Educar na realidade – L’ECUYER (C)

L’ECUYER, C. Educar na realidade. São Paulo: Fons Sapientiae, 2019. Resenha de: GONZALEZ, Nancibel Webber. Conjectura, Caxias do Sul, v. 25, 2020.

Catherine L’Ecuyer é canadense e reside na Espanha. Graduada em Direito, possui especialização pelo IESE Business School e título de Mestre Europeu Oficial em Pesquisa. É doutora em Educação pela Universidad de Navarra e publicou o artigo “The Wonder Approach to Learning”, pela revista Frontiers in Human Neuroscience, em que apresenta sua teoria sobre aprendizagem. L’Ecuyer é autora de Educar en el asombro, traduzido ao português como Educar na curiosidade: a criança como protagonista de sua educação e Educar en la realidad, traduzido ao português como Educar na realidade, do qual trata a presente resenha.

L’Ecuyer assessorou o Governo do Estado de Puebla, no México, para uma reforma da Educação Infantil, formou parte de um grupo de trabalho para o Governo da Espanha sobre o uso das novas tecnologias pelas crianças e participou da elaboração de um relatório sobre leitura digital para o Centro Regional para a promoção do Livro na América Latina e Caribe (Cerlac) (Unesco). Recebeu o Prêmio Pajarita da Associação Espanhola de Fabricantes de Brinquedos. Ministra palestras sobre Educação em diversos países, mantém um blog educativo com mais de 1 milhão de visitas e escreve artigos sobre Educação para o jornal El País. Catherine L’Ecuyer também é colaboradora do grupo de pesquisa Mente-Cerebro da Universidad de Navarra, Espanha. Leia Mais

La enseñanza de la historia: Entre viejos y nuevos paradigmas: el estudio de los movimientos sociales desde el Siglo XX como “procesos de construcción social de la realidade” – BRUÑAS; CEJAS (REH)

SIQUEIROS David Alfaro Siqueiros Mural Del Porfirismo a la Revolucion 1957 1966 La enseñanza de la historia
Detalhe do Mural “Del Porfirismo a la Revolución” (1957-1966), de David Alfaro Siqueiros. http://mediateca.inah.gob.mx/

BRUNAS e CEJAS La Ensenanza de la historia La enseñanza de la historiaBRUÑAS, Ana Maria; CEJAS, Elvira Isabel Cejas (Editoras). La enseñanza de la historia: Entre viejos y nuevos paradigmas: el estudio de los movimientos sociales desde el Siglo XX como “procesos de construcción social de la realidade”.[Sn.]: APEHUN, 2019, 240p. Resenha de: PARRA, Erwin. Reseñas de Enseñanza de la Historia, n.17, p.207-214, ago. 2019.

Promediando la segunda década del siglo XXI, aparecen en la escena pública una serie de demandas que se van visibilizando a partir de la ocupación de los espacios públicos. ¿Son nuevos movimientos sociales? o son ¿Nuevas demandas en donde se recuperan los antiguos repertorios de protesta? Sin dudas son interrogantes que penetran en las aulas de historia y que necesitan ser abordadas como objeto de enseñanza. Este desafío es recuperado por APEHUN que nos presenta en este libro una serie de trabajos para su abordaje desde la didáctica de la historia.

Abordar desde la enseñanza de la historia a los movimientos sociales del siglo XX y XXI considerando los aportes de la historiografía, permite trabajar en las aulas de las escuelas secundarias la realidad social. Por su polisemia y sus propias lógicas se transforman en una fuente inagotable de herramientas para el abordaje de la historia escolar, posibilitando al estudiantado pensar en futuros posibles de ser construidos. Es a partir de este desafío que los miembros de la asociación se movilizan para ofrecer una serie de herramientas para el profesorado que permita recuperar las demandas del estudiantado que se ve interpelado en la construcción de sus propias ciudadanías.

Este libro invita a sus lectores a pensar el presente desde una perspectiva de la movilización social y hacia lo conquista de derechos. Se presentan propuestas, ensayos y narrativas que dan cuanta de los fenómenos sociales de repercusión nacional y de movilizaciones em las provincias del interior del país, algunas de ellas poco conocidas y que se pierden en los avatares de la historia Argentina.

En la primera parte del libro el lector se encontrará con tres ensayos que abordan diferentes temáticas sobre la movilización de la sociedad en Argentina. El primero de ellos aborda el conflicto de los pueblos originarios y su demanda por una educación que respete su propia cultura. El segundo ensayo busca dar cuenta de la movilización social a partir de la década de los noventa y los conflictos sociales que se producen, haciendo hincapié en las dinámicas propias de cada uno de estos movimientos para dar cuenta de posibles cambios y continuidades. Por último se podrá leer en la sección de ensayos reflexiones sobre la crisis institucional que se produce a partir del 2001 y las posibles salidas institucionales que se presentan en particular en la ciudad de Río Cuarto.

La segunda parte del libro plantea dos narrativas que recuperan propuestas de enseñanza presentadas en 2017 y 2018 respectivamente.

En la primera de ellas se plantea a la reforma universitaria como contenido a enseñar, recuperando tensiones y conflictos al momento de pensar en la práctica áulica. La segunda narrativa da cuenta de la puesta en práctica de la secuencia presentada en el Simposio de APEHUN en 2017, que busca trabajar la Revolución Mexicana y como es aprendida por el estudiantado. En la tercera sección del libro se presentan diez propuestas de enseñanza para el abordaje de los movimientos sociales del siglo XX y XXI. Estas propuestas están pensadas y construidas poniendo como centralidad como se constituyen estos movimientos, el repertorio de protestas y la emergencia de nuevos sujetos y sujetas sociales que emergen en el siglo XXI.

Sin dudas el lector se encontrara con una lectura sugestiva que le permitirá pensar y construir sus propias propuestas en la enseñanza de la historia.

En el capitulo uno, Paula Karina Carrizo Orellana, presenta en este ensayo las demandas de los pueblos originarios por el respeto a su identidad. Esta demanda se focaliza en la educación intercultural donde el movimiento indígena reclama y exige a partir de hacer visible sus reclamos para que sean considerados al momento de establecer las estructuras institucionales de las escuelas primarias en el noroeste argentino. El trabajo nos invita a pensar entre lo que se plantea en la ley y las formas en que las jurisdicciones no consideran a los pueblos originarios como sujetos de derecho. A su vez que presenta cuales son los actuales desafíos, tensiones y patencias del movimiento indígena para construir una verdadera educación intercultural.

En el capitulo dos, Elvira Isabel Cejas y Ezequiel Omar Sosa, plantean en su ensayo una serie de cambios en la conceptualización y categorización teórica sobre los movimientos sociales, poniendo en tensión la idea de movimientos tradicionales. Para poder ser pensados desde la multiperspectividad. A la luz de esas nuevas lecturas analizan los movimientos sociales de la década de los noventa, haciendo foco en los contextos donde se materializan, identificando a los sujetos que se manifiestan, las demandas que se presentan en plena etapa del neoliberalismo. A partir de este análisis se podrá leer una serie de categorizaciones que se materializan en prácticas y repertorios de protesta, que serán sin dudas una fuente de debates y diálogo con el ensayo. Considerando a los mismos como una forma de abordar la enseñanza de la historia reciente, para proyectar futuros posibles.

En el capitulo tres, Eduardo José Hurtado, reflexiona sobre el modelo de exclusión y desigualdad neoliberal, en el cual amplios sectores quedan marginados durante la crisis desatada en el 2001. Para ello recupera las formas organizativas de estos sectores en la ciudad de Río Cuarto, permitiéndole establecer paralelismo con otras formas de organización que se pueden observar a nivel nacional. De esta manera analiza los procesos de crisis institucional y como esta impacta sobre la vida de los riocuartenses. Considerando los fenómenos de organización local en este caso, la Coordinadora de desocupados “Agustín Tosco” y el Movimiento de Ciudadanos Autoconvocados. A la luz de ambos movimientos busca dar cuenta de cómo es que las demandas de la sociedad civil se institucionalizan. Considerando los momentos de gran visibilidad y movilización y otros en las cuales dichas organizaciones mutan hacia otras formas de prácticas políticas.

En el capitulo cuatro, David Checa, presenta una narrativa sobre la reconstrucción de clase en un aula de Educación Superior Terciaria, en donde el eje esta puesto en la reforma Universitaria del 1918. En su narrativa se destaca la posibilidad de pensar a la secuencia didáctica como una hipótesis que al momento de desarrollarse, que en palabras del autor, necesariamente debe ser modificada. El trabajo a su vez tiene una impronta reflexiva sobre la práctica áulica, y como los estudiantes conciben a la Educación Superior y el derecho a la educación de toda la sociedad. A su vez que rescata la posibilidad de pensar en las futuras prácticas docentes de quienes están en formación.

El eje esta puesto en la reforma del dieciocho pero con una clara visión de futuro. El trabajo de la realidad social pensada en clave problematizadora es el eje rector de la secuencia didáctica, construida, pensada y reformulada en su implementación.

En el capitulo cinco, Arturo Dábalo presenta en su narrativa un análisis reflexivo al momento de abordar una clase de historia en la escuela secundaria. En esta narrativa toma como eje la revolución mexicana para ser trabajada en aulas del ciclo básico. A partir de poner en práctica una secuencia que el recupera sobre esta temática, la repiensa considerando el contexto en el cual va ser llevada adelante. Lo primero que destaca son sus propios estereotipos construidos sobre el estudiantado, a su vez que indaga sobre las formas en que fluye el aprendizaje en el aula. Es en la reflexión profesoral que logra identificar las potencialidades y dificultades que se presentan al momento de abordar fuentes históricas, ya que considera en su etapa reflexiva que no todos los estudiantes construyen aprendizajes de la misma manera ni en los mismos tiempos. La narrativa se presenta como una instancia del aprendizaje en el oficio de ser docente.

En el capitulo seis, Miguel Jara, Erwin Parra y Alicia Garino, abordan la historia escolar considerando a los nuevos movimientos sociales en Argentina y América Latina poniendo el foco en el caso de las movilizaciones de las mujeres como sujeto protagonista. El trabajo se desarrolla desde un análisis sobre lo que se entiende como nuevos movimientos sociales considerando las diferentes perspectivas teóricas. En una segunda instancia se indaga sobre los nuevos movimientos sociales y la cuestión de género para poder pensar la relación existente entre los denominados viejos y nuevos movimientos sociales. La propuesta se centra entonces en la introducción de temas socialmente candentes que atraviesan las aulas de las instituciones educativas. La finalidad de la propuesta es dotar al estudiantado de un andamiaje teórico que le permita indagar sobre los actuales procesos de movilización y reivindicación de los derechos de las mujeres a decidir.

En el capitulo siete, Marcelo Andelique, Lucrecia Álvarez y Mariela Coudannes, también nos invitan a trabajar la demandas de las mujeres, teniendo en cuenta el repertorio de protestas y sus demandas. Esta propuesta se inicia con los marcos teórico-metodológico y didáctico para el abordaje, en primer lugar como se concibe a los movimientos sociales, para enfocarse en el movimiento de mujeres, para luego pensarlo desde una perspectiva problematizadora considerando que son problemas sociales candentes o socialmente vivos. Para ello proponen trabajar a partir de una secuencia didáctica, la violencia de la legalización del aborto y la huelga internacional de mujeres. Para ello ofrecen una serie de recursos potentes para el desarrollo de una propuesta que permite abordar temas que interpelan a la sociedad toda.

En el capitulo ocho, Beatriz Angelini, Susana Bertorello y Silvina Miskovski se plantean la posibilidad de trabajar los problemas socio ambientales en la ciudad de Rio Cuarto. En la propuesta analizan las perspectivas de los movimientos sociales y como estos son abordados en la curricula de la provincia de Córdoba. Recuperando lo que se plantea desde lo ministerial adoptan como estudio de caso para trabajar en el aula de historia la Asamblea de Río Cuarto sin Agrotóxicos. Esta propuesta pone el eje en el análisis del desarrollo tecnológico y su impacto en la calidad de vida de los habitantes de la ciudad. A partir de una serie de estrategias y recursos presentados proponen al estudiantado problematizar el impacto ambiental así como la posibilidad de pensar en posibles soluciones que mejoren la calidad de vida de la ciudadanía.

En el capitulo nueve, Mariano Campilia, Florencia Monetto y Victoria Tortosa proponen trabajar el rol de las mujeres en la movilización social. Considerando su lugar de invisibilidad pero a su vez la centralidad que ellas ocupan en dos momentos centrales de la historia, el Cordobazo y el surgimiento del movimiento ni una menos. Para desarrollar su propuesta lxs autores se ubican en el lugar del conflicto, como eje estructurarte para pensar el rol de las mujeres en ambos fenómenos. La construcción de las nuevas ciudadanías del siglo XXI, motiva la necesidad de trabajar al movimiento de mujeres y visibilizarlas como una demanda de las nuevas generaciones. Para ello trabajan una serie de recursos que ponen como centralidad las demandas de derechos que colectivos diversos de mujeres exigen para ellas.

En el capitulo diez, Roxana Gutiérrez y Mónica Olivera abordan el análisis de los enfoque sobre los movimientos sociales que circulan en los textos del nivel medio. La propuesta presentada está pensada para ser trabajada por docentes en formación. Tiene como finalidad el análisis sobre como la industria editorial presenta en los textos escolares a los movimientos sociales. Lo que se ofrece es la posibilidad que los estudiantes en formación profesoral incorporen en sus futuras prácticas, el plano teórico y metodológico y que sea parte de la formación pedagógica, pensando desde el lugar del que enseña y del que aprende.

El capitulo once, Verónica Huerga, María Laura Sena y Ana María Cudmani, proponen trabajar en las aulas de historia las luchas obreras tras los cierres de los ingenios azucareros tucumanos durante el Onganiato. La secuencia recupera el cierre del Ingenio San José como elemento disparador para analizar las luchas sociales de los sesentas, desde una perspectiva del presente considerando el contexto del estudiantado. Esto permite la posibilidad de ser pensada en un trabajo desde la Historia Reciente, recuperando la memoria e indagando sobre los procesos de luchas, y de los sujetos sociales que participaron. Una de sus finalidades es dar voz a los invisibilzados y que el estudiantado conozca, interprete, reflexione y se apropie de la historia de su lugar.

El capitulo doce, Pedro Andrés Juan, Camila Lenzi y Marcelo Sotelino ¿Por qué lucha el movimiento feminista en Argentina? En esta pregunta sugerente se presenta una propuesta que se plantea en clave comparada. Este trabajo se propone historizar las demandas del movimiento de mujeres, partiendo desde la invisibilización para hacerlas visibles. Es pensar en la historia de las mujeres, y en su presente como una construcción de generaciones que lucharon y luchan. La secuencia busca aportar a la construcción del pensamiento histórico del estudiantado y como este permite construir nuevas identidades y ciudadanías.

En el capitulo trece, Matías Druetta, Violeta Ehdad y Rocio Sayago plantean a los movimientos sociales desde las mujeres, es decir, incorporar la perspectiva de género para analizar a los nuevos movimientos sociales. De esta manera abordar la Educación sexual Integral como eje. La estrategia seleccionada se da a partir de la comparación lo que permitiría construir por parte de los estudiantes el pensamiento histórico habilitando espacios de debate y reflexión. Para ello se puede observar en la propuesta el rol central que cumplirán las mujeres durante los acontecimientos ocurridos en las ciudades de Cutral- Có y Plaza Huincul, durante las puebladas de 1997. A su vez que toman como otro caso el conflicto del agua en Cochabamba. Esto permite poder complejizar la explicación histórica y visibilizar los repertorios de protestas que permiten las transformaciones sociales.

En el capitulo catorce, Ana Maria Brunas, David Checa y Evelyn Gutiérrez nos proponen trabajar desde una historia conceptual en la cual se plantean dos dimensiones, la primera de ellas problematizar el conocimiento histórico y una segunda ligada a la ética. Estas dimensiones son desarrolladas a partir de três casos, “El farallonazo”, “El Catamarcazo” y las  Marchas del Silencio. Se possibilita a partir de un binomio analítico, problematizar/conceptualizar. Teniendo como finalidad recuperar la realidad social, como objeto de estudio. Esta propuesta está pensada para el estudiantado de escuela secundaria y un tercer año del Nivel superior.

El capitulo quince, Nancy Aquino, Desirée Toibero y Romina Sánchez se plantean la necesidad de recuperar en el trabajo escolar, el desarrollo conceptual las estrategias ligadas a la comprensión lectora, al pensamiento creativo, a la resolución de problemas y la posibilidad de poder comunicar. En definitiva aportar al pensamiento crítico, para ello proponen trabajar a los nuevos movimientos sociales en América Latina. En la síntesis de opciones hacen referencia a dos conflictos, la Guerra del Agua en Bolivia y la disputa de las tierras en la Patagonia. Poniendo en tensión la construcción de las democracias latinoamericanas.

Erwin Parra – Docente e investigador en la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad Nacional del Comahue.

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Reconstructing Reality: Models, Mathematics/ and Simulations | Margaret Morrison

The plans which are formed, the principles which man projects as guides of reconstructive action, are not dogmas. They are hypotheses to be worked out in practice, and to be rejected, corrected and expanded as they fail or succeed in giving our present experience the guidance it requires.

John Dewey

Reconstruction in Philosophy

Margaret Morrison ha estado a la vanguardia de la nueva ola sobre epistemología de los modelos científicos, especialmente desde que editó Models as Mediators junto con Mary Morgan allá por 1999. En su último libro, Reconstructing Reality: Models, Mathematics, and Simulations, podemos encontrar las versiones más refinadas de sus reflexiones acerca del rol de los modelos en la práctica científica y los desafíos que éstos presentan tanto a los filósofos de la ciencia como a los mismos científicos. El libro consta de tres partes, que cambian apenas el orden señalado en el subtítulo de la obra, en tanto van del caso más general de la matemática hacia el más específico de las simulaciones computacionales, con los modelos como intermediarios, como era de esperarse. De hecho el concepto de modelo es el que le permite articular la noción de prácticas reconstructivas que motiva el título. Leia Mais

Represálias selvagens: realidade e ficção na literatura de Charles Dickens, Gustave Flaubert e Thomas Mann – GAY (C)

GAY, Peter. Represálias selvagens: realidade e ficção na literatura de Charles Dickens, Gustave Flaubert e Thomas Mann. Trad. de Rosaura Eichenberg. São Paulo: Companhia das Letras, 2010. Resenha de: ROIZ, Diogo da Silva. Conjectura, Caxias do Sul, v. 18, n. 2, p. 157-162, maio/ago, 2013.

Literatura e história: aproximações teóricas e divergências metodológicas

A narração não podia ter uma condição própria, pois, conforme os casos, estava submetida às disposições e às figuras da arte retórica, ou seja, era considerada como o lugar onde se revelava o sentido dos próprios fatos ou era percebida como um obstáculo importante para o conhecimento verdadeiro. […] Só o questionamento dessa epistemologia da coincidência e a tomada de consciência sobre a brecha existente entre o passado e sua representação, entre o que foi e o que não é mais e as construções narrativas que se propõem ocupar o lugar desse passado permitiram o desenvolvimento de uma reflexão sobre a história, entendida como uma escritura sempre construída a partir de figuras retóricas e de estruturas narrativas que também são as da ficção. (CHARTIER, 2009, p. 12).

Assim, Roger Chartier, em seu livro A história ou a leitura do tempo, resumia as contendas entre historiadores, críticos literários e filósofos nos anos 1960 e 1970, e que se desdobraria na “crise da história” dos anos 1980 e 1990. Na década de 1970, o historiador Peter Gay não deixou de lado essas questões, mas seu caminho seguiu um rumo também peculiar. Em suas obras: O estilo na História: Gibbon, Ranke, Macaulay, Burckhardt (de 1974), Arte e ação: as causas na história – Manet, Gropius, Mondrian (de 1976) e Freud para historiadores (de 1985), além de “pagar seu tributo à historiografia”, com uma trilogia não planejada, o autor também revisou o campo dos estudos históricos, ao propor articular novamente arte e ciência na escrita da história, em uma abordagem inovadora sobre o estudo da história social das ideias, utilizando-se das contribuições da Psicologia (em especial, da Psicanálise), para entender os homens e as sociedades do passado.

Ao publicar, em 1974, O estilo na história, ele não destacava especial apreço, ou atenção, sobre as discussões a respeito da “virada linguística”, proporcionada pela recepção do estruturalismo e do pós-estruturalismo francês nos Estados Unidos. Como ele próprio indica no livro, destinava maior consideração aos trabalhos de Friedrich Nietzsche (1844-1900), Ferdinand de Saussure (1857-1913), Claude Lévi-Strauss (1908-2008) e Erich Auerbach (1892-1957). Principalmente o último, que o marcou profundamente, ao ler seu livro: Mimesis: a representação da realidade na literatura ocidental, de 1946. Ao tratar da composição do estilo na obra de cinco historiadores: Edward Gibbon (1737-1794), Leopold von Ranke (1795-1886), Thomas Macaulay (1800-1859), Jacob Burckhardt (1818- 1897) e Theodor Mommsen (1817-1903), discutido na conclusão do livro, acentuaria de modo sutil sua crítica a Roland Barthes (1915-1980). Primeiro, porque o estilo não se encontrava apenas no campo da escrita, mas na sua interação com o escritor, sua época e seu meio. Segundo, porque as metáforas que lhe seriam inerentes não inviabilizavam a representação do princípio da realidade, antes a destacaria com maior sensibilidade e profundidade. Isso porque, ao ser o próprio homem, como o definiu Georges-Louis Leclerc (1707-1778), (mais conhecido como) conde de Buffon, o estilo demarcaria a matéria, a retórica, a maneira e as estratégias da escrita, mas ao ser também mais do que ele, como destacou Peter Gay, o estilo “nem sempre é o homem, decerto não o homem por inteiro”, mostraria sua relação com o “contexto de produção”, com o “lugar social ocupado pelo autor”, suas “leituras” e sua “formação”. Com isso, o estilo “por vezes, é menos do que o homem; com frequência é mais que ele”. (1990, p. 193).

Por isso, também, o estilo “é a arte da ciência do historiador”. Não foi por acaso, nesse sentido, que a continuidade de seus estudos, nesse campo, o levasse a analisar a “causalidade na história”, e a maneira como se apresentava na escrita, mas tendo em vista seus contornos em “artistas”, e não, nesse caso, em “historiadores”, como mostrou em seu livro: Arte e ação: as causas na história – Manet, Gropius, Mondrian (de 1976). No início dos anos de 1980, o autor prolonga tal esforço metodológico, apresentando sua proposta de aproximar a escrita da história, com a análise do “inconsciente”, exposta pela Psicanálise – tendo em vista a obra de Sigmund Freud (1856-1939), de seus seguidores e intérpretes (GAY, 1989b).

Assim, a sua “justificativa para a história como uma ciência elegante, razoavelmente rigorosa, apoiava-se fortemente […] no [s]eu comprometimento com a psicologia, em particular com a psicanálise”. Para o autor, a maior contribuição a ser encontrada nessa aproximação, outrora iniciada pelas descobertas de Marc Bloch (1886-1944) e de Lucien Febvre (1878-1956), com o movimento que geraram a partir da revista Annales, é que a “história psicanalítica pode entrar para expandir a nossa definição de história total decisivamente ao incluir o inconsciente, e o incessante tráfico entre a mente e o mundo, no território legítimo da pesquisa do historiador”.

(1989a, p. 165). Apesar de não dialogar diretamente, até este momento, com os filósofos franceses dos anos 60, que contribuíram para desencadear “a virada lingüística”, que nos Estados Unidos trouxe um grande impacto, ao questionarem a maneira pela qual os estudos históricos eram apresentados em suas formas narrativas, a obra de Peter Gay, nem por isso, deixou de reiterar a incontornável ligação entre a arte e a ciência, sobre os estilos da escrita da história apreendidos pelo historiador.

Quase duas décadas depois de concluir sua trilogia, sobre o estilo e suas relações com a história e sua escrita, o autor volta-se agora com maior atenção para o que até então havia deixado um pouco de lado, o romance e sua representação da realidade. Por que não só de divergências são constituídos os discursos histórico e literário. E seu livro Represálias selvagens (originalmente publicado em 2002), neste caso, não é apenas uma reconciliação do autor com o campo da produção literária, mas também um avanço quanto as suas análises sobre o estilo e a maneira pela qual caracteriza autor e obra, ao abordar o “princípio de realidade” contido na escrita – tanto da narrativa histórica, quanto na do romance. Contudo, o estudo da produção literária exige certa cautela, porque o romance encontra-se na “intersecção estratégica entre a cultura e o indivíduo, o macro e o micro, apresentando ideias e práticas políticas, sociais, religiosas, desenvolvimentos portentosos e conflitos memoráveis, num cenário íntimo”.

(GAY, 2010, p. 16). Apesar de os leitores quererem confiar “nos escritores de ficção tanto quanto acham que querem confiar nos historiadores”, ambos constroem representações peculiares sobre a realidade. Ainda que as aproximações teóricas, sobre os espaços de análise do romancista e do historiador sejam evidentes, há divergências metodológicas significativas na maneira como cada um procede com as fontes e reconstrói o vivido.

Para realizar seu estudo, o autor pautou-se na trajetória de três romancistas representativos do século XIX e início do XX: Charles Dickens (1812-1870), Gustave Flaubert (1821-1880) e Thomas Mann (1875-1955), dando destaque, respectivamente, aos seus romances: Casa sombria (de 1852- 1853), Madame Bovary (de 1857), e Os Buddenbrook (de 1900). Poderíamos resumir seus objetivos, neste livro, em três questionamentos principais, a saber: 1 – De que maneira a Literatura (e a História) (re)constrói uma representação peculiar da realidade?; 2 – Como uma visão de mundo molda uma linguagem e forja uma prática discursiva?; 3 – E de que modo a linguagem é perpassada por ideologias (ou por componentes ideológicos)? Para ele, Dickens teria sido um anarquista zangado (ao criticar e satirizar a sociedade inglesa da Era Vitoriana), Flaubert um anatomista fóbico (por ver os pormenores das relações sexuais e ironizar a maneira pela qual a sociedade francesa da Belle Époque viam-nas como um tabu) e Mann um aristocrata rebelde (ao viver silenciosamente sua homossexualidade e expor o cotidiano da aristocracia alemã oitocentista), em suas formas específicas de apreenderem o princípio de realidade nos seus romances históricos.

Apesar das evidentes contribuições que esses romances, e seus autores, possam trazer para a pesquisa histórica, o historiador deve ter claro que seu uso “é severamente limitado”, ainda que o “mundo que o romancista realista cria [seja] o mesmo do historiador, apenas alcançado por seus próprios caminhos” (p. 141), e que ambos tenham também em comum “o estudo das mentes individuais e das mentalidades coletivas”. (p. 144).

Dito isso, o autor passa a verificar por que a crítica pós-moderna, ao delinear o espaço de produção da história e do romance, estabelece uma fronteira tênue quanto ao significado da verdade, e seu alcance entre esses diferentes discursos narrativos. Se Jacques Derrida (1930-2004) foi o guru do movimento, Hayden White foi, sem dúvida, “o mais influente entre os historiadores pós-modernistas”, e “levou a perspectiva relativista a seus limites” (p. 145-46), ao ver indistintamente o discurso histórico e o discurso literário: “Ele converte a história num tipo de romance (geralmente não reconhecido) sobre o passado.” (p. 176). Para dar maior consistência aos seus argumentos, Peter Gay demonstra por que foi importante para Hayden White alinhar sua trajetória com os apontamentos centrais da virada linguística, estabelecendo uma relação direta com as obras de Michel Foucault e Friedrich Nietzsche. O que, em suas palavras, se constituiria como o mestre desse autor, “como de outros pós-modernistas, é (além de Friedrich Nietzsche, o favorito de todo mundo nesta escola de pensamento) Michel Foucault. Mas, o “principal problema com as excursões pós-modernistas de Foucault na história é que sua psicologia é irremediavelmente reducionista: para ele, é tudo uma questão de poder, de uma conspiração meio involuntária dos que têm contra os que não têm [o poder em suas mãos]”. (p. 176-77).

Para ele, as mesmas ressalvas seriam válidas para outros pós-modernistas (como: Jacques Lacan, Jacques Derrida, Jean-François Lyotard, Jean Baudrillard). De acordo com ele: Para os pós-modernistas, os fatos não são descobertos, mas criados; seus ancestrais intelectuais, remontando ao menos até Goethe, insistiram por muito tempo que todo fato já é uma interpretação.

Como uma interpretação social, é inerentemente modelado pelos mitos dominantes que mantêm o historiador (bem como o romancista) preso em sua garra de ferro. Vieses, antolhos, estreiteza de visão, pontos cegos, toda espécie de impedimentos à objetividade são essenciais na própria natureza de todos os esforços humanos para conhecer; o estudioso do passado é o prisioneiro de sua própria história pessoal. Nessa visão, escrever história é apenas outra maneira de escrever ficção. (p. 146, grifo nosso).

Postura frágil, o pós-modernismo, para o autor estabeleceria sutilmente: À parte seu absurdo inerente, a tentativa pós-modernista de reduzir à irrelevância a busca da verdade empreendida pelo historiador tem conseqüências práticas. Forçaria os escritores de fatos e os escritores de ficção a um casamento indesejado sob a mira de uma arma. […] O que significa que os historiadores não precisam dos pós-modernistas para lhes dizer que o ponto de vista de profissionais individuais, em parte inconsciente, pode impedir um tratamento objetivo do passado. Eles assim afirmariam ao desmascarar alegremente a parcialidade dos outros. Mas tratariam essas armadilhas no caminho para a verdade antes como obstáculos a ser superados do que como leis da natureza humana a ser humildemente seguidas. (p. 146-148).

O que significa que os “debates dos historiadores (sem os quais a profissão seria reduzida a um tedioso relato de fatos universalmente aceitos) fazem parte de um interminável empreendimento coletivo que tenta se aproximar do exato ideal de lorde Acton: um acordo inteiramente bem informado sobre o passado”. Além disso, nenhuma “das objeções propostas contra esse ideal é válida”, por que para “falar sem rodeios: pode haver história na ficção, mas não haver ficção na história”. (p. 150).

Após resumirmos os principais pontos da discussão do autor nos anos 1970 e 1980, e o modo como avança sobre eles neste livro (ainda que nos aspectos fundamentais não tenha mudado sua perspectiva de análise), podemos passar a algumas constatações: a) mesmo não considerando todos os argumentos provenientes da virada linguística nos anos 1970 e 1980, o autor não deixou de lado tal questão, e ao voltar sobre ela, além de resumir as principais fragilidades dessa postura, e do empreendimento pós-moderno (que lhe deu continuidade), também demonstrou a importância dos romances para a pesquisa histórica; b) ao indicar as especificidades metodológicas do discurso histórico e do discurso literário, o autor também mostrou que os caminhos como cada um chega à, ou pensa, a verdade são diversos; c) como diversos são ainda os recursos que ambos têm à disposição para, a partir do princípio de realidade, construir suas narrativas.

Referências

CHARTIER, R. A história ou a leitura do tempo. Belo Horizonte: Autêntica, 2009.

GAY, P. O estilo na história: Gibbon, Ranke, Macaulay, Burckhardt. Trad. de Denise Bottmann. São Paulo: Companhia das Letras, 1990.

____. Freud para historiadores. Rio de Janeiro: Paz e Terra, 1989. Resenha recebida em 21 de setembro de 2012 e aprovada em 5 de outubro de 2012.

Diogo da Silva Roiz – Mestre em História pela Unesp. Professor na Universidade Estadual do Mato Grosso do Sul (UEMS), Campo Grande – MS – Brasil. E-mail:diogosr@yahoo.com.br

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Mito y realidad de la “cultura política latinoamericana”. Debates en Iberoideas | Elías José Palti

A primeira coisa que deve ser dita sobre a obra Mito y realidad de la “cultura política latinoamericana”. Debates en Iberoideas é que ela representa uma novidade promissora no campo editorial historiográfico em seu aspecto formal, extremamente caro aos historiadores, que é o do efetivo debate de ideias. A obra, organizada pelo historiador argentino Elías José Palti1 , é resultado de uma consulta ao foro virtual Iberdoideas2 , composto por um grupo de pesquisadores, estudantes e professores, de distintas origens geográficas e acadêmicas, ligados à história dos conceitos, à história intelectual e à história das linguagens políticas. A proposta do debate foi “pôr em discussão a ideia da existência de uma ‘cultura política latino-americana’” (PALTI: 2010, p.10), para tanto se selecionou uma série de textos recentes pertinentes ao tema, publicados no sítio do foro, entre 2006 e 2008, que foram submetidos ao escrutínio virtual dos membros do grupo na América Latina, nos Estados Unidos e na Europa.

Cada um dos oito artigos que compõem o volume é acompanhado por uma série de comentários, respostas e tréplicas, o que evidencia o caráter dialógico da obra, a pluralidade de matrizes intelectuais em jogo e a vitalidade de um debate historiográfico, ainda recente nas praias latino-americanas. Leia Mais

História e documentário – MORETTIN (RBH)

MORETTIN, Eduardo; Napolitano, Marcos; Kornis, Mônica Almeida (Org.). História e documentário. Rio de Janeiro: Ed. FGV, 2012. 324p. Resenha de: MALAFAIA, Wolney Vianna. Revista Brasileira de História. São Paulo, v.32, n.64, p.365-367, dez. 2012.

Nos últimos 15 anos, o audiovisual vem ocupando um espaço privilegiado na produção historiográfica, como objeto ou como fonte, principalmente na sua forma mais envolvente e instigadora: o cinema. E, dentro dessa forma, um gênero, por assim dizer, suscita preocupações no que diz respeito à sua análise, justamente por compartilhar com a história o tratamento dado às noções de verdade e realidade: o documentário.

Procurando enriquecer o debate instaurado em torno do uso do audiovisual, mais especificamente do documentário, como objeto ou fonte da história, Eduardo Morettin e Marcos Napolitano, professores da USP, e Mônica Almeida Kornis, da Fundação Getulio Vargas, organizaram História e documentário, contendo textos que, em seu conjunto, representam o resultado de pesquisas realizadas pelo grupo constituído junto ao CNPq e denominado “História e Audiovisual: circularidades e formas de comunicação”, coordenado pelos dois primeiros.

Salientam os organizadores, em sua apresentação, dois aspectos que justificariam a edição dessa obra coletiva: primeiramente, como já foi dito, a expansão da pesquisa histórica que privilegia o cinema como fonte e objeto, importando para o campo teórico dessa análise as preocupações concernentes à narrativa e à estética cinematográficas; em segundo lugar, o papel de protagonista que o documentário vem ocupando na produção cinematográfica nacional e, consequentemente, na pesquisa e na reflexão crítica acadêmicas, a partir de meados da década de 1990. Os trabalhos aqui apresentados refletem estas preocupações: a articulação da narrativa histórica com as peculiaridades da narrativa fílmica, e a representação do passado, trabalhando os conceitos de verdade e realidade, o que diz respeito à preocupação tanto do pesquisador quanto do documentarista.

Por causa dessa articulação geral, os textos formam um conjunto harmonioso, destacando-se afinidades entre alguns, no que diz respeito à fonte pesquisada ou ao tratamento teórico utilizado. Assim, os textos de Eduardo Morettin (“Dimensões históricas do documentário brasileiro no período silencioso”), e de Ismail Xavier (“Progresso, disciplina fabril e descontração operária: retóricas do documentário brasileiro silencioso”), ao abordar os primórdios da produção cinematográfica de caráter documental, lançam luzes sobre as diversas formas de utilização das imagens produzidas naquela época e a sua própria historicidade. Nesses dois textos encontramos uma análise que se preocupa com a distância entre o objetivo original da produção e os possíveis usos das imagens produzidas; essa distância é reveladora e possibilita a construção de variadas relações, que acabam por enriquecer o sentido dessas mesmas imagens.

Num segundo grupo, analisando documentários inspirados pela experiência imagética do Departamento de Imprensa e Propaganda (DIP) do Estado Novo, temos os textos de Mônica Almeida Kornis (“Imagens do autoritarismo em tempos de democracia: estratégias de propaganda na campanha presidencial de Vargas de 1950”), Rodrigo Archangelo (“O Bandeirante da Tela: cenas políticas do adhemarismo em São Paulo – 1947-1956”), e Reinaldo Cardenuto (“O golpe no cinema: Jean Manzon à sombra do Ipês”). Nesses textos, destaca-se a preocupação com a articulação entre a propaganda política e uma determinada estética própria de cinema documentário inaugurada pelo DIP, mas enriquecida com a expansão dos meios de comunicação, como o rádio, e do próprio mercado exibidor cinematográfico, com um maior número de salas de cinema e o apogeu das comédias musicais populares, as chanchadas. Se, num primeiro momento, quando da campanha presidencial de Getúlio Vargas, encontramos uma estética ainda presa às propostas do DIP, num segundo momento, quando das campanhas de Adhemar de Barros, já verificamos uma sensível transição e, num terceiro momento, quando das produções de Jean Manzon, já percebemos a incorporação de recursos estilísticos próprios do cinema ficcional norte-americano e mesmo das chanchadas brasileiras.

Um terceiro grupo seria constituído pelos textos que trabalham imagens de arquivos. Marcos Napolitano (“Nunca é cedo para se fazer história: o documentário Jango, de Silvio Tendler – 1984″) e Rosane Kaminski (“Yndio do Brasil, de Silvio Back: história de imagens, história com imagens”) trabalham com produções nacionais, analisando filmes de dois profícuos cineastas: Silvio Tendler e Silvio Back; nos dois textos, a análise da narrativa cinematográfica é intermediada pela análise da narrativa histórica, pois os cineastas se preocupam em apresentar suas versões e conclusões, articulando imagens e discursos. Em outro texto, Henri Arraes Gervaiseau (“Imagens do passado: noções e usos contemporâneos”) analisa o documentário Videogramas de uma revolução, de Harun Farocki e Andrei Ujica, sobre a deposição do regime ditatorial de Nicolae Ceausescu, produzido em 1992, utilizando-se para tal das formulações teóricas de Georges Didi-Huberman, que privilegiam o momento da produção da imagem, a experiência de quem produz e sua relação com a imagem produzida, consagrando, assim, a noção de contemporaneidade, externa ao filme, mas cuja compreensão torna-se necessária para um melhor entendimento.

Ainda nesse terceiro grupo, os textos de Mariana Martins Villaça (“O ‘cine de combate’ da Cinemateca del Tercer Mundo – 1969-1973”) e Vicente Sanchez-Biosca (“A história e a providência: cinema e carisma na representação de Franco e José Antonio Primo de Rivera”) trabalham propostas antagônicas: a produção uruguaia voltada à revolução terceiro-mundista e a produção espanhola enaltecedora do fascismo ibérico; cada qual, falando do seu lugar, revela não só as opções ideológicas como as opções estilísticas que procuram apresentar suas propostas da forma mais convincente possível.

Por último, o texto de Fernando Seliprandy (“Instruções documentarizantes no filme O que é isso, companheiro?“), no qual o autor utiliza o conceito de ‘instruções documentarizantes’, formulado por Roger Odin, para analisar a produção de Bruno Barreto e o debate que a cercou. Aqui, mais uma vez, a noção de verdade, presente na narrativa fílmica e na narrativa histórica, é colocada em questão: a indução do espectador, levado a entender o filme como uma representação da realidade, é confrontada pela indução produzida por textos e análises críticas ao mesmo filme, os quais também se apresentam como reveladores daquilo que realmente teria acontecido.

Esse trabalho coletivo recusa a ambição de se constituir como uma referência de perspectivas rígidas sobre o papel dos documentários e cinejornais para os estudos históricos, propondo-se iniciar um debate sobre a rica relação desse gênero de cinema com a história. Considerando que esse debate há muito já foi iniciado, entendemos que História e documentário tem a função de enriquecê-lo e, mais do que isso, serve, sim, a despeito da modéstia de seus organizadores, como uma importante referência para aqueles que se interessam pela relação da história com o cinema, quer sejam pesquisadores ou não, mas, com certeza, todos que sejam encantados pela imagem em movimento.

Wolney Vianna Malafaia – Doutor em História, professor do Colégio Pedro II. Rua Piraúba, s/n – São Cristóvão. 20940-250 Rio de Janeiro – RJ – Brasil. E-mail: wolneymalafaia@ig.com.br

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Epistemologias da história: verdade, linguagem, realidade, interpretação e sentido na pós-modernidade | Gabriel Giannattasio e Rogério Ivano

Nas últimas décadas, e bem mais recente quando se tem por base o cenário brasileiro, os debates no campo da História (e também, claro, no da Filosofia e no das Ciências Sociais), mais especificamente na área de Teoria e Metodologia da História tem direcionado suas preocupações em torno de um objeto, ou pode-se dizer ainda, tema, ideia, paradigma, pois as designações são múltiplas. De fato, o que é possível afirmar, aqui sim com convicção, é que a pós-modernidade é a pauta do momento, seja para arrancar suspiros daqueles que a defendem e/ou idolatram, seja para nausear aqueles que acreditam que tudo isso não passa de mera invenção de alguns intelectuais equivocados. E é com a intenção de esclarecer alguns tópicos que a torrente pós-moderna e a enxurrada de problemas, novidades, embates etc que a ela são intrínsecos, que surge o livro organizado pelos historiadores Gabriel Giannattasio e Rogério Ivano. Leia Mais