Memorias de la prisión política durante el terrorismo de Estado en la Argentina (1974-1983) | Santiago Garaño

El encuadre de una entrevista, del vínculo que va forjándose entre el investigador y el sujeto entrevistado, aparece descripto en las páginas de este libro como marca propia de la etnografía. Brotan así, en el relato, algunas huellas de los “diarios de campo” que componen el quehacer del antropólogo. En el cruce entre esa disciplina –de la que proviene su autor– y los intereses de la historia reciente se sitúa el apasionante libro de Santiago Garaño, asumiendo un tono que en ciertos momentos escapa de los corsés del estricto discurso académico. Entre el análisis detallado de documentos y del discurso de ex presos políticos, emergen también algunos elementos fortuitos que trazaron caminos en el estudio originalmente planteado, desnudando así la trastienda de la práctica investigativa. Es este uno de los aspectos singulares del trabajo que nos convoca, que resulta una invitación a sumergirse en los marcos de sentido que estructuraron la experiencia carcelaria en los años setenta y ochenta.

La bibliografía sobre ese período centrada en la prisión política es aún hoy escasa en Argentina en relación a la atención que mereció la desaparición y las memorias de los sobrevivientes de los centros clandestinos de detención. Sobre la resistencia en los ámbitos de reclusión en dictadura, los trabajos parecen ser más recurrentes en otros países de la región, donde el número de desaparecidos fue menor que en nuestro país. La exigua atención que ha recibido ese tipo de víctima en la agenda pública y académica local contrasta con las estimaciones actuales evocadas en el libro: unas 12 000 personas que sufrieron el encierro por razones políticas en cárceles argentinas en esos años. Sumado a ello, el foco del análisis desborda los límites temporales de la dictadura, excediendo la periodización clásica y retrotrayéndose a noviembre de 1974. El estudio incluye así las experiencias de prisión política desde la declaración del estado de sitio, cuando las garantías constitucionales fueron suspendidas en el marco de un gobierno elegido democráticamente.

El autor de esta obra, Santiago Garaño, es Licenciado en Antropología y Doctor en Ciencias Sociales por la Universidad de Buenos Aires, actualmente investigador adjunto de CONICET y docente de la Universidad Nacional de Lanús y de la Universidad Nacional de Tres de Febrero. En las páginas de su libro nos invita a adentrarnos en sus “descripciones densas”, en las notas que relatan la experiencia investigativa, estudiando a la vez los legajos y otros documentos históricos. El trabajo que tenemos entre las manos (o, más bien, en la pantalla), se sitúa en esa zona interdisciplinaria, presentando un análisis sistemático, riguroso pero amable con el lector y atento el registro sensible.

En la introducción, Garaño reconstruye el proceso social que –desde los años 2000– fue dando espacio para el reemerger de las memorias sobre la prisión. Esos primeros libros, elaborados por sus propios protagonistas –quienes vivenciaron en primera persona la prisión política–, incluían en algunos casos cartas conservadas por sus familiares, “haciendo públicas sus memorias privadas” (p. 20). Como explica un ex preso político citado en el libro, su lugar en el “escalafón del sufrimiento” era posterior al de los desaparecidos y de los exiliados internos. Recordando el trabajo de Ana Longoni (2005) en el que ella señaló la dificultad social a escuchar los relatos de los sobrevivientes de los centros clandestinos de detención, Garaño lo extiende a estas otras víctimas de la represión política. Se destaca así la limitada sensibilidad social respecto a estas vivencias carcelarias, atendiendo primero a los testimonios sobre quienes padecieron peores condiciones de reclusión o incluso la muerte.

Frente a una voluntad de aniquilamiento y destrucción psicofísica de los prisioneros políticos, el encierro propició también el encuentro, el diálogo entre facciones y una suerte de escuela de militancia. En el libro se propone recurrir a las memorias individuales y grupales para analizar las variadas formas de organización y los modos en los que la creatividad fue puesta en juego para rescatar la voluntad de resistir al poder apremiante de la prisión. Para abordarlo, Garaño apeló a nociones como la de “bemba”, referencia en la jerga carcelaria a los rumores surgidos en la clausura (de Ípola, 1997), los lazos de compañerismo identificados por Judith Filc (1997), la definición del Penal de Villa Devoto como “cárcel vidriera” (Merenson, 2014), entre otras conceptualizaciones que recupera para abordar su objeto de estudio.

Aun detectando el riesgo del efecto metonímico de atribuir al todo lo que representa un/os grupo/s, el autor busca reponer algunos aspectos de la diversidad de la experiencia e identifica otros focos posibles. Las fuentes que se incorporan y analizan tienen por fin dar lugar a narrativas sociales diversas, a los vacíos o silencios que puedan plagar las experiencias traumáticas, donde emociones como la culpa o la vergüenza minan la posibilidad de habilitar ciertos relatos. Por otra parte, se destaca el silenciamiento de documentos que sirvieron al sistema, lo cual imposibilita responder a ciertas preguntas: legajos, causas, fichas y material de inteligencia fueron destruidos en tanto materiales que inculparían a quienes los produjeron.

Uno de los intereses del libro es desentrañar las articulaciones que, desde el golpe de Estado, existieron entre las instituciones carcelarias y los centros clandestinos de detención; vinculaciones y contaminaciones que el autor define como “fronteras difusas” entre esos ámbitos represivos clandestinos y “legales”. Si bien la porosidad entre esos espacios era conocida, no había sido suficientemente profundizada. Al estudiarla, el autor señala que las cárceles legales y la represión clandestina “conformaban una trama represiva que sustentó el terror ejercido desde el Estado” (p. 40), representando un “continuum”. Mientras que ciertos secuestrados eran “blanqueados en cárceles, dispuestos al Poder Ejecutivo Nacional”, otros presos aparecían fusilados en supuestos intentos de fuga fraguados, o eran secuestrados una vez decretada su libertad.

El régimen carcelario echaba mano a un arsenal de prácticas para vencer la resistencia: desde los castigos físicos al aislamiento, pasando por la desatención, las condiciones de vida difíciles, la censura, los interrogatorios, la reducción de beneficios, entre otros (p. 36/7). Pero, más allá del análisis de esos mecanismos, el foco principal del libro se sitúa en los gestos, prácticas y acciones que desplegaron los prisioneros/as políticos/as, aprovechando los resquicios del sistema carcelario para lograr formas de organización. Reacomodando su cotidianidad para no ceder a la fuerza destructiva de la represión, lxs sujetxs jugaron creativamente dentro de los márgenes de acción habilitados y en las sombras del control de sus carceleros. Así, el trabajo ilumina las múltiples tácticas ingeniadas por lxs presxs para sobrellevar el régimen carcelario, los modos en los que los valores de la militancia impregnaron su comportamiento dentro de esos espacios, valiéndose también de los canales entre el adentro y el afuera. A través de diversas estrategias, buscaron resistir al embate de la represión, el aislamiento, la desmoralización o la apatía, para conservar la entereza y la humanidad.

El libro aporta una mirada, a escala reducida, de las prácticas, rutinas, relaciones y discursos, se centra en la “faceta productiva de identidades políticas, sentidos y prácticas de la resistencia”. Con ese fin se organiza en cuatro capítulos. El primero analiza los diferentes modos de conceptuar la resistencia al plan de aniquilamiento, proponiendo que funcionó como un mandato que definió el comportamiento en el encierro, así como un valor con el cual los presos juzgaban a sus pares. En el segundo capítulo, se estudian los pabellones de la muerte, definición que incorporaba la denuncia del asesinato o desaparición de detenidos políticos provenientes de la unidad Penitenciaria N° 9 de La Plata, entre enero de 1977 y febrero de 1978. Allí el autor contrasta las versiones oficiales y los rumores (bembas) que circulaban en los pasillos de la cárcel. A través del análisis de una serie de casos, se vislumbra la fluidez de las relaciones entre la represión visible y la clandestina.

El tercer capítulo estudia la experiencia femenina a través de las dinámicas que se establecieron dentro de la cárcel de Villa Devoto. En esas páginas se presenta un contrapunto entre el discurso de una referente del grupo de presas recluidas en ese penal con otros documentos que lo tensionan. Los vínculos entablados entre ellas dan cuenta tanto de los métodos punitivos como de la organización interna que se asignaban en su jerarquización política y simbólica. Por último, el cuarto capítulo “El régimen carcelario y su dimensión productiva de identidades” explora los reglamentos a los que eran sometidos los prisioneros, las clasificaciones burocráticas que les atribuían y su tratamiento diferenciado. Como contraparte, el autor rastrea las definiciones grupales y las lealtades construidas en el marco del encierro que pervivieron tras la liberación. Este capítulo, que podría haberse ubicado en el inicio, permite volver a conectar con los planteos desplegados en las primeras páginas, completando así el circuito analítico.

En suma, el trabajo recupera un universo de memorias personales sobre la(s) experiencia(s) carcelaria(s), memorias que sobrevivieron subterráneamente a las que primaron en el relato del pasado dictatorial. Esos gestos de resistencia aparecen graficados en la portada del libro digital (e-book) con un puño que se alza incólume detrás de las rejas de una torre de vigilancia. La colección “Entre los libros de la buena memoria”,1 a la que pertenece, reúne investigaciones originales sobre la historia y memoria del pasado reciente. Es destacable que, fruto de un proyecto de cooperación de las universidades nacionales de La Plata, Misiones y General Sarmiento, esta iniciativa brinde a la comunidad acceso abierto, libre y gratuito a libros de distintas disciplinas, descargables de su sitio por cualquier interesado.2

El recorrido ofrecido en esos cuatro capítulos se centra en el período 1974-1983, excluyendo interrogarse por las continuidades y las prácticas de resistencia que podrían haberse heredado de experiencias anteriores. Frente a los países vecinos que se habían visto beneficiados de una continuidad democrática prolongada, la experiencia argentina traía consigo las marcas de la proscripción del peronismo y de los reiterados golpes de Estado que interrumpieron la posibilidad de un libre accionar político. Sin duda, otras coyunturas represivas previas inauguraron tácticas y estrategias de resistencia carcelaria que se transmitieron a nuevos contingentes de prisioneros políticos (principalmente a través de figuras que ya habían vivenciado la prisión previamente y que pudieron capitalizar aquellos saberes). La contracara de esa decisión autoral se refleja en la escala atendida, en tanto el libro de Garaño ajusta el lente para reconstruir de manera más humana y sensible la multiplicidad de las experiencias de militancia carcelaria. Si bien la perspectiva temporal podría haber enriquecido el libro, por ejemplo, en un capítulo introductorio que ampliara los marcos cronológicos visibilizando aspectos más generalizados de la prisión política y así contribuyendo a complejizar la especificidad de ese contexto histórico, este trabajo realiza un valioso aporte, abriendo interrogantes que invitan a desarrollar nuevas investigaciones sobre otros marcos geográficos, experiencias regionales e institucionales.


Notas

  1. Disponible en: https://www.libros.fahce.unlp.edu.ar/index.php/libros/catalog/series/lbm
  2. Disponible en: https://www.libros.fahce.unlp.edu.ar/index.php/libros/catalog/book/170

Referencias

de Ípola, Emilio (1997), Las cosas del creer. Buenos Aires: Ariel.

Filc, Judith (1997), Entre el parentesco y la política. Familia y dictadura, 1976-1983. Buenos Aires: Biblos.

Merenson (2014), Silvina (2014). Y hasta el silencio en tus labios… Memorias de las ex presas políticas del Penal de Villa Devoto en el transcurso de la última dictadura militar en la Argentina. La Plata: Al Margen.

Longoni, Ana (2005) (2005). “Traiciones. La figura del traidor (y la traidora) en los relatos acerca de los sobrevivientes de la represión”. En Jelin, Elizabeth y Longoni, Ana (comps.), Escrituras, imágenes y escenarios ante la represión, pp. 203-240. Madrid: Siglo XXI.


Resenhista

Moira Cristiá – CONICET/ IIGG/UBA. E-mail: moicristia@gmail.com https://orcid.org/0000-0001-5829-4126


Referências desta Resenha

GARAÑO, Santiago. Memorias de la prisión política durante el terrorismo de Estado en la Argentina (1974-1983). Los Polvorines/La Plata/Posadas: UNGS; FaHCE-UNLP; UNM, 2020. Resenha de: CRISTIÁ, Moira. Revista de Historia de las Prisiones, n.13, p. 99-103, jul./dic. 2021. Acessar publicação original [DR/JF]

Deixe um Comentário

Você precisa fazer login para publicar um comentário.