Historia mínima del yoga | Adrián Muñoz, Gabriel Martino
Uno de los más recientes episodios de las Historias Mínimas se destaca de los demás tomos de esta renombrada colección publicada por El Colegio de México y dirigida por Pablo Yankelevich. Es bien sabido que es una hazaña destilar cualquier tema complejo en un producto que ofrezca una síntesis clara y accesible a un público no especializado sin renunciar al rigor académico. La ya clásica Historia mínima de México publicada en 1973 ha acompañado a un sinnúmero de estudiantes en este país y ha inspirado esta importante colección de divulgación académica que desde 2004 ha ampliado su horizonte a otras disciplinas aparte de la historia. Sin embargo, a diferencia de la Historia mínima de la literatura mexicana del siglo XX (por dar un ejemplo), este volumen sobre la temática del yoga se aventura en un proyecto que, a primera vista, pudiese no parecer demasiado ambicioso. Sin embargo, lo complejo de este proyecto es no solamente que abarca un lapso de tiempo inusualmente extenso, sino que también se encuentra con un problema de semántica: cuándo se habla del yoga, ¿a qué se refiere uno? Las respuestas son muchas y muy variadas ya que dependen de a quién esté dirigida la pregunta y de su momento histórico. Los autores están muy conscientes de su incrucijada al advertir a sus lectores lo siguiente: “Como podrá apreciar el lector con nuestra aclaración, el título de la portada es en esto engañoso: no habrá una historia, sino varias; no existe el yoga, sino múltiples formas de yoga” (p. 10).
Para practicantes contemporáneos e interesados del yoga hispanohablantes este libro es una joya, ya que no sólo introduce el tema de manera accesible y rigurosa, sino que lo hace de manera crítica y balanceada. Se trata, pues, de una obra seria y bien fundamentada sobre el yoga, la cual, más allá de simplemente llenar un vacío de información, ofrece una nítida luz entre las penumbras de la desinformación (re)producidas entre muchos círculos contemporáneos del yoga. Sin embargo, el libro no busca presentar el yoga “auténtico”, ni con un purismo dogmático de lo que es o debería ser “el yoga realmente”. Prentenderlo sería promulgar una visión miope que ignora la gran diversidad cultural e histórica y que desgraciadamente también está presente en el mundo del yoga contemporáneo. Esta obra busca más bien presentar conceptos, corrientes y metodologías en su contexto histórico de manera clara, breve y sistemática. Hasta ahora, la literatura en lengua española sobre el tema había sido por lo general inaccesible para quienes no pertenecen a los círculos académicos más especializados o para aquellos que no tienen acceso a la literatura en otros idiomas, notablemente en inglés. Además, cabe subrayar que los autores nos comparten con esta Historia mínima parte de su saber y reciente investigación sobre el peculiar caso del yoga en el contexto latinoamericano, una temática que no había sido tratada hasta el día de hoy.
El libro está estructurado de manera cronológica y temática a la vez. De manera metafórica, los autores nos presentan ocho capítulos, que se conforman, como el yoga de Patañjali, de ocho miembros (aṣṭāṅga). Los capítulos llevan los títulos siguientes: 1) Protoyoga: los orígenes, 2) Filosofías clásicas del yoga, 3) Acción y devoción, 4) Mitos y leyendas en el yoga, 5) Cuerpo, magia y alquimia, 6) Neoyoga o los yogas de la modernidad, 7) Sociedad y política, y finalmente, 8) Posyoga o nota bibliográfica. Como resulta evidente a partir de los títulos de estos ocho capítulos, más allá de presentarnos un acercamiento puramente textual y enfocado únicamente en el yoga clásico de los Yogasūtras de Patañjali (como lo suelen hacer muchos practicantes contemporáneos e incluso algunos “expertos” del yoga), los autores nos presentan un abanico de distintas tradiciones desde el protoyoga hasta el posyoga. Cabe destacar que Adrián Muñoz y Gabriel Martino, siendo ambos sanscritistas clásicos, demuestran la profundidad de su trabajo cubriendo el área más allá de la India clásica y la India medieval. Gabriel Martino nos brinda con su saber especializado un tratamiento acerca de los caminos del yoga premoderno y, sobre todo, el yoga en los Upaniṣads, el yoga tal como fue sistematizado por el sabio Patañjali, la filosofía del Sāṃkhya y los yogas de la Bhagavadgītā. Adrián Muñoz, por su parte, se enfoca en el yoga medieval y en su área de especialización, que son las tradiciones del haṭhayoga y los nāth-yogīs en particular, así como el yoga contemporáneo, temas que conforman la segunda parte del libro. Sin embargo, el tratamiento de los dos autores no es sólo cronológico, ni textualista, también aborda temáticamente puntos clave de los distintos acercamientos al yoga, tomando en cuenta elementos filosóficos, religiosos, políticos y sociales. Si bien el lector que conoce las áreas de especialización de ambos autores pudiera notar la división de trabajo en sus respectivos capítulos, el libro tiene un solo tono y se lee con fluidez.
Una de las cosas que me parecen más admirables de este volumen es que, dentro del vasto universo que es el yoga en sus encarnaciones pre y posmodernas, logra darle al lector no sólo un vislumbre general de lo que es fundamentalmente el yoga, sino que también brinda un comentario acerca del proceso evolutivo y las consecuencias sociales y políticas del mismo. A pesar de su formato de divulgación y su tono, que permite un acceso popular, el libro no deja de lado el rigor académico ni la crítica necesaria para tener una visión balanceada del mundo del yoga. Temas poco tratados dentro y fuera de la academia, como por ejemplo: “Yogachara: budismo” y “Yoguis y sufíes”, o temas incómodos que a menudo se dejan de lado cuando se aborda el tema del yoga, son tratados aquí puntualmente pero muy acertadamente. En particular, en los capítulos 6, “Neoyoga o los yogas de la modernidad” y 7, “Sociedad y política”, los autores se dan a la tarea de explorar la génesis del yoga moderno y globalizado, incluyendo su llegada a Iberoamérica (pp. 206-211). En este esbozo sobre el desarrollo del yoga moderno, los autores discuten no sólo el yoga moderno postural, que es el que hoy en día tiene más visibilidad, sino también sus inicios en Occidente dentro de círculos intelectuales y espiritualistas, como la Sociedad Teosófica. El séptimo capítulo también explora dentro de la lógica del capitalismo neoliberal el consumismo del yoga en su sinfín de avatares. Los autores hacen aquí un breve análisis de las implicaciones del yoga corporativo, así como de los lamentables abusos de poder, incluyendo aquellos de carácter sexual dentro de ciertas comunidades de yoga.
Sin hacer uso de un aparato crítico o de una bibliografía extensiva del yoga, esta obra logra brindar con transparencia las fuentes que utiliza. Es decir, los autores no sólo ofrecen a sus lectores una Historia mínima del yoga, sino que también nos dan una visión de lo que ha sucedido y continúa ocurriendo en el estudio académico del yoga hasta el año de su publicación. En el último capítulo (“Posyoga o nota bibliográfica”), hacen precisamente una breve pero pertinente anotación de la literatura más importante (principalmente en inglés, pero también en francés) producida en los últimos años a nivel internacional. Este acercamiento permite a los autores, por un lado, una autorreflexión del posicionamiento e impacto que pueden tener como académicos en el mundo del yoga y, por otro, facilita a sus lectores seguir el trabajo de los investigadores y autores de vanguardia en este campo de estudio emergente.
El tomo cuenta además con una cronología que abarca de 2600 a.e.c. a 2015 e.c., la cual permite al lector ubicar los momentos clave de su historia. También incluye un útil índice con términos sánscritos para el público no especialista.
La obra de Muñoz y Martino tiene, en mi opinión, pocos puntos de crítica. Si acaso, se le podría reprochar la omisión de uno u otro tema: linajes yóguicos (paramparā) o tradiciones textuales de importancia para el yoga globalmente hablando. Sin embargo, tal crítica sería injusta debido a la naturaleza breve de los tomos dentro la serie de la prestigiosa publicación de El Colegio de México. Algunos pequeños errores e inconsistencias en la transliteración del sánscrito y del hindi los notarán los colegas especialistas y podrán ser corregidos en futuras ediciones, pero estos pequeños bemoles no desentonan en esta obra tan valiosa que, en su totalidad, me parece excelentemente lograda.
Resenhista
Borayin Larios – Universität Wien.
Referências desta Resenha
MUÑOZ, Adrián; MARTINO, Gabriel. Historia mínima del yoga. México: El Colegio de México, 2019. Resenha de: LARIOS, Borayin. Historia Mexicana. México, v.72, n. 3 (287), ene./mar. 2023. Acessar publicação original [DR/JF]