montanares-Piña –  Universidad de Concepción. E-mail: felipemontanaresp@gmail.com


Referências desta Resenha

ANTONIO, Roberto Nicolai y; REINO, L. Chávez. (Comp). Tra Geografía e storiografia. Sevilla-Alcalá de Henares: Monografías de GAHIA, 2020. Resenha de: MONTANARES-PIÑA, Felipe. Grecorromana. Revista Chilena de Estudios Clásicos. Santiago, v. 3, p. 160- 164, 2021. Acessar publicação original [DR]

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