Tierra e Historia, estudios y controversias acerca de la historia del Pueblo Mapuche en Chile, 1950-2010 | Pedro Canales Tapia
La construcción y validación del conocimiento es un campo que en la actualidad se encuentra en disputa, como consecuencia de la supremacía de un conocimiento legitimado y oficializado que tradicionalmente ha desvalorizado al hombre “premoderno” y la comprensión y explicaciones que éste dio a su universo y entorno habitado, construyéndose categorías de conocimiento que extrañamente coinciden con ese cosmos particular y único de ese otro “no moderno”. Es así como desde la investigación histórica y de las Ciencias sociales en general se puede dar cuenta de una “tradición” que aún sigue dominando grandes áreas del conocimiento, y del saber oficializado por los Estado-Nación.
No obstante, como producto de la denominada“crisis de la modernidad”, se ha develado un nuevo escenario en donde es posible observar la presencia de continuas rivalidades entre saberes oficiales que se jactan de provenir desde las escalas sociales más altas y de componerse objetivamente, y aquellos saberes denominados populares, construidos desde las intersubjetividades y experiencias comunales y locales. Es en esta categoría donde podría entenderse el conocimiento e historia del mundo mapuche.
Es en este contexto de crisis de la modernidad, entendiendo esta, como crisis del paradigma y proyecto aglutinador de la historia que tradicionalmente ha dado sentido a la realidad de modo asimilacionista e integracionista, en el cual Pedro Canales Tapia nos presenta su obra Tierra e Historia, estudios y controversias acerca de la historia del Pueblo Mapuche en Chile, 1950-2010, centrado en el amplio debate generado en torno a la “cuestión mapuche” , no solo desde la historiografía sino también desde otras disciplina de las Ciencias Sociales.
Esta obra constituye una interesante lectura que nos entrega una panorámica general del quehacer desplegado en Chile entre 1950 y 2010 respecto a los avances, retrocesos, aportes y obstáculos en la producción historiográfica y de las Ciencias Sociales en general, en torno a la construcción de la denominada historiografía mapuche, historia que ha estado cruzada desde su génesis, en 1536, por la dominación y el disciplinamiento del Estado chileno, lo cual ha traído como consecuencia una historia escrita “sin” los mapuches como interlocutores directos y protagónicos. Por tanto, a través de la lectura y análisis de distintos autores y sus obras, se adentra en los debates, polémicas y propuestas en torno a esta problemática centrándose en la gran disputa entre la “Historia sobre los Mapuches” (construida desde fuera) y la “Historia de los Mapuches” (construida desde dentro).
De este modo, a través de 5 capítulos se devela dicha problemática, partiendo por la denominada crisis de la modernidad, pasando por una revisión secuencial de los denominados estudios fronterizos, los estudios interétnicos, la hora mapuche, finalizando con una lectura de la situación actual del mapuche no solo en lo que ha construcción historiográfica se refiere, sino a su realidad y prácticas, marcadas por la criminalización y judicialización.
Para llevar a cabo esta revisión, el autor sustenta su propuesta en base a dos pilares teóricos: “Teoría del Control” y “Teoría de la Práctica”, los cuales ponen énfasis en la violencia simbólica y la reproducción de elementos culturales en desmedro de otros, definiendo los márgenes de libertad y de acción. Es a partir de esta postura que lleva adelante un análisis claro y de fácil lectura respecto de la producción historiográfica de la “cuestión mapuche”, cuestionándose permanentemente sobre quién, para qué y con qué propósito, se está construyendo dicho conocimiento.
En base a los referentes teóricos utilizados, con un claro matiz crítico, presenta como eje central de la discusión los denominados “Estudios Fronterizos”, que se desarrollaron como respuesta chilena al cuestionamiento a la modernidad, y que tradicionalmente han dominado la producción historiográfica en Chile, en especial la referida al pueblo mapuche, construyendo todo un imaginario en torno a la imagen de este pueblo, pasando por la del “heroico guerrero” hasta llegar a la del “bárbaro, abominable y cruel” que es la que prima en la actualidad y que ha sido utilizada por el Estado para justificar las políticas y prácticas en torno a la dominación de este pueblo originario, dejando como consecuencia que el mapuche desaparezca como expresión cultural propia, dando como resultado una fuerte presencia de Antiindigenismo.
Se presentan como principales exponentes dentro de esta corriente a Góngora, Jara, Pinto y León, resaltando la figura de Sergio Villalobos, quien es consignado como el fundador de una corriente académica e investigativa que ha ido construyendo una historia de Chile Fronteriza, caracterizada por el choque cultural hispano-indígena, superado prontamente por relaciones de paz y contactos fronterizos, por lo cual hay una negación del cuadro bélico, entendiendo la Guerra de Arauco solo como un mito. Así la frontera ha sido entendida como mestizaje y transculturación. Con lo cual la historia mapuche se entiende enmarcada dentro de una frontera mayor, el capitalismo, en donde no siempre se ha fomentado una lectura multicultural que considere a estos sujetos como poseedores de un sentido histórico propio, subjetivo y diversas formas comunicacionales.
Por tanto, el autor presenta una crítica evidente a este enfoque por traer como consecuencia una clausura en la mirada sobre el mundo indígena. Pero esta línea crítica en su reflexión no se limita a la corriente fronteriza, sino también a su contraparte en su intento por dar una respuesta a las falencias mostradas por esta tradicional postura. Aquí destaca a los “estudios interétnicos”, los cuales emergen en la década del 80, en lo que hay un intento por buscar no solo nuevas miradas sobre este pueblo, sino también, otros mecanismos de entrada al conocimiento social y temporal, destacando la “oralidad” como principal fuente del saber.
Dentro de esta nueva línea investigativa destaca a autores como Sonia Montecinos, quien desde la antropología intenta escribir la historia desde los propios sujetos, relevando la “memoria”, la palabra y el rito, como formas de definir la identidad mestiza y marianista de América Latina. Lo ritual es entendido como alteridad al poder central, por tanto, la “nación indígena” es interpretada desde la ritualidad, el sentido cíclico y la diferencia cultural. Por su parte, José Bengoa destaca con narraciones denunciantes e interpretativas, rescatando una historia olvidada, negada y silenciada.
No obstante, pese al aporte de estos nuevos elementos y de nuevas epistemes para la comprensión de la cuestión mapuche, para el autor, pervive la problemática y disputa entre la Historia sobre los Mapuches y la Historia de los Mapuches, ya que estos estudios se han centrado principalmente en el Mestizo y no en este pueblo ancestral.
En consecuencia, se ingresa al nuevo milenio sin un lugar preponderante de los Mapuches dentro de su propia historia, ni como sujetos “con historia” ni como “expertos” que develan historia.
Frente a estas falencias y limitaciones, Canales expone algunos intentos que se han ido desarrollando en la actualidad, desde el propio mundo mapuche, como es el caso de Carlos Huaquinir, con un fuerte carácter integracionista, en donde el mapuche es entendido como un elemento más dentro de la gran nación chilena, aunque sin la pérdida de su particularidad cultural. Otros autores, Eugenio Alcamán, Pablo Marimán y José Marimán, desde una arista distinta, con supremacía de la interculturalidad, han dado un sitio preferencial a la Historia Oral, interpelando, y apelando a la “descolonización cultural”, definiéndose desde la alteridad con el Estado chileno, evitando así, el asimilacionismo.
En este recorrido bibliográfico, el autor finalmente lleva su análisis hasta el nuevo milenio, en donde destaca la reflexión circunscrita en torno al Estado Nación y el pueblo mapuche, entendiéndolo como tema no resuelto, planteándose como gran desafío el rescate de la identidad y el logro de la autonomía desde nuevas lógicas, proponiendo estudios en los que el nudo central, sean las prácticas de resistencia frente a la criminalización y la ideología de judicialización de que ha sido víctima el pueblo mapuche.
En síntesis, nos enfrentamos a un trabajo que permite en forma clara y elocuente, acercarnos a una polémica inconclusa, en torno a los estudios desarrollados en los últimos 60 años, de la denominada “cuestión mapuche”, entendida desde la crisis de la modernidad, lo cual permite como contrapartida la interpelación de nuevas voces, abriendo nuevas formas de hacer historia, en donde la subjetividad y la oralidad puede ser vistas como un valor en la construcción del conocimiento, generando así, nuevos dispositivos teóricos y metodológicos. Este es el desafío planteado por el autor, el cual se presenta como una tarea inconclusa y en espera de una respuesta adecuada, pero que nos da las primeras luces para entender una cuestión aun vigente no solo en lo teórico sino en la propia realidad actual de este pueblo originário.
Resenhista
Carolina M. Valenzuela Vásquez – Profesora de enseñanza media en Historia y Ciencias Sociales. Universidad Academia de Humanismo Cristiano. Alumna Magister en Historia. Universidad de Chile.
Referências desta Resenha
TAPIA, Pedro Canales. Tierra e Historia, estudios y controversias acerca de la historia del Pueblo Mapuche en Chile, 1950-2010. La Serena, Chile: Editorial Universidad de La Serena, 2010. Resenha de: VÁSQUEZ, Carolina M. Valenzuela. Tiempo Histórico. Santiago, n.4, p. 151-154, 2012. Acessar publicação original [DR]