l espejismo de la plata. Trabajadores y empresarios mineros en una economía en transición. Atacama, 1830-1870 | Hernán Venegas Valdebenito
La provincia de Atacama se constituyó tempranamente en un verdadero “polo de desarrollo” desde el punto de vista económico, tecnológico y social. Desde el mismo siglo XVIII, miles de compatriotas migraron a esa zona buscando mejores condiciones de vida y de existencia, lo que ciertamente tiene una relación intrínseca con su principal riqueza: la minería. A fines del período colonial, por ejemplo, la institucionalidad borbónica –signada por la creación del Real Tribunal de Minería en 1787– buscó precisamente reactivar aquella actividad, lo que se profundizó una vez avanzado el período republicano, como lo han constatado Marcelo Carmagnani, Luz María Méndez y Jorge Pinto, entre otros estudiosos del Norte Chico.
Originada en una tesis de Magíster en Historia de la Universidad de Santiago de Chile, el texto de Hernán Venegas “El espejismo de la plata. Trabajadores y empresarios mineros en una economía en transición. Atacama, 1830-1870”, penetra en un período que ha recibido relativamente una escasa atención, más todavía en los estudios de historia social y económica. Denominado por Carmen Cariola y Osvaldo Sunkel como el “primer ciclo de expansión económica”, que se inaugura con el descubrimiento de Chañarcillo en 1832 y que fi naliza con la gran crisis económica originada cuatro décadas más tarde, ha sido recuperado recientemente por los historiadores. Los textos más globales de Luis Ortega, de Sergio Villalobos y Rafael Sagredo y los más específicos de María Angélica Illanes, Gabriel Salazar y Pierre Vaysierre, entre otros, se han encargado de plantearnos una visión más o menos general de este proceso histórico.
El primer mérito del texto de Venegas es, en esta visión, la capacidad que tiene el autor para realizar un acabado estudio de historia regional, utilizando de una manera rigurosa y correcta los métodos de la historia económica y social, adaptados ciertamente al contexto de la minería de la plata. A la vez, el libro relaciona constantemente las transformaciones operadas en el campo local, con los potentes cambios experimentados en el país, que están marcados por una permanente (e inacabada) transición económica hacia la modernidad capitalista.
De manera general, es destacable su aporte en lo relacionado con las fuentes que utiliza. Los volúmenes del Fondo de Intendencia de Atacama, los libros de cuentas de la mina “Buena Esperanza” y algunos periódicos como El Copiapino y El Pueblo, son asumidos por el historiador como su principal “materia prima”, y como tal se utilizan acabadamente durante la integridad de la investigación. En este sentido debe señalarse que el texto de Hernán Venegas tiene un carácter historiográficamente “puro” en el buen sentido de la palabra.
Estructuralmente, el libro está dividido en cuatro capítulos, los cuales poseen una interesante coherencia e integración, dándole continuidad al conjunto del texto. El primero de ellos, titulado “La minería de la plata y el auge copiapino: Atacama en el siglo XIX”, verifica las características de la sociedad y de la actividad minera centrada en esa provincia y más precisamente en el Departamento de Copiapó. Las características de la producción, el arcaísmo de la misma, los escasos avances tecnológicos, la dispersión de la propiedad y la debilidad de las inversiones en las empresas mineras, resultan ser, de acuerdo con el autor, las principales limitantes de este tipo de explotación. Sumado a lo anterior, se desarrollan las características de la mano de obra, constituida sobre todo por los barreteros y apires, los que fueron considerados como uno de los principales gastos de estas empresas durante el siglo XIX.
Si bien el autor reconoce que tanto los minerales de Chañarcillo como –posteriormente– el de Tres Puntas (1848) generaron para el país un constante fl ujo de ingresos durante los primeros decenios de vida republicana, los rasgos tradicionales siempre estuvieron presentes en múltiples faenas, las que fi nalmente paralizaron la productividad y frustraron la posibilidad de un desarrollo a largo plazo.
Sobre la base de esta matriz se plantea el desarrollo de los siguientes tres capítulos, en que se profundiza en torno a los diversos actores sociales involucrados y sus relaciones. En el capítulo II, dedicado a los empresarios mineros, el texto del historiador alcanza uno de los puntos más altos de la obra, sin desmerecer, por cierto, el valor de los restantes. El análisis que se hace acerca de la elite empresarial es muy pertinente, determinando los principales apellidos involucrados, además de las redes que se tejen entre los miembros del gremio minero, y siguiendo la forma en que familias como los Gallo, Ossa, Matta, Tocornal y Edwards, forjaron gran parte de sus fortunas del siglo XIX sobre la base de la extracción de plata copiapina. Examinando además, las complejas relaciones establecidas entre ellos y un Estado muchas veces ausente.
Se destaca en este apartado también el análisis de una de las expresiones gremiales más relevantes en la historia del Norte Chico minero, la Junta de Minería. Originada tempranamente a mediados del siglo XIX, no solo representó los intereses empresariales, sino que muchas veces reemplazó las funciones estatales. Entre muchas otras funciones, Venegas destaca la confección de estadísticas y la construcción de caminos y vías férreas, lo cual interroga acerca de la supuesta fortaleza del Estado chileno decimonónico. Además, las argumentaciones de este apartado permiten volver a analizar las complejas relaciones entre el centro santiaguino y la periferia regional, las que –como sabemos– muchas veces experimentaron tensiones de variada índole.
El capítulo III se denomina “El mundo del trabajo”, y fundamentalmente analiza la composición y características de los sectores populares ligados a la minería de la plata. Luego de reconocer las dificultades que comporta la reconstrucción historiográfica de este actor social, el texto aborda diversos aspectos, como los demográfi cos, destacando el componente extranjero. De acuerdo a las cifras disponibles desde el censo de 1854, la provincia atacameña concentró la mayor proporción de extranjeros, en relación con su población, entre los que se incluían tanto a habitantes de América Latina –fundamentalmente argentinos– como también europeos. A su vez, se analizan las duras condiciones de trabajo, lo inhumano de los campamentos mineros, los bajos salarios, los espacios de esparcimiento, entre otros elementos.
En este capítulo, se destacan también algunas “historias de vida”, que el autor realiza con el fin de “acercar” el conocimiento histórico al lector, en el marco, claro está, de una historia social y económica mayor. Los casos de Evaristo Valencia y Rosario López, ambos trabajadores de la mina Buena Esperanza, se reconstruyen con una profundidad que posibilita al lector penetrar otros mundos, un tanto lejanos al conocimiento historiográfico más tradicional.
Finalmente, en el último capítulo se reconstruyen las relaciones sociales en el espacio atacameño. Retomando una tradición historiográfi ca enraizada en los años ochenta en Chile, Venegas aborda un eje que aparentemente es transversal a las experiencias de modernización: la resistencia a la proletarización. Esto llevó a la adopción de respuestas “inorgánicas” por parte del mundo popular, a lo cual la contraparte empresarial y estatal respondió con prácticas de disciplinamiento y control social que incluyeron la violencia como uno de sus componentes esenciales.
En síntesis, el libro de Hernán Venegas es un aporte por varios motivos: en primer lugar, por abordar desde una perspectiva relacional la realidad de actores sociales diversos, en el marco de un contexto complejo como lo fue la minería, y marcados por una economía de transición, como la atacameña en gran parte del siglo XIX. En segundo término, porque en cierta medida recupera los métodos clásicos de la historia social y económica, por estos días un tanto abandonados por la generalidad de la producción historiográfi ca. Y en tercer lugar, porque vierte su investigación en un texto de amable y amena lectura, lo que ciertamente fortalece sus méritos.
Resenhista
Pablo Rubio Apiolaza – Programa de Doctorado en Historia Pontificia Universidad Católica de Chile. Becario CONICYT.
Referências desta Resenha
VALDEBENITO, Hernán Venegas. El espejismo de la plata. Trabajadores y empresarios mineros en una economía en transición. Atacama, 1830-1870. Santiago: Editorial Universidad de Santiago de Chile, 2008. Colección Ciencias Sociales. Resenha de: APIOLAZA, Pablo Rubio. Cuadernos de Historia. Santiago, n.31, p. 179 -181, Septiembre, 2009. Acessar publicação original [DR]