Eudemo | Aristóteles

Hacer una contribución dentro del ámbito de la historia de la filosofía no es una tarea fácil. Por ello, cabe destacar la labor realizada por Benjamín Ugalde en la edición de los fragmentos y testimonios del diálogo Eudemo de Aristóteles. Este libro, que recopila y comenta sistemáticamente los fragmentos del –supuestamente– joven Aristóteles sobre el alma, se nos ofrece como ejemplo de que aún se le pueden sumar importantes contribuciones a la producción de textos en el ámbito de la historia de la filosofía.

En su introducción (pp. 14-15; 25-28), Ugalde aborda la siguiente cuestión: ¿Qué aporte tiene para la comprensión del pensamiento sistemático de Aristóteles la consideración de un texto fragmentario como el Eudemo? Nos atreveríamos a responder que la teoría evolutiva del pensamiento del filósofo encuentra aquí un punto a su favor y nos recuerda que el pensamiento de los filósofos puede ser influenciado por sus maestros, cambiar y devenir a una posición propia. En este contexto, el aspecto más notable corresponde a lo que oportunamente destaca Ugalde (p. 28) sobre el tránsito que habría en el pensamiento de Aristóteles en relación al estatus ontológico del alma, ya que en el Eudemo la concebiría como una cierta idea (εἶδός τι), mientras que en el De Anima como una forma de algo (εἶδός τινος).

La traducción demuestra estar excelentemente realizada. Con el ánimo de ofrecer puntos de vista distintos respecto a ciertos pasajes, a continuación, presentamos algunas traducciones alternativas para ellos. En primer lugar, consideraríamos más oportuno utilizar el término «idea» en lugar de «forma» en el pasaje de B8 donde «εἴδει τινὶ» se traduce por «una forma» (pp. 62-63), en lo cual creemos coincidir con las afirmaciones de Ugalde en relación a la traducción de este complejo término (p. 31-32). En segundo lugar, en el siguiente pasaje de B11: «pero la armonía se mueve a sí misma» (p. 69), el verbo «κινεῖται», el cual probablemente ha sido comprendido en este lugar según su voz media, nos parecería más adecuado que se tradujera según su voz pasiva, resultando la frase: «pero la armonía es movida». En los pasajes de De anima I 3-4, a los cuales parece referir Olimpiodoro, Aristóteles ocupa la expresión «κινεῖν ἑαυτό» (406a1) como «moverse a sí mismo», mientras que «κινεῖσθαι καθ’αὑτὸ» (406a7) y «κινεῖσθαι ὑφ’ἑαυτοῦ» (408b31) como «moverse por sí mismo». Con todo, esta decisión traductiva asume que Olimpiodoro estaría siguiendo la terminología de Aristóteles. En último lugar, mencionamos el pasaje que se encuentra hacia el final de B13, donde el griego dice: «τὴν νοητικὴν ὡς τῶν ἀληθῶν δευτέρως εἰδῶν γνωριστικήν», el cual es vertido al castellano como: «la parte intelectiva en tanto que conoce las ideas de segundo rango de verdad» (p. 71). En este caso, nos parece que el adverbio «δευτέρως» no determina a «ἀληθῶν», sino a «γνωριστικήν», de modo que nuestra propuesta para traducir este pasaje sería la siguiente: «la parte intelectiva en tanto que conoce en segundo lugar las ideas verdaderas».

Se podrían plantear algunas observaciones escépticas con relación al criterio de verdad según el cual se considera esta reconstrucción como un aporte para entender el pensamiento de Aristóteles. Basta con detenernos en los fragmentos B3, 4, 6, 14, 15, 16 y en los Apéndices, como para dudar –como permite ver Ugalde en sus comentarios a estos fragmentos– de la veracidad y coherencia de los contenidos expuestos en ellos. ¿No son estos fragmentos un reflejo de que con el Eudemo ocurre algo similar que con los fragmentos de los presocráticos? Incluso podríamos preguntarnos de qué manera el contenido de estos fragmentos no es sino otra forma de doxografía como la de Diógenes o como las recopilaciones de la misma Metafísica. A fin de cuentas, el contenido está presentado diciendo lo que posiblemente otros dijeron. Ahora bien, con todo lo escéptico que se quiera ser, los testimonios nos permiten al menos confirmar que Aristóteles sí escribió un diálogo dedicado a la cuestión del alma con características lo suficientemente platónicas como para diferenciarlo del De Anima.

El texto de Ugalde cierra con sus comentarios sobre los fragmentos y testimonios del Eudemo. Con el propósito de complementar tales observaciones, nos gustaría también problematizar en torno a un asunto que aparece en uno de los testimonios, dejando de lado si lo allí afirmado efectivamente refleja el pensamiento de Aristóteles. El testimonio 7 (pp. 44- 47) explica la clásica distinción entre esotérico y exotérico remitiendo al hecho de si un texto se dirige a quienes están situados dentro (ἔσω) o fuera (ἔξω) de la filosofía. Ahora bien, ¿qué significaría «estar situado dentro de la filosofía»? Por otro lado, el mismo testimonio 7 establece una conexión entre la situación del público respecto a la filosofía y el modo en que están escritos los textos, en la medida en que el estilo in propria persona (αὐτοπρόσωπον, ἐξ οἰκείου προσώπου) sería el apropiado para hablar sobre filosofía con quienes se sitúan dentro de ésta, mientras el estilo dialógico con quienes se sitúan fuera. Quizás aquí podría verse más que una mera diferencia estilística, dado que ese «estar situado dentro de la filosofía» podría entenderse como compartir un cierto punto de vista a partir del cual se puede indagar un asunto. Este punto puede conectarse con otro aspecto afirmado en el testimonio 7 (y también en el fragmento B7, ambos de Elías), a saber, el carácter de los argumentos en el caso de los escritos esotéricos y de los exotéricos, los cuales son necesarios en los primeros y meramente persuasivos en los últimos. Finalmente, a partir de las conexiones anteriores puede plantearse la siguiente pregunta: ¿Podría uno convencerse de un argumento filosófico si no está ya situado dentro de la filosofía?

No está de más agregar que esta versión del Eudemo, además de ser, por un lado, un excelente aporte para quienes estudiamos la historia de la filosofía y de mostrar, por otro lado, un manejo preciso de herramientas y metodologías que no siempre tienen un lugar central en la formación filosófica es también una invitación a seguir contribuyendo a la producción cultural tanto de nuestro país como del ámbito hispanoamericano. Destacamos lo anterior en la medida en que el trabajo de Ugalde continúa y amplía la labor realizada por Vallejo Campos para la editorial Gredos. En este último aspecto, esperamos que esta edición del Eudemo no sea sino un impulso para que nuestra disciplina se siga enriqueciendo de aportes como el aquí reseñado.


Resenhistas

Javier Fuentes González – Universidad de Bonn. E-mail: jfuentesg10@gmail.com

Nicolás Rojas Cortés – Universidad de Chile. Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo / Subdirección de Capital Humano / Beca de Doctorado Nacional 21210804.  E-mail: Nicolas.rojas.c@ug.uchile.cl


Referências desta Resenha

ARISTÓTELES. Eudemo. Texto griego establecido, traducido y comentado por Benjamín Ugalde. Santiago de Chile: Ediciones Democracia y Libertad, 2020. Resenha de: GONZÁLEZ, Javier Fuentes; CORTÉS, Nicolás Rojas. Grecorromana. Revista Chilena de Estudios Clásicos. Santiago, v. 3, p. 158- 160, 2021. Acessar publicação original [DR]

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