Medios/agendas y periodismo en la construcción de la realidade | Sandra Poliszuk, Ariel Barbieri

En Medios, agendas y periodismo en la construcción de la realidad, Sandra Poliszuk y Ariel Barbieri compilan una serie de trabajos que dan cuenta de la tarea de distintos investigadores y equipos de investigación en comunicación de universidades públicas de la Argentina, de una universidad de Chile y de la Defensoría del Público de Servicios de Comunicación Audiovisual de nuestro país. En este sentido, los artículos reunidos exponen avances y resultados de proyectos de investigación, las perspectivas de estudio y los desarrollos conceptuales que las sustentan, o con los que debaten, las metodologías y herramientas utilizadas para el abordaje y el análisis de los objetos, y comparten reflexiones de sus autores.

El contexto en que el libro opera y los interrogantes más generales, a los que busca brindar aproximaciones como tal, son descriptos por los compiladores. Se trata de un escenario mediático en transformación, por un lado, por la emergencia de las redes y los medios sociales y su creciente protagonismo en la ampliación de la esfera pública, la diversificación de los actores que tienen lugar en ella y la definición de los temas de interés. Por el otro lado, por las mutaciones del periodismo, los medios y las empresas de comunicación y tecnológicas con el objetivo de sostener, reconfigurándola, la posición de privilegio en la administración de la conversación. En este marco, dicen Polizuk y Barbieri, aparecen nuevas preguntas y desafíos para la investigación en comunicación, pero, a la vez, los viejos interrogantes sobre la capacidad de los diferentes grupos de lograr visibilidad en la escena mediática de acuerdo con sus propios intereses, de intervenir en la discusión y hacer escuchar sus voces en lugar de ser relatados por los medios de comunicación, resignifican y vigorizan los debates actuales.

A estas últimas inquietudes, y no tanto a las que se vinculan con el nuevo entramado comunicacional -que mayormente quedan acotadas al primero de los cuatro apartados del volumen- se orienta el grueso de los trabajos reunidos. Con mayor precisión, al tratamiento mediático -la producción de noticias, las coberturas informativas, los encuadres, las representaciones- de asuntos tales como el delito y la inseguridad, las juventudes, la niñez y la adolescencia, los pueblos originarios y determinados conflictos sociales, siempre de acuerdo con las particularidades socioculturales y mediáticas de las regiones en las que son estudiados. Además, fundamentalmente en el caso de las juventudes, la niñez y la adolescencia, se suman investigaciones enfocadas en los propios actores y sus agendas.

La obra está organizada en cuatro partes. La primera, denominada “Agendas, redes sociales y medios digitales”, como se señaló, presenta tres capítulos orientados específicamente al análisis de diferentes aspectos del escenario mediático configurado por la emergencia y el protagonismo de las redes, los medios sociales y la comunicación digital. El bloque inicia con el trabajo de Alejandro Rost que narra de forma esquemática pero precisa la trayectoria de las “Redes sociales y agendas en la Argentina: luces y sombras, hitos y etapas” en una dinámica que explica la transformación de las redes y los medios sociales de espacios de interacción horizontales, poco controlados, alternativos y capaces de amplificar nuevas voces y temas en ámbitos cada vez más intervenidos por estrategias de manipulación y contaminación de la conversación y por los objetivos del social bussines y la comunicación mediática en general, es decir, el lucro y la influencia.

En el segundo trabajo del apartado, “Más allá de la polarización política. Un análisis de la red #2×1 en Twitter”, Natalia Aruguete enfoca las ““no siempre, como demostrarᔓ agrietadas conversaciones en las redes para indagar sobre la conformación de comunidades virtuales. Para ello, analiza la red de interacciones entre los usuarios y las etiquetas narrativas del hashtag #2×1 en Twitter, generado tras el fallo de la Corte Suprema de la Nación que benefició al represor Luis Muiña en el cómputo de sus años de prisión. Dadas las particularidades del caso, la autora postula y explora la eficacia explicativa de la teoría de la propiedad de los temas, al constatar que los conceptos de burbujas de filtro y cámara de eco, para este diálogo, se revelan insuficientes.

La primera parte concluye con el trabajo de María Teresa Bernardi, “Las prácticas periodísticas en medios nativos digitales locales”. Se trata de una descripción de las precarizadas rutinas periodísticas de tres sitios de noticias de la Norpatagonia creados para la web. Mediante entrevistas con los periodistas y el análisis de una muestra de las publicaciones, la autora indaga sobre la organización del trabajo, la agenda de temas, los criterios de noticiabilidad, las narrativas y la relación con las fuentes y con los usuarios/lectores, entre otros aspectos, de estos nuevos medios.

La segunda sección del libro agrupa bajo el título de “Tratamiento mediático del delito” dos trabajos sobre la construcción mediática de la inseguridad. El primero presenta los avances de un ambicioso estudio integral del circuito productivo de las noticias sobre violencia, delito e inseguridad en los principales noticieros televisivos del país (CABA, Córdoba, Rosario, Mendoza). El colectivo de autores (Natalia Aruguete, Martín Becerra y otros) informa aquí sobre el desafío teórico-metodológico del abordaje propuesto, que busca integrar diferentes perspectivas de análisis, entre ellas, la economía política de la comunicación y la cultura, la sociología de las redacciones, la teoría del framing, la sociosemiótica de las mediatizaciones, el análisis narrativo y los estudios de recepción. Simultáneamente, da cuenta de algunos de los hallazgos producidos, por un lado, en la dimensión del análisis de las rutinas productivas a través de las instancias de entrevistas con actores clave de los noticieros y de la observación in situ y, por el otro, en la de la recepción mediante grupos focalesAdemás, presenta ciertas características de la matriz elaborada a partir de la combinación de diferentes teorías para el análisis tanto del contenido como de la construcción discursiva de las noticias.

El desarrollo siguiente corresponde a Brenda Focás y Esteban Zunino y se centra en “La construcción mediática de la inseguridad en la prensa argentina”. En este caso, los autores detallan los resultados de un estudio de contenidos cuantitativo de noticias sobre inseguridad en Página 12La Nación y Clarín en dos períodos, octubre de 2015 y octubre de 2016, realizado con los objetivos de establecer la incidencia del contexto electoral en la frecuencia de las noticias sobre delito, los tópicos predominantes en cada uno de los contextos, los territorios donde prevalecen las representaciones mediáticas de la inseguridad y los actores y fuentes de información incluidos en las coberturas.

“Jóvenes, agendas y tratamiento mediático de las juventudes” es el título de la tercera parte del libro, que consta de cuatro artículos. En el que abre la sección, “Agendas mediáticas y encuadres noticiosos de las juventudes en Viedma”, Sandra Polizuk, Cristina Cabral y otros, presentan los resultados de otro estudio de contenidos cuantitativo que en este caso demuestra, por una parte, la escasa relevancia que los diarios Río Negro y Noticias de la Costa otorgan en sus coberturas informativas a los acontecimientos vinculados con jóvenes y adolescentes. Y, por la otra parte, que cuando estas coberturas los tienen en cuenta es en noticias homogénea y mayormente vinculadas a hechos de violencia o delictivos y con un tratamiento que desconoce las voces de estos actores como fuentes de información.

Con resultados análogos, pero ahora sobre las infancias y adolescencias en los noticieros de los cinco canales de televisión de aire de Capital Federal, el capítulo “La juventud en los medios audiovisuales: de la criminalización a la complejización de las representaciones”, de Luciano Beccaría y Cecilia Uriarte, expone conclusiones del trabajo de monitoreo y análisis de las representaciones mediáticas que realiza la Defensoría del Público de Servicios de Comunicación Audiovisual. Este desarrollo incluye, además, una aproximación a los cuestionamientos que la ciudanía en general y los jóvenes, adolescentes, niños y niñas en particular efectúan a esas representaciones en demandas y reclamos recibidos por el organismo y en las audiencias públicas que convoca.

A partir de esas voces, la sección se abre a dos trabajos que se enfocan ya no en el tratamiento mediático sino en las propias juventudes, sus formas de organización, agendas y estrategias de visibilidad. “Mapeo cultural juvenil, agendas y espacio público en Viedma”, de Sandra Polizuk, Diego Jaimes y otros, y “Organizaciones juveniles, comunicación y visibilidad en el espacio público en Viedma”, de un equipo dirigido por Cristina Cabral, son desarrollos complementarios al del primer capítulo del bloque que indagan “junto con los actores” en la participación juvenil, los intereses que la estructuran y su contraste con la agenda mediática, las modalidades de protagonismo y visibilidad, la comprensión y el sentido de lo comunicacional en sus agrupaciones, entre otros aspectos. La construcción social de la realidad se abre aquí a dimensiones que exceden lo puramente mediático y articulan lo político y lo cultural en sus múltiples búsquedas de construcción y disputa de sentidos.

La última parte del libro, “Medios y conflictos sociales”, ofrece tres capítulos que sintetizan los desarrollos teórico-conceptuales y describen las construcciones metodológicas de las investigaciones que llevan adelante sus correspondientes autores y autoras. En el primero de ellos, “El rol de la industria cultural en el proyecto civilizatorio. Hacia una matriz de análisis del discurso del enemigo íntimo y el sujeto criminal”, Carlos del Valle Rojas explica su propuesta de producción a partir de nociones teórico-conceptuales de categorías operativas para la identificación y el análisis en la prensa y la literatura del discurso que, históricamente, hace posible la marginación de los indígenas y el despojo de sus derechos. En el segundo, Nadia Koziner detalla una matriz de tres dimensiones para el estudio del tratamiento de la cuestión mapuce por parte de la prensa chilena y, finalmente, Daniel Pichl y Víctor Latorre narran algunos de los fundamentos y antecedentes que justifican y enmarcan el estudio del tratamiento de los conflictos laborales del sector petrolero en la Patagonia en las ediciones online de tres diarios.

El volumen se cierra con un anexo en el que los investigadores dialogan sobre algunos de los desafíos conceptuales y metodológicos de la investigación en comunicación, entre los que se destacan la naturaleza cambiante de ciertos objetos de estudio, los debates y triangulaciones teóricas y la renovación de las construcciones metodológicas. De esta manera, consecuente con su origen -las jornadas «Medios, agendas y periodismo en escenarios de conflictos sociales. Las juventudes en la construcción mediática de la actualidad» realizadas en Viedma en 2018″, el libro resulta un muestrario potente de los modos en que se desarrolla una parte de la producción de conocimientos en el campo.


Resenhista

Diego Martín Salinas – Universidad Nacional del Comahue. Argentina. E-mail: d.martinsalinas@gmail.com


Referências desta Resenha

POLISZUK, Sandra; BARBIERI, Ariel (Comp.). Medios, agendas y periodismo en la construcción de la realidad. Viedma: Editorial UNRN, 2020. Resenha de: SALINAS, Diego Martín. Revista Pilquen. Sección Ciencias Sociales, v.23, n.4, p. 151-154, oct./dic. 2020. Acessar publicação original [DR/JF]

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