Historia, museos y patrimonio. Discursos, representaciones y prácticas de un campo en construcción, Chile 1830-1930 | Luis Alegría, Stefanie Gänger e Sigal Meirovich
El libro que nos presenta Luis Alegría, Historia, museos y patrimonio, se enmarca dentro de la labor constante de este investigador chileno que, desde el año 2004 en adelante, viene desarrollando un trabajo que tiene como objeto el desplegar una reflexión sobre el campo patrimonial y las instituciones expositivas chilenas, dándole un marco a su reflexión en la línea de los parámetros que se manejan sobre el ámbito de los estudios culturales y el patrimonio simbólico. Junto a él, lo acompañan como coautoras las investigadoras Stefanie Gänger, Sigal Meirovich, Gloria Paz Núñez y Gabriela Polanco.
El libro está estructurado en dos grandes partes, en la primera se desarrollan diversos conceptos de carácter teórico que dan cuenta del enfoque y marco conceptual que tiene este trabajo, en la segunda parte se tratan estudios de casos, en los cuales se aplican las ideas y conceptos que se señalan en la primera parte. Los estudios del patrimonio contienen una diversidad de prácticas, lo que hace pertinente que los autores asuman una metodología y enfoque de los estudios culturales. De esta manera, en el libro se dan cita variadas disciplinas como la museología, antropología, historia, sociología, etc. En el desarrollo del libro se busca dar cuenta de la producción, circulación y recepción de los elementos patrimoniales de la sociedad chilena. En este sentido, la serie de problemas relativos al patrimonio y los museos, es abordada por los autores como expresión de la producción cultural en términos transdisciplinarios.
El texto trata el problema del patrimonio de manera crítica, esto implica poner de relieve el carácter convencional que tiene esta noción, en oposición a la idea de asumir lo patrimonial como algo dado o natural. Esto opera en las transferencias que hace el poder por medio del ocultamiento del proceso deliberativo que produce lo patrimonial. En esta línea, es relevante entender la patrimonialización como un proceso de construcción social, en donde se encuentran diversos actores y agentes que están insertos en la dinámica constructiva de la sociedad.
El patrimonio es el resultado de una construcción social. Podemos entender lo patrimonial como un conjunto de valores, ideas y bienes que en su disposición están sometidos a un proceso de resignificación en términos sociales e históricos. Este carácter dinámico y productivo es asumido por los autores lo cual permite reconocer el carácter creativo del entramado social que está en constante relación con todos los elementos que lo constituyen. Así, la realidad es entendida como un campo en donde se distribuyen los valores que se resignifican constantemente. En esta línea, Luis Alegría propone problematizar el campo del patrimonio como un espacio en “donde confluyen la producción, la circulación, la distribución y la recepción de aquellos bienes que “caracterizamos” o se han caracterizado como patrimoniales” (p. 34).
El giro que se ha venido dando en las últimas décadas sobre los estudios del patrimonio “requiere que se vincule dicha temática con las problemáticas identitarias, de crítica cultural, la memoria social, el consumo cultural, la desigualdad social, etcétera” (p. 23). En este sentido, la producción simbólica, que tiene como ejes a la cultura, la identidad y a la memoria, es fundamental para la construcción del campo patrimonial en términos críticos.
Luis Alegría entiende al capital simbólico como una facultad de los sujetos que les permite dotar de sentido a sus actos y que los posiciona en un punto desde donde pueden establecer una relación con el mundo. Esto es fundamental en la medida que constituye un orden dentro del medio. Es esta facultad que en relación con el patrimonio transforma los diversos bienes que adquieren un valor que trasciende la mera creatividad individual y establece lazos intersubjetivos de reconocimiento (p.46). Los aspectos teóricos que se desarrollan en la primera parte del libro tienen un relato que se concretiza en estudios de casos por parte del autor y las coautoras. Se centran en instituciones expositivas chilenas desde 1830 hasta 1930 y se ejemplifican en el Museo Nacional de Santiago, Museo Nacional de Historia Natural, Museo Etnológico y Antropológico, Museo Histórico Nacional y Museo Militar.
Hay varios aspectos que en líneas generales se podría rastrear en el recorrido que proponen los investigadores por estas instituciones. Uno de los más evidentes es la constitución de la identidad nacional, que dice relación con el proceso de construcción de lo que es propio de ser chileno. Por ejemplo, el Museo Nacional de Santiago se organizó bajo el acuerdo entre el ministro Portales y el científico francés Claudio Gay, al cual se le encomienda la recolección de las expresiones nacionales del mundo vegetal, animal y geológico. De esta manera, se busca “capturar la naturaleza nacional”, lo que constituye la formación del territorio chileno como unidad. En la misma línea, en el Museo Militar se busca representar la identidad nacional a través de sus colecciones. Esta configuración de lo propio tiene como motor ideológico la diferenciación clara entre civilización y barbarie, pues la idea de nación se embarca dentro de un proceso que avanza en permanente progreso bajo el marco de la modernidad. Estas categorías, civilización y barbarie, quedan diferenciadas en la medida en que se configura una idea del salvaje, en este sentido, en el artículo de Luis Alegría, Stefanie Gänger y Gabriela Polanco, se constatan ejemplos en donde se exhibían cuerpos (de forma permanente, otras, de forma temporal) pertenecientes a culturas indígenas bajo diferentes expresiones como cráneos, momias, restos y personas vivas (pp. 109-126).
Una figura relevante en el quehacer patrimonial de la segunda mitad del siglo XIX en Chile es Benjamín Vicuña Mackenna, quien fue intendente de Santiago desde 1872 hasta 1875. En el apartado de Luis Alegría y Gloria Paz Núñez, se remarca su importancia concretamente cuando se analiza la Exposición Histórica del Coloniaje y el Museo Histórico-Indígena del Cerro Santa Lucía (p. 127). Estas iniciativas se enmarcan dentro de un proceso de modernización que vivía el país en esas décadas, de cambios profundos con respecto a la economía, la política e ideología de la segunda mitad del siglo XIX.
Luis Alegría y Gloria Paz Núñez analizan como un hito importante dentro del espectro temporal que abarca el libro, las celebraciones del centenario de 1910. Al respecto, se abordan los festejos en donde se da cuenta de la exhibición de manifestaciones que permiten representar la historia de Chile. Es por esto que la Exposición Histórica está bajo la iniciativa patrimonial que busca reafirmar una identidad que se constituye como excluyente en la búsqueda de su representación moderna (p. 151).
El período que abarca el libro, 1830-1930, es orgánico en la medida en que delimita los procesos de patrimonialización que operaron en el país y se conforma en un ciclo de producción simbólica de un entramado tripartito compuesto por la identidad, la cultura y la memoria. Estos elementos dentro del proceso patrimonial devienen en el proyecto de lo “chileno”, asumiendo características propias y expresiones concretas a través de los museos y la conformación de sus colecciones. Luis Alegría deja establecido que tiene en perspectiva un segundo volumen de este libro en donde pueda abarcar el período entre 1930 hasta el año 2010. Este segundo ciclo analizaría la primera modernidad del campo patrimonial hasta el momento dictatorial y postdictadura en el contexto neoliberal.
En suma, este es un libro que aborda, con gran dominio conceptual, el ámbito del patrimonio en los circuitos expositivos chilenos. Logra dar cuenta del marco histórico en donde se asientan las propuestas museales del período descrito. La bibliografía teórica que se utiliza está actualizada con respecto a los debates contemporáneos relativos al tema. Los casos que presenta son desarrollados insertos en su contexto y denotan un gran dominio del manejo de fuentes relativas a los casos. Esperamos que en un futuro cercano el autor nos pueda entregar un segundo volumen que continúe esta labor que consideramos valiosa para la comprensión de la producción, circulación y recepción del fenómeno patrimonial chileno.
Resenhista
Emilio Vargas Poblete – Doctorando Doctorado de Estudios Americanos Universidad Adolfo Ibáñez. E-mail: emilio.vargas@edu.uai.cl
Referências desta Resenha
ALEGRÍA, Luis; GÄNGER, Stefanie; MEIROVICH, Sigal; NÚÑEZ, Gloria Paz; POLANCO, Gabriela. Historia, museos y patrimonio. Discursos, representaciones y prácticas de un campo en construcción, Chile 1830-1930. Ediciones del Servicio Nacional del Patrimonio Cultural, 2019. Resenha de: POBLETE, Emilio Vargas. Intus-Legere Historia. Viña del Mar, v. 15, n.1, p. 329-331, 2021. Acessar publicação original [DR]