España en la Guerra de los Siete años. La campaña imposible de Portugal y el Ejército de Prevención (1761-1764) | M. Á. Melón Jiménez

Este libro, por muchos conceptos, puede calificarse como grande. Es la obra definitiva de un autor maduro y sólido, de cuyas publicaciones siempre se destaca su gran capacidad de trabajo, demostrable en la enorme cantidad de documentación que sirve como fundamento a su investigación y en su insobornable crítica de las fuentes, basada en el dominio metodológico y conceptual y en una reflexión profunda sobre los problemas que aborda. A esto se une su forma de escribir, eficaz y convincente, cuya claridad permite leer de principio a fin este monumental texto sin que el interés disminuya.

Miguel Ángel Melón Jiménez, catedrático de Historia Moderna en la Universidad de Extremadura, no necesita presentación ni aval, dada su larga y acreditada trayectoria en ámbitos históricos variados, pero complementarios entre sí, que lo han llevado de una forma natural de los estudios sobre su tierra extremeña a los referidos a la frontera con Portugal y de ahí a otras y a ese fascinante mundo, ya no solo desde el punto de vista político, fiscal y militar, sino sobre todo en las peculiaridades de las sociedades fronterizas, su vida cotidiana entre lo legal y lo ilegal, el trasiego pacífico o el paso clandestino de personas y de bienes, y tantas otras facetas. Es fácil de entender la evolución de la obra de M. A. Melón porque Extremadura está marcada por su condición de tierra de límite y nada mejor que conocer bien un territorio para comprender su complejidad como se constata en una de sus obras clave, Hacienda, comercio y contrabando en la frontera de Portugal (1999); el dominio adquirido en esa y en otras muchas publicaciones tuvo otro resultado otro libro que ampliaba el espectro geográfico y temático de las fronteras, haciendo ya una referencia específica a la dimensión militar: Los tentáculos de la Hidra: contrabando y militarización del orden público en España (1784-1800), publicado en 2009.

La dirección de proyectos de investigación, la coordinación de varios coloquios y obras colectivas, y sus numerosos artículos y capítulos sobre estos ámbitos, han hecho de M. A. Melón un referente internacional y esta obra que comentamos puede considerarse como la culminación de su carrera. De su laboriosa ejecución durante varios años hemos sido testigos a través de las publicaciones en las que avanzaba facetas concretas y resultados que ya hacían prever la calidad de este texto. En el prólogo del libro dice el autor de sí mismo que “sin ser un investigador con una trayectoria reconocida en la temática militar” se ha atrevido a escribir más de setecientas páginas, pero lo cierto es que no se trata de un salto en el vacío sino de una evolución lógica y esperable: la obra desmiente esa declaración y demuestra que M. A. Melón dispone del fundamento teórico y metodológico necesario para hacer mucho más que eso. A lo largo de los capítulos que comentaremos se analizan, además de los hechos militares, el universo mental de los gobernantes y sus ideas, palabras y pensamientos; las órdenes originadas en sus despachos; las polémicas entre diplomáticos; los planes y las órdenes ejecutadas por los militares; los frentes peninsulares de norte a sur y en ultramar; las negociaciones para la paz; las crónicas de los hechos y la memoria y el recuerdo de la guerra, y todo aquello que sirve de contexto al problema tanto en la Península como en el escenario europeo de la contienda.

Para sintetizar los objetivos del libro emplearemos las mismas palabras que el autor utiliza. Se trata de una reconstrucción intensa de la preparación y el desarrollo “de una guerra sin batallas”, la Guerra Fantástica, que enfrentó desde 1762, una vez más, a Portugal y España. En esta ocasión, también como en otras, el detonante llegó de fuera: en realidad fue una continuación de la guerra que sostenían Gran Bretaña y España. Ahora bien, no se trató de uno más de los conflictos entre dos vecinos mal avenidos, sino que introdujo un elemento más a la desestabilización en la política internacional europea. Su denominación como Guerra Fantástica explica que no haya recibido la atención que merecía y que no se hayan advertido su impacto ni sus consecuencias, que es lo que el libro pone a la luz en toda su profundidad. Esa calificación obliga a reflexionar sobre las trampas del lenguaje: una denominación a la baja no anula el hecho en sí mismo ni rebaja sus repercusiones, pero lo sitúa en un plano inferior próximo a la irrelevancia y eso es lo que ha sucedido con este conflicto hasta que M. A. Melón lo ha rescatado.

Así pues, el autor ha conseguido un estudio sistemático de la guerra de 1762, modélico para el estudio de otras guerras. El periodo que se aborda se inicia el 2 de enero de 1762 cuando Jorge III, rey de Gran Bretaña, declaró la guerra a Carlos III, después de que este, un año antes, hubiera firmado el Tercer Pacto de Familia con los Borbones de Francia. Un acto en nombre de España que suponía una ruptura de hostilidades e implicaba la entrar en la Guerra de los Siete años (1756-1763), un macroconflicto que se ha considerado como el primero de la historia a escala global. Poco después de esa firma, en mayo de aquel mismo año, el llamado Ejército de Prevención invadió Portugal por Tras-os-Montes y la guerra europea ampliaba el ámbito de los enfrentamientos a la Península y, claro está, a las posesiones de las dos monarquías ibéricas en América y Asia.

A lo largo del texto se explican la movilización de recursos y el soporte logístico necesarios para las tropas que protagonizaron “aquella infausta campaña en tierras lusas”, así como la financiación que la hizo posible, una pieza clave de la obra. El autor hace un recorrido por los factores intangibles de la guerra -“las amenazas, los miedos, la incertidumbre, el desconcierto, los rumores”-, por los más tangibles en su peor versión – “la imposición de tributos, los botines”- y por los desastres humanos de la contienda – “los repatriados de ultramar, los prisioneros, los enfermos y tercianarios”-, todo lo cual permite ver los perfiles de un enfrentamiento real “pero imposible de resolverse en el sentido que España pretendía”. Y analiza con maestría “las inquietas trastiendas del poder, el agitado mundo de la diplomacia y la vida en los frentes” que, como en todas las guerras de todos los tiempos, compartían escenario “con el discurrir cotidiano en las poblaciones ocupadas y dan vida a un episodio que, lejos de cerrar viejas heridas entre seculares enemigos, las pospuso a la espera de futuros contenciosos”.

La primera parte del libro lleva por título “la guerra y la diplomacia” y en sus páginas se hace un análisis previo de la situación que llevaría a aquella confrontación, observando el contexto europeo en el que se produjo y cómo llegaban sus ecos al gobierno de Madrid, así como los procesos paralelos de negociación, la confluencia entre diplomacia y política “en un recorrido fascinante” por las intrigas de los embajadores. En un segundo capítulo se estudia la campaña de Portugal y el Ejército de Prevención revisando las claves de la estrategia y los espacios por dónde poder invadir Portugal, lo que incluye los planteamientos teóricos de los personajes implicados en la dirección de la guerra. El tercero se ocupa de la acción del Conde de Aranda y lo que Miguel Ángel Melón denomina la “gestión de un imposible”, pasando luego a cómo se vivió la guerra en la frontera y en los territorios ocupados en Portugal y España, lo que supone la aparición de quienes allí vivían, no solo militares y soldadesca sino el paisanaje, ajeno a los juegos internacionales. Luego viene la parte esperable de la confrontación en el mar y en ultramar -Cuba en especial, pero también Manila y la Colonia de Sacramento- y el camino hacia la resolución del conflicto hasta la firma de la paz de París.

La segunda parte tiene un enfoque diferente y responde a título de “los hombres, los recursos y los desastres de la guerra”. El primero de los cuatro capítulos se dedica a la memoria de esa guerra sin batallas, páginas preciosas que se ocupan de su impronta en el lenguaje, algo que nos parece sugestivo e innovador, y nos lleva después a las consecuencias humanas de la contienda: los secuestros de bienes, las imposiciones de tributos, los efectos de los saqueos, los expolios y botines y, como ya señalamos, la faceta más dramática, la de los renegados, extranjeros, repatriados, enfermos, convalecientes y prisioneros. El segundo de los capítulos de esta parte es un análisis de la mayor importancia sobre la presencia territorial de los ejércitos contendientes, pero tiene además la finalidad de observar qué lecciones se aprendieron de esta guerra, si es que se obtuvo alguna: es aquí donde encontramos el desarrollo y la explicación de la cartografía, los itinerarios, los mapas e incluso las corografías, es decir, la reunión del material destinado a futuras confrontaciones. Como era esperable, conociendo la trayectoria de M. A. Melón, el octavo capítulo se dedica íntegramente a los recursos de la guerra partiendo de las cuestiones logísticas, la financiación, los servicios sanitarios, la gestión de los recursos, los dispositivos de asedio y, cómo es fácil de deducir, las penurias del ejército por deficiencia en su abastecimiento y por una retirada mal organizada. La cuestión de las cuentas tiene aquí su espacio, en sí mismas, pero sobre todo remitiendo a aquellas personas que intervinieron en ellas, fundamentalmente asentistas, contratistas, abastecedores, transportistas, etc., poniendo a la vista cómo se realizaron los acopios de suministros de todo tipo, el traslado de estos, su reparto, etc.

En lo que atañe a la metodología, llama la atención la importancia dada a las palabras -las de la política y la diplomacia, de las memorias y las crónicas, insultos y eufemismos incluidos- uno de los rasgos en los que incide el autor, especialmente en las páginas dedicadas a la impronta de la guerra en el lenguaje. Es este un libro con pocas tablas -porque el relato no las requiere- pero con cifras fundamentales -las contabilidades del ejército, los sueldos y gratificaciones del personal, las liquidaciones de los asientos de provisión, etc.- como no podía ser menos en un investigador que ha aportado en obras anteriores datos y series sobre la configuración económica de los territorios implicados. Insistimos en la importancia del bagaje metodológico del que disponía previamente M. A. Melón al abordar este libro, lo que incluye un excelente conocimiento sobre la materialidad de la frontera hispano-lusa, su diversidad orográfica, climática y del hábitat: es evidente que es la clave no solo para entender la cartografía del siglo XVIII -en especial la militar- sino para fundamentar los problemas de los movimientos de tropas en el desarrollo de la guerra.

Es imprescindible destacar el volumen y la variedad de las fuentes empleadas, que solo se pueden calificar de exhaustivos. El Archivo General de Simancas es sin duda el depósito más asiduamente consultado por el autor: más de cien legajos de las secciones de Estado, Guerra y Marina, Secretaría y Superintendencia de Hacienda, Tribunal Mayor de Cuentas, e incluso las Respuestas Generales del Catastro de La Ensenada. Destaca especialmente la consulta de numerosos mapas, planos y dibujos obtenidos precisamente en la sección simanquina que lleva este nombre, que se complementan con otros no menos numerosos de los procedentes de la Cartoteca del Centro Geográfico del Ejército y con los depositados en el Departamento de Cartografía y Artes Gráficas de la Real Academia de la Historia. El repertorio de centros incluye los generales militares de Madrid y de Segovia y el Archivo Histórico Nacional, aunque nos parece igual de importante subrayar el recurso a fondos municipales de ciudades y villas situadas en territorios fronterizos españoles, archivos provinciales e incluso diocesanos, parroquiales, universitarios, etc. Pero sin duda lo más llamativo es el volumen de fuentes consultadas en el extranjero: Service Historique de la Défense (Archives de la Guerre en el castillo parisino de Vicennes) y Archivo Nacional de la Torre do Tombo de Lisboa son los dos de referencia. A esto se une la consulta de fuentes impresas en bibliotecas como las nacionales de España, Francia y Portugal, no en vano esas fuentes constituyen un elemento de extraordinaria importancia, empezando por la prensa de la época –Gaceta de Madrid, Mercurio histórico Político, entre otros periódicos- y siguiendo por memorias, tratados militares, informes, arquitectura militar, etc. Todo lo cual implica el esfuerzo de trabajar con textos manuscritos en francés, portugués e inglés del siglo XVIII, recompensado con una perspectiva desde diferentes ángulos de la Guerra Fantástica y del periodo bélico internacional en el que se desarrolló. Similar valoración merece la ingente bibliografía que se emplea a lo largo de la obra con oportunidad y criterio, demostrando el dominio sobre una producción bibliográfica muy diversa, tanto la referida a aspectos centrales como los laterales a la temática del libro, además de aportar la imprescindible dimensión comparativa.

El libro termina con un amplio epílogo, como no podría ser de otra manera. Es decir, no se trata de páginas de conclusiones, sino de una reflexión final profunda, coherente y ajustada de una obra que no deja prácticamente una línea temática sin abordar. Un cuadro cronológico, útil guía para seguir el transcurso de hechos que se producían al mismo tiempo en escenarios diferentes, precede al apéndice de planos y mapas. El soporte gráfico es sin duda un elemento clave de esta publicación: es el modo de que podamos situarnos en los espacios de la guerra para comprender su formulación y visualizar la disposición de las acciones, la formación de los cuerpos de ejército, los movimientos y la ubicación de los campamentos, etc., pero también para tener una imagen de los sistemas defensivos previos y de los planos de las fortalezas de los dos lados de la frontera. En síntesis, como decíamos al principio, una obra completa y un modelo metodológico a seguir.


Resenhista

Ofelia Rey Castelao – Universidad de Santiago de Compostela, España. E-mail: ofelia.rey@usc.es  ID ORCID: 0000-0002-9720-8486


Referências desta Resenha

MELÓN JIMÉNEZ, M. Á. España en la Guerra de los Siete años. La campaña imposible de Portugal y el Ejército de Prevención (1761-1764). Madrid: Editorial Sílex, 2022. Resenha de: CASTELAO, Ofelia Rey. MAGALLÁNICA. Revista de Historia Moderna, v.9, n.17, p.539-545, jul./dic. 2022. Acessar publicação original [DR/JF]

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