Embarcados. Los trabajadores marítimos y la vida a bordo: sindicato, empresas y Estado en el puerto de Buenos Aires, 1889-1921 | Laura Caruso
El libro de Laura Caruso, Embarcados. Los trabajadores marítimos y la vida a bordo: sindicato, empresas y Estado en el puerto de Buenos Aires, 1889- 1921, viene a llenar un vacío importante en la historia obrera argentina. Resultado de la tesis doctoral de la autora, el texto recoge la historia de los trabajadores marítimos, uno de los sectores más importantes del mundo del trabajo a comienzos del siglo XX.
La historia que presenta es la de “los trabajadores embarcados del puerto porteño, la de su labor cotidiana, sus organizaciones, luchas e itinerarios políticos”. No es un estudio solo de sus organizaciones gremiales y luchas sindicales sino que busca recoger varios aspectos de su experiencia histórica: su mundo laboral, sus vivencias cotidianas, sus posturas políticas, las maneras en que se vincularon entre ellos, con otros trabajadores, con las empresas y con el Estado argentino.
La centralidad que en el texto tiene el estudio de las empresas marítimas y de las acciones del Estado es un aspecto interesante para un libro que tiene como sujeto a los trabajadores. Hay a lo largo de todo el libro, una preocupación por poner en diálogo las acciones de los trabajadores y las de las empresas.
La historia se inicia en 1889 cuando los marineros del puerto se organizaron y fueron a la huelga por primera vez y culmina con la huelga general marítima, devenida en huelga de la ciudad en 1921. El espacio es el del puerto bonaerense, al que la autora describe de forma exhaustiva y pintoresca en los primeros capítulos del libro.
El conjunto documental utilizado por Caruso es amplio y diverso. Recogió fuentes sindicales, fuentes patronales, censos e informes estadísticos producidos por el Estado, prensa de izquierda y periódicos de amplia circulación, así como libros y otras publicaciones de autores contemporáneos. La propia autora señala la novedad de su corpus documental, ya que muchas de estas fuentes fueron utilizadas por primera vez para su trabajo.
El capítulo 1, A bordo: el mundo del trabajo marítimo, comienza con una pormenorizada descripción del puerto como espacio de trabajo y conflicto de estos trabajadores. Se describen luego las características del trabajo marítimo: su heterogeneidad, el protagonismo exclusivo de los varones, una alta fluctuación y estacionalidad, su organización jerárquica y disciplinaria, la gran movilidad regional e internacional. En el cambio de siglo, el proceso del trabajo a bordo se vio modificado por las innovaciones tecnológicas de las embarcaciones. Los nuevos barcos a motor hicieron desaparecer varias categorías ocupacionales (foguistas, maquinistas, calafates) así como surgir otras (electricistas o engrasadores, por ejemplo). Se incluye en este capítulo, a pesar de las dificultades para hacerlo, una aproximación cuantitativa a los trabajadores embarcados a través de censos y datos estadísticos emanados del poder central, con énfasis en sus características étnicas y de origen debido a la alta incidencia de inmigrantes en el sector. Se describen por último las extremas condiciones laborales a las que estaban sometidos los embarcados y se introduce el término “familia marítima” que da cuenta de las intenciones de unificación impulsadas desde las diferentes organizaciones gremiales que los nuclearon.
En el segundo capítulo, En busca del armador perdido: las empresas marítimas argentinas, se describen las empresas marítimas, sus organizaciones patronales, sus formas de acción y vínculos con el Estado. El sector, si bien se caracterizaba por la heterogeneidad, tuvo el protagonismo indiscutido de la empresa de Nicolás Mihanovich fundada en 1898. Ésta tuvo una cercana relación con los gobiernos conservadores y ejerció una fuerte influencia en las dependencias estatales que actuaban en el puerto como la Prefectura, el Ministerio de Marina y hasta la Policía nacional. La autora dedica un extenso apartado a la descripción de la Sociedad Austrohúngara de Socorros Mutuos, fundada por Mihanovich y que nucleaba, con una base étnica, a la gran cantidad de trabajadores provenientes del mar Adriático de dicha empresa. Esta Sociedad buscaba garantizar la fuerza de trabajo y además, construir una identidad étnico-cultural en disputa con la identidad de clase promovida desde los sindicatos.
En el capítulo 3, Sube la marea: organización sindical y protesta marítima, 1889-1910, se realiza un exhaustivo recuento de las organizaciones sindicales de los trabajadores embarcados y sus formas de acción. Desde finales del XIX se movilizaron y desarrollaron diversas acciones huelguísticas para mejorar sus condiciones laborales y de vida. Los trabajadores embarcados se destacaron por su capacidad de paralizar el puerto en un contexto de crecimiento agro-exportador del país. Las primeras formas de organización reprodujeron la estructura del trabajo a bordo, sus divisiones por secciones y categorías, aunque la tendencia fue a confluir en un sindicato único. La primera huelga de los trabajadores embarcados fue en 1889 y pocos años después, en 1895, fue fundada su primera organización gremial: Sociedad de Resistencia y Protección Mutua de Marineros. En 1901 se creó la Sociedad de Resistencia de Foguistas, con lo que la primera huelga general en la historia argentina, ocurrida en 1902, encontró a marineros y foguistas en plena agitación y movilización. Adquiere en este capítulo una gran relevancia el análisis del sindicalismo como corriente política protagonista en las organizaciones sindicales de los trabajadores embarcados. El capítulo culmina con la descripción del proceso de creación de la FOM en 1910, que logró superar la fragmentación propia del mundo del trabajo a bordo.
El cuarto capítulo, La conquista de los barcos: el control sindical del trabajo a bordo, analiza las acciones de los trabajadores nucleados en la FOM desde su creación y particularmente, en el crítico contexto económico de la Primera Guerra Mundial. A una extensa descripción de la huelga de 1911 le sigue la importante huelga de diciembre de 1916. A partir de esta última, los trabajadores consiguieron uno de los logros más significativos del período: el control sindical del trabajo a bordo. Tras una descripción de la cotidianidad del conflicto, la autora se detiene en las negociaciones entre la FOM, las empresas y el Estado, arribando a la firma del convenio que contemplaría las principales solicitudes de los obreros: disminución del horario laboral, salarios, despidos, feriados, control de la alimentación durante el trabajo y la más importante, la contratación quedaba exclusivamente a cargo de la FOM. El capítulo finaliza con un análisis de las dificultades para el cumplimiento de estas disposiciones, las dificultades para negociar con las empresas y el enérgico reclamo de las patronales a favor del “trabajo libre”.
En el último capítulo, ¿Confluencias? La FOM y el Estado nacional, se analizan las acciones e iniciativas del Estado argentino para con los trabajadores marítimos durante todo el período de estudio. Los sucesivos sindicatos conformados por los trabajadores embarcados, buscaron la confluencia con el Estado más allá de que el vínculo con éste haya dependido del gobierno de turno. Una de sus conquistas más importantes, el control del trabajo a bordo, se logró por el entendimiento con el gobierno. Los trabajadores de a bordo vieron, durante todo el período, con buenos ojos la actuación estatal en la esfera laboral.
La autora reconoce en varios pasajes del libro la enorme influencia que tuvo en su trabajo el concepto de “experiencia” de E.P Thompson. Destaca que el historiador debe ir tras la búsqueda de esa experiencia y, en su texto, lo logra con creces.
Resenhista
Florencia Thul Charbonnier – Universidad de la República, Uruguay.
Referências desta Resenha
CARUSO, Laura. Embarcados. Los trabajadores marítimos y la vida a bordo: sindicato, empresas y Estado en el puerto de Buenos Aires, 1889-1921. Buenos Aires: Imago Mundi, 2016. Resenha de: CHARBONNIER, Florencia Thul. Claves. Revista de Historia. Montevideo, v.2, n.3, p. 263-266, jul./dic. 2016. Acessar publicação original [DR]