Diagonal Biobío. Emergencia de la escena cultural penquista | Bárbara Lama Andrade
Diagonal Biobío. Emergencia de la escena cultural penquista, editado por Bárbara Lama Andrade y Natascha de Cortillas Diego, surgió a partir de diálogos interdisciplinarios que analizaron procesos complejos de la escena cultural penquista. Esta obra pretende poner en valor las manifestaciones culturales locales comprendiéndolas en contextos históricos y geográficos que determinaron los procesos políticos y sociales de Concepción. Asimismo, pone en debate el cisma entre el arte y la academia tradicional, la cual ha puesto en entredicho el ámbito de las expresiones artísticas contemporáneas. Sus páginas pretenden mostrar la urgencia de responder al problema de la desnutrida historiografía de las artes regionales. Considerando lo anterior, este texto se divide en tres secciones que consideran el aporte de la cultura penquista a la historia nacional a través del desarrollo artístico en/desde Concepción: problemas de archivo, ciudad e institucionalidad y manifestaciones artísticas penquistas. Las diversas disciplinas asociadas al arte han sido parte de una narrativa a partir de la cual se ha erigido la identidad local. De esta manera, la producción artística es en sí misma un constructo de la Historia, pues nace de la subjetividad de los grupos humanos anclados a su contemporaneidad. En el ámbito local las diversas expresiones artísticas han emergido a partir de circunstancias culturales que le han otorgado compromiso social y una subjetividad. El cuerpo ha sido un vehículo que ha expresado un sinfín de discursos situados que se han plasmado en el arte, constituyéndose este último como soporte histórico.
Los “Problemas de archivo” sugieren una separación del relato oficial y el reconocimiento de un escenario local del cual emergen discursos feministas y decoloniales territorializados por parte del espectador/lector. Gestos de archivo y proyecto museográficos en Concepción. Una lectura “incómoda” desde lo decolonial de Paulina Barrenechea Vergara sugiere la lectura de la museografía y los gestos de archivo desde una perspectiva crítica, introduciendo el análisis en torno a la inflexión decolonial y las epistemologías feministas. Esta propuesta considera el desarraigo de los saberes occidentales y hegemónicos a partir de una “incomodidad” que considera la coexistencia de una diversidad de saberes en archivos y museos penquistas como RAV (Archivo digital de las Artista Visuales de Concepción) y el Archivo Fotográfico de Concepción.
Ciudad y memoria: El Archivo Histórico de Concepción de Armando Cartes Montory, posiciona la fundación del Archivo Histórico de Concepción (AHC) como intento de colmar el anhelo de la comunidad penquista por preservar su historia e identidad. Su amplio trabajo de archivo se comprende en un contexto de crítica al centralismo y el reclamo por el posicionamiento de documentos históricos en su lugar de edición. De esta manera, el trabajo que ha mantenido el AHC ha sido expresión del intento por descentralizar la preservación del patrimonio y la difusión de la cultura en las últimas décadas.
La iniciativa editorial en Concepción: Revista Plus y Animita de David Romero Torres da cuenta de dos trabajos editoriales que han contribuido a la circulación y exhibición de la producción artística local. Estas iniciativas representaron un soporte material para la práctica instituyente, constructora de espacios de intercambio con otros campos del conocimiento. Y, en su posteridad, legaron la institución de lenguajes y prácticas que han sustentado iniciativas artísticas penquistas hasta el presente.
“Ciudad e institucionalidad” considera hitos y catástrofes como constructores de los espacios sociales, la urbanización y la arquitectura que, a su vez, (re)construyen el relato histórico del gran Concepción. Concepción moderno de Gonzalo Cerda Brintrup sugiere una mirada arquitectónica y urbana en torno al desarrollo de la Arquitectura Moderna con la cual se recuperó la ciudad tras los terremotos de 1939 y 1960. El autor divide la producción arquitectónica y urbana en dos etapas correspondientes a una primera y segunda modernidad. La primera modernidad (1940- 1960) impulsó un plan modernizador de la ciudad que proporcionó vivienda a los ciudadanos en modernos barrios dotados de servicios básicos. Redes de galerías comerciales surgieron con el fin de recuperar la ciudad a través de la activación del comercio. Se destacaron espacios urbanos como la plaza Perú y prominentes torres como el Campanil de la Universidad de Concepción y la torre de la Estación de Ferrocarriles, cuyas construcciones fueron un símbolo de los nuevos tiempos. Edificios como el Mercado de Concepción y el edificio de los Tribunales de Justicia de Concepción se erigieron como las obras más audaces de la arquitectura moderna. La segunda modernidad (1960-1970) fue testigo de un acelerado proceso de metropolización y el establecimiento de conjuntos habitacionales y edificios de habitación como el edificio Tucapel y la Remodelación Paicaví. Basados en la estandarización, producción en serie y racionalización, conjugaron el diseño urbano y paisajístico para entregar una mayor calidad de vida. El autor considera que la arquitectura moderna le otorgó una identidad e imagen urbana característica a la ciudad. A su vez, ha representado una herencia urbana-arquitectónica que representa parte de la cultura penquista y es necesario estudiar, documentar y proteger.
Vivienda y transporte en el Gran Concepción en la segunda mitad del siglo XX: cambios y transformaciones en el habitar de Leonel Pérez Bustamante y León Pagola Contreras expone la forma de habitar penquista como reflejo del trasfondo económico y de poder que vive la ciudad. Su formación metropolitana se vio influida por el modelo desarrollista y, posteriormente, por la consolidación del modelo neoliberal tras el golpe de Estado de 1973. Entre 1942 a 1973 los conjuntos habitacionales, como Villa Presidente Ríos en Talcahuano, respondieron a las necesidades industriales de la época aspirando a un habitar autosuficiente para la clase trabajadora. Desde 1973 se gestó una liberalización del suelo urbano. Se construyeron nodos viales para la apertura hacia los puertos y zonas exportadoras, incentivando el desarrollo regional hacia el comercio exterior. La apertura hacia el mercado expulsó a las clases populares de las áreas centrales hacia las periferias, como lo ilustra el caso de los erradicados de la población Agüita de la Perdiz a Boca Sur. Esta última política fomentó la exclusión social y la estigmatización de quienes habitaban estos barrios.
En Urbanismo de lo cotidiano y ciudad desregulada: el conflicto de la Aurora de Chile como metáfora del Concepción neoliberal, Christian Matus Madrid analiza críticamente el conflicto socio-territorial debido al emplazamiento de la Población Aurora de Chile para la construcción del Puente Bicentenario. Desde una perspectiva etnográfica, sostiene que el desplazamiento forzado de la Aurora de su histórico lugar fue expresión de la cruda neoliberalización del desarrollo urbano penquista. Lo anterior, según el autor, pone en evidencia una estrategia de violencia institucional local para concretar el desplazamiento de una población histórica ubicada en una zona de alto valor inmobiliario: la aplicación de un urbanismo de shock y el uso político del terremoto del 2010 como oportunidad para imponer la construcción grandes obras de infraestructura, la naturalización del desplazamiento por parte de la opinión pública y el uso estratégico de la participación como dispositivo socio-técnico.
Ciudad, universidad y lo político en el Concepción Contemporáneo de Danny Monsálvez explica que desde su fundación la universidad ha desempeñado un rol esencial en la construcción de identidad y sentido de pertenencia de la ciudad penquista. Ha aportado al desarrollo artístico/cultural local, nacional y latinoamericano y ha sido la cuna de importantes cargos políticos que contribuyeron al progreso del país. Asimismo, el historiador examina la vida universitaria como expresión de diversos escenarios históricos, lo que define a la institución como un espacio de encuentro social, heterogéneo y dinámico. Durante el gobierno de la Unidad Popular la Universidad de Concepción se comprometió con los procesos de cambio en pro de construir un futuro socialista. No obstante, tras el golpe de Estado, estos proyectos se vieron truncados debido a la militarización del espacio público que imposibilitó la vida en comunidad. A pesar de la violencia desatada, estudiantes y académicos junto a agrupaciones políticas y sociales aunaron fuerzas para recuperar la democracia. El autor considera que la imposición de un proyecto hegemónico alteró los lazos sociales conllevando al conformismo y al individualismo.
El Instituto de Arte de la Universidad de Concepción, su intervención a partir del golpe de Estado de 1973 y la resistencia surgida desde las artes visuales de Leslie Fernández Barrera indica que en un intento de la Junta Militar por controlar y vigilar el arte y la cultura, la Junta Militar reestructuró el desarrollo académico del Instituto de Arte y desarticuló su vínculo con la comunidad. A pesar de la censura a la producción y exposición de obras, Arte Acción y Audiovisión fueron ejemplos de acciones de desacato frente a la pérdida de libertades. También la docencia difundió proyectos o exposiciones provocadores y disruptivos que cuestionaron la violencia y represión de los espacios universitarios. Estas acciones, en su conjunto fueron un impulso para la organización de agrupaciones y colectivos de artistas al alero de la Escuela de Arte.
“Manifestaciones artísticas penquistas” ofrece un recorrido histórico de la producción histórica en/desde Concepción. Este apartado ofrece reflexiones que determinan las catástrofes y pulsiones políticas como la gestación de acciones contrahegemónicas que definen al arte como un quehacer activo, consciente de las problemáticas locales y con claro compromiso social. El estudio de Patricia Henríquez Puentes, Rupturas y continuidades del teatro de Concepción propone que la escena teatral actual penquista ha sido resultado de diversos procesos de transformación de la escritura dramática y teatral. Sus formas de relación con el espectador encuentran sus antecedentes en una tradición artística donde se ha destacado el desplante del Teatro de la Universidad de Concepción TUC (1945-1973). La autora posiciona el terremoto de 1960 como acelerador de las transformaciones en las artes escénicas que dejó a la ciudad desprovista de un espacio escénico, pero otorgó nuevos espacios que permitió al espectadorlector reconocerse al encuentro con la historia local y la consciencia territorial. Como resultado, el teatro actual busca motivar el sentido crítico del espectador, dando paso a la reflexión de las realidades sociales y políticas actuales.
Condiciones para la emergencia del grabado penquista 1942-1973 de Bárbara Lama Andrade vislumbra un recorrido histórico del grabado en Concepción desde 1942 hasta 1973, identificando el terremoto de 1960 como propulsor del reconocimiento de artistas locales en la escena capitalina. La autora enfatiza el rol que tuvo la Universidad de Concepción en la escena cultural artística de la ciudad y que, a pesar de los precarios espacios para la educación artística, hubo un imponente espíritu de comunión entre una diversidad de saberes y una apertura disciplinar fomentado por las Escuelas de Verano y la fuerza política de la época. No obstante, estas libertades se vieron coartadas con el golpe de Estado de 1973, provocando la desarticulación del Instituto de Arte de la Universidad de Concepción y dejando la precedente producción gráfica descuidada, destruida, maltratada y olvidada. No obstante, la autora afirma que existe un hilván imperceptible pero intacto en el imaginario colectivo, resultante en una técnica que resiste a su desaparición.
La música de Concepción: desplazamientos, fricciones y conjeturas: Apuntes para una historia pendiente de Nicolás Masquiarán Díaz y Rodrigo Pincheira Albrecht ofrece un relato sobre la relación de la ciudad con la música que ha sustentado la identidad local. La musicalidad de sus expresiones ha reflejado la historia penquista relacionada con su empoderamiento como metrópolis cultural. Su narrativa se ha construido principalmente por la hegemonía del jazz y el rock, las emergentes referencias a la cultura campesina y las propuestas femeninas que sugieren un sustrato folclórico combinado con pop, jazz y rock; Pintura y catástrofe.
Pensar como pintor desde Concepción de Edgardo Neira Morales analiza el concepto de la catástrofe con actitud esperanzadora a partir del examen de tres murales icónicos: Historia de Concepción de Gregorio de la Fuente, Historia de la medicina y la Farmacia en Chile de Julio Escámez y Presencia de América Latina de Jorge González Camarena. Sucesivamente, estas obras retratan el terremoto de 1939, el tema nuclear en contexto de Guerra Fría y el terremoto de 1960 como catástrofes representadas con actitud de vitalidad más que destructiva.
Pie de página de la fotografía en Concepción de Claudia Inostroza Morales desarrolla un breve análisis de la historia de la fotografía en Concepción situándola en correlación a corrientes globales y voluntades individuales. La autora propone que la vasta producción de imágenes ha contribuido a la construcción del imaginario social penquista y, a su vez, al relato visualfotográfico de Chile hasta la actualidad.
Aproximaciones y metáforas sobre la ciudad, el cuerpo y el arte acción de Muñoz Coloma considera la acción artística como un dispositivo que interpeló el territorio del gran Concepción a través de un cuerpo ideologizado que irrumpe en el espacio público. Hitos, como la inmolación de Sebastián Acevedo frente a la Catedral de Concepción durante la dictadura militar, conllevó al uso de metáforas para reflejar la realidad local en performance de impacto llevadas a cabo por artistas como Álvaro Pereda, Guillermo Moscoso y Luis Almendra, cuyas acciones se anclaron en la sección policial de la prensa local.
También, la artista Natascha de Cortillas destacó en el ámbito del arte acción mencionando las prácticas heteronormadas y el sentido de lo patrimonial en el espacio capitalista y sudamericano. Estas expresiones artísticas apostaron por salir del claustro del arte buscando el enfrentamiento más directo con el espacio público a través de una acción contrahegemónica respecto de la realidad nacional. El arte acción constituyó un cuerpo ideologizado enfrentándose al imperio del relato hegemónico en un campo de batalla que, actualmente, parece retraído en un período histórico/artístico de latencia supeditado a las sombras de la normalización; Cuerpo en laboratorio, reflexiones en torno a la danza contemporánea de Concepción de Camila Contreras Benavides plantea que la danza independiente ha dado lugar a una serie de propuestas multidisciplinarias ancladas en lo contemporáneo. Agrupaciones independiente locales como Lokas Juanas, Cuerpos Imaginarios y Escénica en Movimiento han dirigido sus procesos creativos hacia la exploración y nuevos formatos. Contreras sostiene que la danza es una disciplina que, en diálogo con el espectador, genera conocimiento sobre nuestra historia a través del cuerpo.
Recorridos por la poesía feminista en/desde Concepción de María Teresa Aedo Fuentes realiza una lectura crítica de escrituras poéticas locales que configuran planteamientos colectivos y encorporados, resisten en la cotidianidad y se convierten en acción a través de procesos de des-identidad y des-generización. A través de un “hacer poético”, sus letras han manifestado una potencia transformadora respecto al androcentrismo, la heteronormatividad y los mecanismos autoritarios de producción de significados.
En su conjunto, este libro permite comprender de qué manera la cultura penquista respondió al tenso escenario político, social y económico reestructurando las manifestaciones artísticas. A través de sus textos, es posible identificar el terremoto de 1960, el ascenso de la Unidad Popular al poder y el golpe de Estado de 1973 como coyunturas que conectaron la producción artística con los problemas locales. Esto conllevó a la definición de los lectores y espectadores como entes críticos respecto a su realidad. Las diversas disciplinas del arte confluyeron en la reflexión, empoderando a sus actores en sus propios territorios en confrontación con el androcentrismo, la heteronormatividad y la usurpación de las diferencias. Esta histórica producción artística se refugió en los subterfugios de la escena cultural penquista durante el período dictatorial. No obstante, emergen como antecedentes del quehacer artístico actual que busca conectar el arte con la comunidad y acercar esta convergencia al quehacer científico-académico. La vulnerabilidad a la que quedó sometida el arte penquista tras el golpe de Estado considera las artes plásticas y visuales como verdaderos vehículos ideológicos que han resurgido producto de las presiones políticas actuales, sobre todo tras el estallido social de 2019. En coherencia con la realidad, el arte y las humanidades han emergido como cuerpo y vida al verse interpelados por epistemologías contemporáneas. Consecuentemente, desde la historia de la producción artística local es posible observar que la región ha anidado una diversidad de expresiones culturales que caracteriza la complejidad de territorios perteneciente a la histórica zona fronteriza.
Sus páginas son un aporte a la historiografía de las artes, llenando vacíos de conocimientos en un campo de estudio aún descuidado. Esto se refleja por la dificultad de historizar la producción artística local manifestada en sus páginas. Desde el punto de vista historiográfico, este libro pone en debate la renovación historiográfica a partir de la integración de las expresiones artísticas como fuente histórica capaz de sustentar el conocimiento sobre el pasado. Por otro lado, resulta necesario profundizar en torno a la problemática de una lenta marcha de la gestión de archivos a nivel regional y la urgencia de la suficiente digitalización de archivos para responder parcialmente a la necesidad de descentralizar la conservación de documentos históricos. Lo anterior, para potenciar las investigaciones regionales con el fin de reflexionar en torno a la memoria e identidad local y nutrir la historiografía nacional. Cabe señalar la importancia de estudiar el impacto de la proliferación de colectivos artísticos en la escena cultural penquista postdictadura que han surgido a raíz del dolor que dejó la violencia política y sexual tras el golpe de Estado chileno. Asimismo, en el ámbito de la educación escolar y universitaria, es necesario considerar investigaciones que ofrezcan propuestas didácticas referentes a la utilización de la producción artística penquista para la enseñanza de la historia local inserta en un contexto nacional y global.
Resenhista
Camila Neves Guzmán – Universidad de Concepción, Chile. Correo electrónico: cneves@udec.cl ORCID: https://orcid.org/0000-0003-3814- 8521
Referências desta Resenha
ANDRADE, Bárbara Lama; DIEGO, Natascha de Cortillas (Eds.). Diagonal Biobío. Emergencia de la escena cultural penquista. Chile: Dostercios, 2020. Resenha de: GUZMÁN, Camila Neves. Revista de Historia. Concepción, v.2, n.29, p.737-743, jul./dic. 2022. Acessar publicação original [DR/JF]