En 1950, la destacada profesora, embajadora y feminista chilena Amanda Labarca escribió un connotado artículo sobre las clases medias en la Revista Atenea, diciendo que se trataba de un sector definido más por el “estar” que por el “ser”1. Parecen caracterizarse, sostenía, “por su actitud de tránsito”, pues “sus miembros están, no son clase media”2. Parafraseando esta idea, el libro de Claudia Stern traza una historia inscrita entre los años 1932 y 1962, perfilando una caracterización sociocultural que, efectivamente, muestra el deslizamiento permanente, la identidad una y otra vez construida y reconstruida de unas clases medias heterogéneas, complejas y, como enfatiza la autora, “elásticas”.
El “ser” y el “estar” es una dicotomía de origen filosófico que bien se aplica al análisis histórico3, pues permite visualizar lo humano en movimiento y distinguir entre lo que permanece y lo que cambia, facilitando el recorrido por entre la fluidez de lo social. Prueba de ello es que en las últimas décadas la historiografía se ha ido desplazando hacia la búsqueda de respuestas menos esencialistas y más localizadas, abriendo espacios a indagaciones poco convencionales; en otras palabras, se ha trasladado desde el ser al estar histórico 4.
Por ende, aprecio que la elección de esa clave interpretativa que el libro reseñado plantea no responde sólo a una modalidad que se ajusta al tema y a los actores investigados, sino que se suma a un devenir historiográfico propio del tiempo presente y propio también de otras disciplinas humanistas y sociales5. No obstante, lo anterior, la idea de un ser-estar es una clave ampliamente utilizada para la comprensión de las clases medias y la autora la recoge a partir de una extensa revisión bibliográfica en la que avista diferentes perspectivas y tradiciones conceptuales e investigaciones empíricas sobre el tema.
Además de esta entrada, Entre el cielo y el suelo… sostiene que la misma idea de “clase” debe perder aquella rigidez impuesta por el canon marxista (la “clase para sí”), pues la identidad clasemediera fue elástica, mutable y plural, y habría ocupado un lugar siempre transitorio, resultado “de lo vivido y lo imaginado”6 y de la permanente tensión entre los diversos sectores que la conformaron (funcionarios públicos, pequeños empresarios, empleados de instituciones privadas, comerciantes).
El libro se articula en cinco partes las que, a su vez, se dividen en doce capítulos. La idea transversal es construir una indagación histórica sobre la mesocracia chilena en tres décadas intermedias del siglo XX. En vez de una perspectiva panorámica, se opta por llegar a ella desde cuatro ángulos diferentes, aunque complementarios: su representación en la prensa, su posición en el sistema educativo, su ubicación barrial-espacial y el fanatismo deportivo representado por la organización del Mundial de Fútbol en Chile en el año 1962.
El punto de mira se enfoca en aspectos generales y otros casuísticos y, por ende, el libro no transmite una visión de las clases medias desde la prensa, desde la educación o desde el deporte, sino que todas esas ópticas son a la vez amplias y se detienen en particularidades, conformadas por las cuatro coordenadas mencionadas.
Entre la segunda y la quinta parte se desarrolla la investigación histórica propiamente tal que, como hemos dicho, realiza cuatro bajadas sobre aspectos específicos de análisis. La primera de ellas es la caracterización de los grupos medios desde su representación en la prensa nacional y en algunas tiras cómicas. El saldo es una imagen crítica de los sectores medios, con alusiones frecuentes a su arribismo y “siutiquería”. No lo dice Claudia Stern, pero se deduce de los textos e imágenes escogidos, que aparecen acá sus peores facetas, las que son objeto de burla y escarnio y de las que se mofan otros grupos, como las clases ricas o los sectores populares. Particularmente son aludidos los empleados públicos, que tanto en los diarios como en las revistas son dibujados como flojos, ladinos e ineficientes.
El segundo eje de análisis, que parece mejor logrado que el anterior, realiza un bosquejo completo y complejo del Liceo Experimental Manuel de Salas (LMS), un proyecto educacional innovador en un sentido pedagógico y cultural, ubicado en la comuna de Ñuñoa. La autora describe sus valores pedagógicos, sus actividades formativas y deportivas, los testimonios de ex alumnos y profesores, mostrando que consistió en un experimento sui generis, creativo y arriesgado para la época, pero que a la vez reflejó la situación general del sistema de educación secundaria en Chile, sus valores predominantes, las dificultades que enfrentaba y los callejones sin salida en los que se encontraba desenvuelto. Dentro de ellos, resalta la imagen de las familias clasemedieras tensionadas por lo que la autora llama el ideal del “chileno integral” ―representado por la formación que impartía el LMS, basado en la utopía del hombre humanista, con agencia ciudadana y compromiso social― y las aspiraciones arribistas de las familias, que deseaban que la formación recibida redituara en un ascenso social a través de la entrada posterior a la Universidad. Arribismo, pragmatismo e integridad chocaban de manera permanente en el liceo.
Un tercer eje, desarrollado en la cuarta parte del libro, desmenuza la vida de clase media en el barrio, encaminándose por las calles, las viviendas, las plazas y los sitios de esparcimiento. Este “habitar que reflejaba pertenencia social”7 es analizado nuevamente en la comuna de Ñuñoa, lugar que durante estos treinta años se habría poblado de familias clasemedieras (inmigrantes prósperos, funcionarios, pequeños industriales, profesores y otros profesionales) y habría dado lugar a una identidad construida por formas de sociabilidad, esparcimiento, residencia, educación y deporte. Un factor importante de gentrificación del entorno habría sido la construcción de viviendas con “living, jardín, mascota e hijos”8 a las que se accedía mediante diversos sistemas de créditos estatales o vinculados a las cajas previsionales que proliferaron en Chile al alero del Estado de Bienestar9. El proceso de modernización del país habría sido el cigüeñal de todas estas dimensiones del habitar de las clases medias y habría tenido diversas expresiones: el progreso del transporte público, la tecnificación del hogar y la vida doméstica, la transformación en el vestuario, el mejoramiento de la infraestructura urbana, entre otras.
Un cuarto y último momento, Claudia Stern se concentra en el análisis del Mundial de Fútbol organizado por Chile en 1962, que coincide también con el cierre temporal del libro.
El Mundial, desde la perspectiva de la autora, condensa aquellos valores y realidades materiales que más y mejor representan a la clase media de la época: el valor de la identidad nacional expresada en un evento deportivo que congrega a los chilenos, el acceso al espectáculo en el estadio o a través de las pantallas de la televisión ―un bien moderno, de difícil acceso y representativo del estatus logrado― y la conformación de un imaginario de chilenidad esforzada pero triunfante10. Cruzado por las tensiones políticas de la guerra fría, la organización del Mundial fue el evento que marcó también el final de un modelo industrializador en lo económico y nacionalista en lo cultural, y la apertura de un nuevo ciclo donde se radicalizarían las posiciones políticas y se instalaría un conflicto que terminó trágicamente con el golpe militar de 1973.
Este ir y venir entre la mirada más amplia y el caso específico constituye tal vez el mayor mérito del libro, que sin embargo no reporta hallazgos novedosos respecto de los escritos más recientes sobre el mismo tema11. Que se trata de una clase movediza e inasible, que su construcción identitaria tuvo como pivotes la educación y el trabajo, o que se fortaleció y creció en el periodo estudiado debido a la ampliación del aparato público, la creación de empresas y el énfasis educativo de los gobiernos de turno, no son descubrimientos sino consensos entre los autores. Sin embargo, cuando estos marcos generales cobran vida a través del uso de testimonios directos o se ilustran en detalles del quehacer cotidiano de algunos actores clasemedieros, entonces el libro ilumina con nuevos destellos la temática. Recomponer el todo a partir de fragmentos resulta, entonces, un buen ejercicio y da excelentes resultados12, especialmente porque Claudia Stern sabe recordarnos cuál es el hilo conductor que los reúne y les da sentido.
En la misma dirección, es también relevante contar con nuevas investigaciones sobre el siglo XX chileno que traspasen los márgenes del proceso sociopolítico y caminen por otros rumbos, rescatando historias locales, narraciones de los actores involucrados y usen la libertad académica para saltar por diversas fuentes y perspectivas. De manera coherente y sin perder el norte, Claudia Stern reúne algunas de sus publicaciones previas sobre inmigración, vivienda y vida cotidiana de las clases medias santiaguinas13 y desarrolla un libro inteligente, bien estructurado y novedoso.
Su única deuda parece haber sido dar cumplimiento a un objetivo que desde un comienzo pareció ambicioso: ser “la primera investigación histórica que considera a las clases medias chilenas de mediados del siglo XX como único objeto de estudio en lugar de enfocarse en uno o algunos de sus sectores”14. Ciertamente, la mayor parte de los trabajos por ella citados y algunos a los que hemos hecho referencia en esta reseña contemplan algún sector específico de indagación, ya fuesen los empleados públicos, los profesores u otros profesionales, migrantes o exiliados. Sin embargo, Claudia Stern también recorta algunos episodios, instituciones y barrios en su historia ―Ñuñoa, el Mundial o el LMS―y esa elección, lejos de ser un defecto, es un mérito de la obra, pues permite profundizar e ilustrar desde el caso situado.
Haberlo hecho de otra manera habría sido entrar en una contradicción flagrante, pues si coincidimos con la premisa de que las clases medias chilenas han sido elásticas y movedizas y que, como se plantea reiteradamente en el libro, construyeron una identidad más corporativa que de clase, entonces no resultaría un justo enfoque abordarlas a partir de una presunción de totalidad que no le calza ni la identifica.
Notas
1 Labarca, Amanda, “Apuntes para estudiar la clase media en Chile”, Atenea, año XXVII, Tomo XCIX, N° 305- 306, 1950, (pp. 337-350).
2 Id., p. 349.
3 A riesgo de perder precisión y densidad filosófica, podría hablarse del “ser” como “presencia plena”, una esencia permanente. El “estar”, en cambio, es básicamente contingente, es un estado o una existencia. Constante, Alberto, “La pregunta que interroga por el sentido del ser”, EN-CLAVES del Pensamiento, año IV, núm. 7, junio 2010, (pp. 79-100). Rojas, Alejandro, “La existencia, entre el ser y la nada”, Contrastes Revista Internacional de Filosofía, vol. XII, N°2, 2017, (pp. 203-215).
4 Este giro menos esencialista se aprecia en diversas direcciones historiográficas, pero una de las más elocuentes es la llamada “nueva historia cultural”, que parece abarcar tendencias diversas como la microhistoria, el narrativismo, la historia de las vidas privadas o cotidianas, la historia de las emociones, entre otras. Véase en: Burke, Peter, ¿Qué es la historia cultural?”, Buenos Aires, Paidós, 2006. Jameson, Fredric, El giro cultural. Escritos seleccionados sobre el posmodernismo, 1983-1998, Buenos Aries, Manantial, 2002.
5 Costa, Sergio; Boatca, Manuela, “La sociología postcolonial. Estado del arte y perspectivas.” Estudios Sociológicos, vol. XXVIII, núm. 83, mayo-agosto 2010, (pp. 335-358).
6 Stern, Claudia, Entre el cielo y el suelo. Las identidades elásticas de las clases medias (Santiago de Chile, 1932- 1962), Santiago, RIL Editores, 2021, p. 29.
7 Stern, op. cit., p. 253.
8 Íd., p. 250.
9 Olguín, Raúl, “Clases medias, EMPART y desarrollo urbano. El caso de Villa Frei, 1968-2014”, Revista Diseño Urbano & Paisaje, vol. XII, N°29, 2015, (pp. 27-33).
10 Como bien lo describe la autora, está inscrito en la memoria nacional la idea de que la organización del Mundial de Fútbol en Chile fue una gesta épica que logró imponer la candidatura chilena por sobre las de otras potencias futbolísticas latinoamericanas como Brasil, Argentina o Uruguay, como un símil del pequeño David frente al gigante Goliat. Sin estadios mundialistas, una hinchada menos futbolizada y un campeonato local más bien pobre, Chile habría mostrado un tesón idealista y habría convencido a la FIFA de otorgar la organización del evento sólo con el poder de sus argumentos emotivos. Stern, op. cit., pp. 365 y sgtes.
11 Entre los más relevantes podemos citar a: Candina, Azún, Clase media. Estado y sacrificio: la Agrupación Nacional de Empleados Fiscales en Chile contemporáneo (1943-1983), Santiago, LOM, 2013. González, Marianne, De empresarios a empleados: clase media y Estado docente en Chile, 1810-1920, Santiago, LOM, 2011. Barozet, Emmanuelle, “El valor histórico del pituto: clase media, integración y diferenciación social en Chile”, Revista de Sociología, 20, 2006, (pp. 1-26). Barr-Melej, Patrick, Reforming Chile: cultural politics, nationalism and the rise of middle class, Chapel Hill, University of North Carolina Press, 2001.
12 Benjamin, Walter, El origen del drama barroco alemán, Madrid, Taurus, 1990, (pp. 10-11).
13 Stern, Claudia, “La paz neutra y el ‘chileno abnegado’. Inmigrantes y sectores medios en Chile 1930- 1960”, Revista Paz y Conflictos, vol. 9, N°2, 2016, (pp. 125-150). Stern, Claudia, “Political immigrants: the ‘chilenization’ of Arabs and Jews and their class subjectivities, 1930-1970”, en Rein, Raanan (eds.), Migrants, refugees and asylum seekers in Latin America, Leiden and Boston, Brill, 2020, (pp. 108-130). Stern, Claudia, “Una ciudadela para clases medias chilenas: subjetividades de vivienda y vida cotidiana. Villa Olímpica, Ñuñoa en la ´década del 60”, Anuario Centro de Estudios Económicos de la Empresa y el Desarrollo, Año 12, N°13, 2020, (pp. 111-143).
14 Stern, op. cit., p. 20.
Resenhista
Maricela González Moya – Investigadora Facultad de Ciencias de la Salud y Ciencias Sociales. Universidad de las Américas. E-mail: magonzalezm@udla.cl
Referências desta Resenha
STERN, Claudia. Entre el cielo y el suelo. Las identidades elásticas de las clases medias (Santiago de Chile, 1932-1962). Santiago de Chile: RIL Editores, 2021. Resenha de: MOYA, Maricela González. Intus-Legere Historia. Viña del Mar, v. 15, n.1, p. 321-324, 2021. Acessar publicação original [DR]
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