Chili 1970-1973 Mille jours qui ébranlèrent le monde | Frank Gaudichaud
Las Presses Universitaires de Rennes (PUR) acaba de publicar en su colección Des Amériques, Chile 1970-1973: Mil días que sacudieron al mundo (Chili 1970- 1973: Mille jous qui ébranlèrent le monde), de Frank Gaudichaud. Este trabajo representa una continuación de las temáticas trabajadas anteriormente por el autor, centrado en las izquierdas latinoamericanas.
Fruto de este trabajo son las diversa publicaciones del autor, tanto en países de América latina como en Francia. Fruto de su investigación de doctorado, este trabajo aborda la experiencia de la Unidad Popular (UP) a partir de la emergencia de lo que denomina “poder popular constituyente, entendido como la creación de experimentaciones sociales y políticas de contra-poder y de contra-hegemonía organizadas” (pág. 292). La matriz disciplinaria, siendo estructurada a partir de las ciencias políticas, se abre a la utilización de métodos y herramientas tanto de la historia como de la sociología (pág. 20), privilegiando un cruce que enriquece notablemente el análisis del autor.
Este se lleva a cabo bajo la forma de cuatro grandes partes. Las primeras dos –“Chile y la Unidad Popular y ¿Hacia el desbordamiento? Del fracaso de los Comités de la Unidad Popular a la Asamblea de Concepción”1 – están subdivididas a su vez en tres capítulos, mientras que los dos restantes –”De los Cordones industriales en sí a los Cordones industriales para sí y Repertorios del poder popular, territórios movilizados y amenazas del golpe de Estado”2 – en cuatro capítulos. Aparte de la introducción y la conclusión, se suman a estos capítulos siete documentos anexos que ilustran las relaciones de los diversos actores al interior, y a veces fuera, de la UP.
Antes de abordar el contenido y los argumentos, es necesario poner de relieve la gran variedad de archivos trabajados por el autor, que atraviesa una abundante bibliografía, la prensa militante de la época, diferentes archivos audiovisuales, entrevistas orales a diversos actores del período, archivos de gobiernos… La variedad de las fuentes utilizadas lleva al autor al desarrollo de un trabajo metodológico variado, escapando así al monopolio del documento escrito.
En cuanto al contenido, el autor cruza dos perspectivas de análisis: Por un lado, el examen de las diversas coyunturas y conflictos políticos por las que atraviesa la UP. Por otro, un análisis sobre los espacios locales de acción política, preferentemente organizadas alrededor de los sindicatos de trabajadores y de los diversos movimientos de pobladores. Mencionados formalmente estos dos puntos, el autor se inclina sin embargo de manera mayoritaria al análisis de la formación de estos nuevos espacios de poder y acción política. De este hecho se sigue que, a lo largo del análisis, la coyuntura nacional quede a ratos dejada de lado, en detrimento de una mirada que privilegia las formaciones políticas tanto de pobladores como de trabajadores. En tal sentido, el autor pone de relieve la idea de “revolución por abajo (révolution d’en bas)”, lo que sería una prueba de la acción del “poder popular constituyente”. En tal sentido, el objetivo global del trabajo consiste en “estudiar esas formas creadoras de organización y movilización venidas “de abajo”. (pág. 25).
En las dos primeras partes, Gaudichaud presenta los diversos grupos que dan vida a la izquierda chilena a partir de los años 1970. Por un lado las diversas visiones de los actores políticos de la izquierda chilena –Partido Socialista, Partido Comunista, el MAPU, la IC y el MIR–, donde se incluyen además otros movimientos de extrema izquierda. Por otro lado, el lento proceso de formación de las formas de poder popular constituyente, particularmente a través de las formaciones de los “Cordones industriales” y de los campamentos, cuyo ejemplo más notable es el campamento Nueva La Havana, utilizado frecuentemente por el autor. En este cuadro general, uno de los puntos de apoyo de la tesis de Gaudichaud consiste en la progresiva radicalización de estos dos últimos grupos con respecto a los partidos y sectores que apoyan la iniciativa del gobierno. A los ojos del autor, el principal centro de conflicto es los límites del Área de Propiedad Social (APS). Sobre este aspecto, el autor pone de relieve dos grandes tendencias en el seno de la izquierda chilena. En primer lugar, una visión gradualista y legalista de las transformaciones llevadas a cabo por el gobierno. Afirmando el deseo de respetar la institucionalidad dentro del proceso de transformaciones, el autor identifica aquí al PC, la CUT, así como también los grupos más moderados del PS, entre los cuales está el propio Presidente. En segundo lugar, otra visión que afirma la necesaria radicalización del proceso de transformación del régimen de dominación social. Están en esta tendencia el MIR, el MAPU, la IC y los sectores más radicales del PS, encabezados por el presidente del Partido, Carlos Altamirano.
La tercera y cuarta parte constituyen los aspectos más analíticos de este trabajo. Confirmando la progresiva tendencia a un alejamiento dentro de las visiones sobre cómo el gobierno debe llevar adelante el proceso, Gaudichaud pone de manifiesto la tendencia a la ruptura de los diversos grupos que forman el poder popular constituyente con respecto al gobierno de la UP. Esta tendencia se cristaliza alrededor de dos aspectos importantes. Primero, como ya lo hemos visto, los límites del Área de Propiedad Social (APS). Este sistema, promovido inicialmente desde el gobierno, permite a los trabajadores una apropiación del control de las empresas e industrias, desencadenando un proceso que rápidamente desborda los límites fijados por el gobierno. De ahí que los trabajadores consideren que la política del gobierno debe ser intensificada, ampliando las expropiaciones y dándoles mayor participación en el control de las empresas. Esta diferencia estructural encuentra unos de los puntos más álgidos durante la coyuntura del paro patronal de Octubre de 1972. Haciendo frente a esta tentativa de desestabilización, los trabajadores, a través de la creación de los Cordones Industriales y la acción organizada de los pobladores y en algunas instancias las JAP, realizan diversa acciones tendientes a minimizar los efectos del paro patronal, como la ocupación de industrias para mantener la producción, la apertura de los comercios que adhieren al paro. Al mismo tiempo, los Cordones industriales hacen un llamado al gobierno a legitimar las expropiaciones y a pasar rápidamente estas empresas al APS. Tal como lo indica el autor, los Cordones industriales son el artífice principal de este tipo de acciones. Es en esta coyuntura que el autor identifica lo que llama el tránsito del Cordón “en sí (en soi)” al Cordón “para sí (pour soi)”. Dicho de otra manera, los Cordones, aprovechando las ventajas de la concentración territorial de ciertas empresas en ciertos lugares de la ciudad (“Cordón en sí”), crean organizaciones tendientes a incrementar la participación directa de los trabajadores en el proceso de producción (Cordón para sí). El autor menciona a este propósito el caso del Cordón Maipú, que se transformará posteriormente en el Cordón Cerrillos-Maipú. Este es uno de los primeros momentos del poder popular en acción, que contrasta, a ojos del autor, con la tímida respuesta del gobierno.
Otro punto que, según el autor, marca el progresivo desfase entre lo que llama la revolución por arriba (révolution d’en haut) y las organizaciones del poder popular constituyente, es la decisión de incorporar personajes del alto mando militar al gabinete de Allende. Como una consecuencia de esta tendencia al distanciamiento, hay una doble lectura de esta incorporación al gobierno de la UP. Por un lado, para el gobierno y los sectores más moderados de la izquierda, esto representa una estrategia para tratar de consolidar el débil equilibrio político, socavando al mismo tiempo las tentativas de los grupos golpistas que comienzan a reaccionar al interior de las Fuerzas Armadas. Por otro lado, para los miembros del naciente poder popular constituyente (según el autor, los grupos organizados territorialmente en los bordes de la UP, ya sea a través del mundo del trabajo o del mundo poblacional) es sentido como una traición, en beneficio de las muestras que el gobierno desea dar a los sectores medios y a la pequeña burguesía. El autor insiste en este punto al afirmar que “Cada paso importante del poder popular está acompañado de una ruptura, incluso limitada, con la Unidad Popular” (pág. 168).
Poniendo el acento en la oposición y la tendencia a la ruptura entre los dos sectores de la izquierda, el autor deja de lado una perspectiva de análisis que no es suficientemente abordada. Las pruebas dadas a lo largo de la argumentación dejan pensar que, incluso si comparten ciertos aspectos por lo demás no marginales, se trata de dos tipos de discursos distintos. Uno, el del gobierno, interesado en poder atraer a los sectores medios y al centro político hacia transformaciones políticas de izquierda, basado en un discurso con miras a una política nacional con tendencia a la inclusión de otros grupos. En tal sentido, podría considerarse este tipo de discurso como una continuación de la política de los Frentes Populares, llevada a cabo por diversas izquierdas durante los años 30. El otro, el del poder popular, que lee el curso de los acontecimientos basado preferentemente en una óptica de conflicto, donde los diversos actores son percibidos, ciertamente con diversos matices, bajo la dicotomía propia de la lucha de clases. Prueba de ello es el manifiesto del Cordón Cerrillos, de fin de junio de 1972 (pág. 138).
Otro punto que el autor deja parcialmente de lado, es la eventual complementariedad de ambos grupos, lo que se deja ver en el paro patronal de Octubre, y que significa el reconocimiento del poder popular por parte de la alta jerarquía de la UP. Para complicar aún más el escenario, es conveniente hacer notar que algunos de quienes afirman estas dos tendencias comparten a ratos ciertas tesis, como es el caso de la necesidad de que los Cordones industriales sean controlados por la organización máxima de los trabajadores (la CUT), tesis defendida tanto por el PC como por el MIR.
Estos aspectos no merman sin embargo los aportes del autor. Las luces que este trabajo arroja sobre la acción que emprenden hombres y mujeres que, ya sea desde las industrias o las poblaciones, participan a la opera magna de la instauración del socialismo en Chile darán nuevos aires al estudio del mundo popular. Al decir de Michael Löwy, redactor del prefacio, este estudio está llamado a convertirse en una clara referencia para los investigadores y los militantes interesados en la experiencia de la vía chilena al socialismo. Las diversas entrevistas a los actores del periodo ilustra la riqueza de este aprendizaje político a nivel local. En tal sentido, este trabajo representa un precioso homenaje a los tesoros perdidos de la revolución, pero también una cita a hallar otros nuevos.
Notas
1. “Le Chili et l’unité populaire” y “Vers le débordement ? De l’échec des Comités de l’Unité Populaire à l’Assemblée de Concepción”, respectivamente.
2. Des Cordons industriels en soi aux Cordons industriels pour soi y Répertoires du pouvoir populaire, territoires mobilisés et menaces du coup d’État, respectivamente.
Resenhista
Matías Sánchez Barberán – Institut d’Études Politiques de Rennes (Sciences Po-Rennes), Francia.
Referências desta Resenha
GAUDICHAUD, Frank. Chili 1970-1973 Mille jours qui ébranlèrent le monde. Rennes: Presses Universitaires de Rennes (PUR); Colección Des Amériques, 2013. Resenha de: BARBERÁN, Matías Sánchez. Tiempo Histórico. Santiago, n.6, p. 159-162, 2013. Acessar publicação original [DR]