Educación para el siglo XXI. El desafío latinoamericano | Mario Waissbluth

Mario Waissbluth escoge un texto de Andrés Bello, escrito en 1836, para abrir su ensayo. Este epígrafe es interesante, ya que evidencia la coexistencia de dos modelos educativos: uno pensado para instruir a las clases menesterosas, y otro diseñado para educar a los sectores acomodados. Según la dialéctica que expone Bello, las escuelas que instruyen a las clases trabajadoras no debiesen ofrecer mayores proyecciones a sus estudiantes, pues una mejor preparación podría alejar a estos muchachos del trabajo productivo; a su vez, las clases acomodadas, cuyas profesiones requieren una instrucción más exigente, habrán de educarse en colegios que fueron diseñados para formar a las elites (Waissbluth, p.11).

El texto de Andrés Bello contextualiza la problemática que aborda Mario Waissbluth en Educación para el siglo XXI. El desafío latinoamericano [1] (2018). Este ensayo, de lectura amena y sencilla, analiza los niveles de exclusión y segregación educativa existentes en América latina, dificultades que impiden a los sistemas educativos de estos países enfrentar los desafíos del mundo globalizado.

La lucidez del ensayo de Mario Waissbluth radica en su capacidad para analizar los desafíos y retos que atraviesa Latinoamérica en materia educativa. Estas dificultades, más allá de las particularidades locales, presentan puntos de convergencia cuyo génesis se halla en la desigualdad, la pobreza y el atraso en que vive buena parte de nuestra gente.

El punto de partida para validar esta hipótesis de trabajo se encuentra en el capítulo Propósito y contexto, donde Waissbluth exhibe los “patéticos resultados” que obtienen los estudiantes latinoamericanos en las pruebas estandarizadas internacionales [2] (p.21). La situación se complejiza, luego de considerar los elevados índices de deserción escolar que enfrentan los países de la región y comunidades educativas que deben lidiar, en ciertos casos, con una tasa de abandono escolar que supera el 50% (Waissbluth, p.23). El panorama chileno no es tan adverso –en comparación con la realidad local–, sin embargo, al ampliar la mirada y comparar los resultados nacionales con los índices que obtienen los países que integran la OCDE, se evidencian precariedades importantes, ya que el rendimiento de nuestros alumnos nos ubica en los últimos lugares en comprensión lectora y en el desarrollo de problemas de aritmética elemental. Estas contrariedades permiten que Mario Waissbluth sostenga que: “los latinoamericanos somos, en materia de resultados educativos, el basurero de los países desarrollados” (p.25).

El autor sugiere que estas dificultades se pueden remediar mediante la aplicación de políticas educacionales cuyo enfoque considere las siguientes propuestas: a) ampliar la cobertura educacional, en combinación con el reforzamiento y la retención escolar; b) ofrecer educación de calidad integral; c) garantizar equidad en los resultados de aprendizaje; d) avalar políticas de inclusión social que propendan a la disminución de la segregación (Waissbluth, p.64). A partir de estos objetivos fundamentales, se desprenden otras acciones que permanecen implícitas en las anteriores: e) proveer una educación intercultural bilingüe, o multilingüe; f) atender a niños con necesidades educativas especiales; g) implementar políticas de equidad de género (Waissbluth, p.68).

La implementación de estas políticas educativas encuentra impedimentos en los gobiernos de turno y en clase política en general, miradas que suelen enfocarse en la resolución de problemas inmediatos y de corto plazo. Mario Waissbluth indica que este asunto revela “el error sistémico más grande de los gobernantes latinoamericanos de todos los colores políticos en materia educativa” (p.74). A estas dificultades se añade la propensión de nuestras autoridades al anuncio, constantemente, de la renovación de las bases curriculares, aun cuando el 60% del alumnado sea incapaz de resolver simples operaciones aritméticas (Waissbluth, p.75).

Waissbluth precisa que el desafío de nuestros sistemas educativos no subyace en el diseño “técnico” de soluciones, sino que en otorgar viabilidad política y financiera a las reformas educacionales que impulsan los gobiernos locales (p.77). En este contexto, se propone la implementación de algunos “cambios radicales” en materia educativa, por ejemplo, establecer políticas de educación inicial, universal y de calidad, sobre cuyos pilares se sostenga el sistema educativo. Mario Waissbluth justifica la importancia de la educación inicial mediante referencias a las investigaciones que desarrollaron James Heckman y Pedro Carneiro (2003), especialistas en educación que demostraron el impacto positivo, a corto y largo plazo, del trabajo pedagógico en los primeros años de vida: “la rentabilidad social de un dólar invertido en la infancia temprana (…) es entre seis y ocho veces mayor que un dólar invertido en la educación superior o en la capacitación laboral” (Waissbluth, p.111).

La consecución de estos propósitos implicará robustecer la formación académica de los y las educadores(as) de párvulos, por consiguiente, estos profesionales debiesen poseer obligatoriamente, un título universitario que garantice una formación especializada no inferior a cuatro años de estudios. En términos generales, Mario Waissbluth propone crear una “verdadera carrera docente parvularia”[3] (p.118).

Los esfuerzos de la educación prescolar se deben articular con los desafíos que impone la etapa escolar (primaria y secundaria). Este período, sin lugar a dudas, constituye el mayor desafío por su masividad y duración (diez a doce años, dependiendo del plan de estudios que promueva cada país). Las acciones propuestas para remediar estas dificultades apuntan al desarrollo de una carrera docente que considere mayores requisitos para los estudiantes que ingresen a estudiar pedagogía, garantizar estándares de calidad en la formación del profesorado, evaluación constante de los maestros y un incremento de las remuneraciones del cuerpo docente activo (Waissbluth, p.158).

Las conclusiones que propone el ensayo de Waissbluth sugieren que las desigualdades y precariedades existentes en el sistema educativo latinoamericano no podrán ser resueltas en un par de décadas, por el contrario, la solución a este conflicto implica un esfuerzo mayor que exige diseñar e implementar políticas gubernamentales pensada a largo plazo.

En definitiva, Educación para el siglo XXI. El desafío latinoamericano, es un ensayo bien documentado cuyo propósito es evidenciar cómo las desigualdades económicas y sociales que sacuden Latinoamérica inciden, directamente, en las políticas educativas que implementa cada país de esta región. Una reflexión que no sólo apunta a especialistas e investigadores en temas de educación, sino que, a legisladores, docentes, estudiantes de pedagogía y a lectores, en general, que se interesen por conocer y comprender cómo las inequidades económicas indicen en la formación de las futuras generaciones.

Notas

1. La editorial Fondo de Cultura Económica liberó el acceso al ensayo de Mario Waissbluth. Es posible descargar una copia digital de este trabajo en el siguiente enlace: https:// www.mariowaissbluth.com/descargas/MWaissbluth_Educ_sigloXXI_1e.pdf?v2

2. El estudio de Mario Waissbluth se enfoca, principalmente, en los resultados de las pruebas: PISA y TERCE.

3. Mario Waissbluth propone una profesionalización de la carrera Educación parvularia en términos de: aumentar los requisitos de acceso para su estudio, elevar los estándares de formación y evaluación de desempeño, mejorar las condiciones laborales, propiciar la equidad de género y en otorgar remuneraciones compatibles y comparables, en términos razonables, con otras profesiones prestigiadas de cada país (p.118)


Resenhista

Pablo Fuentes Retamal –  Doctor en Literatura Latinoamericana, Universidad de Concepción. Magister en Literatura Latinoamericana y Chilena, Universidad de Santiago de Chile. Académico Universidad de Concepción – Campus Los Ángeles. E-mail: pfuentesr@udec.cl  ORCID https://orcid. org/0000-0002-0398-7045


Referências desta Resenha

WAISSBLUTH, Mario. Educación para el siglo XXI. El desafío latinoamericano. Santiago: Fondo de cultura económica, 2018. Resenha de: RETAMAL, Pablo Fuentes. Paideia – Revista de Educación. Concepción, n.66, p. 191-194, ene./jun. 2020. Acessar publicação original [DR]

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