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A criação do patriarcado: história da opressão das mulheres pelos homens | Gerda Lerner
Gerda Lerner in her office in Madison (2002) | Foto: Andy Manis/The New York Times
A Criação do Patriarcado foi publicado pela editora Cultrix em 2019. A obra da historiadora e pesquisadora americana Gerda Lerner – uma das grandes desenvolvedoras do currículo da disciplina de História das Mulheres na Universidade de Wisconsin (EUA) – enfatiza o paradoxo entre o papel decisivo das mulheres na criação da sociedade e seu caráter marginal no processo histórico. Dessa forma, esses dilemas levaram-na a explorar cerca de 2600 anos de história da cultura do antigo oriente próximo, dando maior ênfase às sociedades mesopotâmica e hebraica.
Tendo como objeto de estudos as mulheres e o início das sociedades patriarcais, busca através dessa análise mostrar como esses sujeitos são peças centrais, e não marginais, para a criação da sociedade e a construção da civilização. Assim, como as mulheres foram impedidas de contribuir com o fazer História, Lerner se faz a seguinte pergunta norteadora de sua obra: quais são as definições e os conceitos necessários para que possamos explicar a relação única e segregada das mulheres em relação ao processo histórico, ao fazer história e a interpretação do próprio passado? Logo, a autora traça como objetivo principal mostrar que quando a mulher busca por uma compressão das relações de gênero e do seu passado, ela possui a força do fazer história. Leia Mais
Mujeres y hombres en la historia: Una propuesta historiográfica y docente – BOLUFER PERUGA (I-DCSGH)
BOLUFER PERUGA, M. Mujeres y hombres en la historia: Una propuesta historiográfica y docente. Granada. Pomares, 2018. Resenha de: GUILLOT, Helena Rausell. Íber – Didáctica de las Ciencias Sociales, Geografía e Historia, n.97, p.85-86, out./dez. 2919.
El libro que presenta Mónica Bolufer dentro de la colección «Mujeres, historia y feminismos» tiene como objeativo fundamental contextualizar el surgimiento de la historia de las mujeres dentro de la renovación historiográfica del siglo xx, además de reivindicar sus aportaciones y de analizar su presencia en la historia ensenada a nivel universitario. Pero Mujeres y hombres en la historia no es tan solo un texto historiográfico, ya que incluye reflexiones sobre la historia ensenada, además de exponer y argumentar una propuesta didáctica propia, basada en más de veinte anos de experiencia docente e investigadora.
La obra se estructura en tres partes, que se corresponden con cada uno de los capítulos. La primera de ellas está consagrada a la renovación historiográfica que se inicia en el siglo xx con la Escuela de los Annales y el marxismo. Este repaso historiográfico sirve para explicar la aparición y el afianzamiento de la historia de las mujeres como campo historiográfico y de investigación desde los anos setenta del siglo xx.
Sus reflexiones se construyen a partir de la lectura de algunas de las aportaciones sobre epistemología de la historia más valoradas de las últimas décadas (Iggers, Hernández Sandoica, Aróstegui o Moradielos), además de incluir referencias a los autores clásicos del siglo xx. Están igualmente presentes algunas de las voces más autorizadas de la historiografía de género, la historia de las mujeres o del movimento feminismo (Mary Astell, Inés Joyce, Jane Austen, Joan Wallach Scott, Virginia Woolf…), junto a fragmentos de obras literarias, en una aproximación ya clásica dentro de los estudios de género que valora la literatura como fuente histórica y como instrumento para recuperar las voces de las mujeres del pasado.
Quizá sea el tercer apartado, el dedicado a «ensenar la historia de las mujeres en la universidad», el que pueda resultar más interesante desde el punto de vista de la didáctica de las ciencias sociales. Entre sus reflexiones, encontramos el reconocimiento a figuras como Dolores Sánchez Durá, Pilar Maestro, Joaquín Prats o Rafael Valls y a aquel sector más implicado del profesorado de secundaria que impulsó los Movimientos de Renovación Pedagógica. La autora llega a argumentar la necesidad de que el cambio historiográfico y pedagógico vayan estrechamente unidos, además de criticar la falta de aportaciones con respecto a la ensenanza de la historia de las mujeres en el ámbito universitario. Asimismo, razona que esta historia del género pueden desempenar un papel especialmente fecundo en la actualización de las formas de entender y de ensenar la historia en los distintos niveles educativos, a partir de algunas de las posibles aportaciones de la historia de las mujeres a la historia ensenada, entre las que destaca: aprender a pensar históricamente (historicidad de las categorías de femenino y masculino); la existencia en el tiempo de modelos no hegemónicos, minoritarios o discordantes; la necesidad de enriquecer la reflexión sobre la complejidad de las relaciones y las desigualdades sociales; o la atención a las formas variadas de la presencia y protagonismo de las mujeres en la historia.
Otra de las aportaciones más sugerentes de la obra es el balance que realiza con respecto a la presencia de la ensenanza del género en los grados de historia y en otras titulaciones y posgrados. La autora documenta que, en la actualidad, se imparten, con denominaciones distintas (historia de las mujeres, del género, de las relaciones de género…), asignaturas especializadas en veintiocho universidades, en algunas de ellas desde hace casi veinte anos o más (caso de las universidades de Barcelona, Valencia, Granada, Oviedo, Complutense y Autónoma de Madrid) y otras en las que gozan de una trayectoria más reciente. Dichas materias se insertan en treinta y cuatro grados, entre ellos veintiuno en historia, pero también en historia del arte, historia y ciencias de la música, humanidades y otras disciplinas científicas y sociales (como medicina o comunicación audiovisual). Dentro de los estudios de posgrado, estas asignaturas están presentes en veintisiete másters, ocho de ellos interuniversitarios, tanto en historia como en historia del arte y patrimonio, y aquellos dedicados a estudios de género (Bolufer, 2018, pp. 85 y 86).
La obra concluye con un muy buen aparato crítico que distingue entre lecturas básicas, textos de época y lecturas complementarias y que se complementa con una filmografía escogida. Esta misma autora ha lanzado de forma casi simultánea otro libro, Arte y artificio de la vida en común: Los modelos de comportamiento y sus tensiones en el Siglo de las Luces, en la editorial Marcial Pons (2019). Dicho texto reflexiona en torno a la civilidad y la circulación de libros e ideas en la Europa de la Ilustración. Mónica Bolufer Peruga es catedrática de historia moderna en la Universidad de Valencia.
Helena Rausell Guillot – E-mail: helena.rausell@uv.es
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Demystifying the Female Body in Hispanic Male Authors, 1880-1920 – COHEN (REF)
COHEN, Daria. Demystifying the Female Body in Hispanic Male Authors, 1880-1920 – Overcoming the Virgin/Prostitute Dichotomy. Queenston, Ontario: The Edwin Mellen Press, 2008. 111 p. Resenha de: FÉLIX, Regina R. As mulheres que os homens deixam escapar – literatura de língua castelhana escrita por homens (1880-1920). Revista Estudos Feministas v.17 n.3 Florianópolis Sept./Dec. 2009.
O estudo de Daria Cohen oferece uma análise rara do tratamento do corpo da mulher na literatura como um campo de “batalha ideológica” em selecionados contos de língua castelhana escritos por Rubén Darío, Manuel Gutiérrez Nájera, Manuel Díaz Rodríguez, Azorín (José Martínez Ruiz), Miguel de Unamuno e Ramón del Valle-Inclán no período conhecido como fin-de-siècle. O trabalho apresenta uma introdução, quatro capítulos e conclusão.
Na introdução, Cohen explicita sua base teórica. Expõe o recorte do período modernista na América Latina e na Espanha, ao considerar escritores latino-americanos e espanhóis conjuntamente, optando com acerto por uma periodização que conflui o modernismo latino-americano à Geração de 1898 espanhola, assim propondo a modernidade como um tempo de inovações que perpassam o Ocidente e não se atêm a localidades, como sugerem os teóricos Richard Cardwell, Federico de Onís, Ivan Schulman, Evelyn Picon Garfield, entre outros. Também aponta as teóricas feministas que a informam em sua análise, como Susan Suleiman, Elaine Showalter, Gilbert and Gubar, Rita Felski, entre outras. Em seu estudo, Cohen perscruta “tipos diferentes de corpos de mulher” dentro das relações de poder em que são encaixados pelos escritores. Distingue seu estudo em relação ao de Consuelo Arias (Representations of the Feminine in Modernismo: The Figure of the Exotic Woman. Em português, Representações do feminino no modernismo: a figura da mulher exótica). Citando Elisabeth Grosz (Volatile Bodies. Em português, Corpos voláteis), Cohen oferece uma boa discussão sobre o que denomina “feminismo corporal”, segundo o qual o corpo é tomado como um “terreno de contestação” interpenetrado, nem como vítima nem como agressor, por instâncias várias da vida social. O corpo, assim compreendido, seria a base da subjetividade moderna, como um “local de contradições”, segundo conceitos de Anthony Casdardi (The Subject of Modernity. Em português, O sujeito da modernidade), Meile Steele (Theorizing Textual Subjects, em português Teorizando sujeitos textuais) e Catherine Belsey (Critical Theory. Em português, Teoria crítica). Cohen se utiliza também da contribuição de “The Body of the Condemned” (em português, “O corpo do condenado”) em Vigiar e punir, de Michel Foucault, completando a noção do corpo como ponto a partir do qual “resistência e agência estratégicas” são possíveis, sendo este o local no qual “choques de gênero, poder e subjetividade” ocorrem. Os capítulos apresentam diferentes caracterizações das mulheres – as manobras retóricas dos escritores para dar vazão às suas ansiedades, segundo Cohen, diante dos anseios da nova mulher que surgia.
O corpo como “O artefato sensual” é tratado no Capítulo 1. Cohen mostra a erotização do corpo da mulher por Rubén Darío (Nicarágua, 1867-1916), segundo uma estética, de fato, parnasiana, em “El rubí” – como objeto para o desfrute do olhar masculino. Para a autora, Darío cria uma aura de mistério que cultiva a alteridade, ao mesmo tempo enaltecendo e desfigurando o corpo da mulher. Assinalando a linguagem marcada por indícios de gênero, através da qual o artífice é o masculino e o material a ser modelado, o feminino, Cohen demonstra o significado subjacente ao texto como a vitória da criatividade ativa do homem sobre a matéria feminina inerte, como material bruto – reconfirmando a antiga dicotomia segundo a qual o masculino, com sua capacidade de idealização, não apenas cria sobre o corpo da mulher, mas desse modo pode controlá-lo. Mas “El rubí”, ao mostrar o corpo da mulher com suas fruições próprias, tentando ademais libertar-se, demonstra uma agência não usual à época, confirmando a visão da autora de que um novo sujeito feminino moderno emerge.
No Capítulo 2, o corpo feminino é “A moldura artística” com que a literatura modernista objetificou esteticamente a presença da mulher como réplica retórica e metafórica da feitura do texto ele mesmo. Cohen sugere que, nesse sentido, o corpo da mulher como moldura reflete “os vários níveis das noções de limite e produção artística”. Seguindo as sugestões de Helena Michie (The Flesh Made Word. Em português, A carne feita palavra), Cohen mostra como o corpo das mulheres procura se desvencilhar dos enquadramentos nos quais os escritores querem prendê-las. Em “Rosa, lirio y clavel”, de Azorín (Espanha, 1873-1967), um jogo da relação entre os gêneros emoldura a mulher para o olhar masculino, num texto modernista por excelência, dada a preocupação expressa (de l’art pour l’art) do escritor com o fazer literário. Na cena descrita por um velho viajante, de ambientação à la prérafaelitas, três mulheres se movimentam e seus corpos são detalhadamente descritos por sua sensualidade. Segundo a autora, ao descrevê-las e emoldurá-las, o escritor as “enquadra” também no sentido jurídico de que as detém para averiguação, ou seja, critica-as e julga-as. Ao transformá-las em flores que acompanham outros personagens mórbidos da história, o enquadramento seguinte mostra que a sensualidade e a vitalidade das mulheres são tornadas inanimadas, segundo a autora, como uma forma de sublimar o estranhamento do próprio escritor diante de um mundo que se transformava (e o assombrava) radicalmente. No conto, “La venganza de Milord”, de Manuel Gutiérrez Nájera (México, 1859-1895), mistério e intriga são mapeados nos corpos femininos. O narrador descreve a história de várias mulheres: Clara, a mulher que não amava; a segunda, a mulher boneca, sem vitalidade; a terceira, uma surreal mulher sem corpo cuja função obscura é aprisionar esposas; e, finalmente, Alícia, a mulher compelida a trair o marido para enfim terminar petrificada como a protagonista de A bela adormecida. No entanto, sem o beijo final que lhe restaurasse a vida, como sugere Cohen, Alícia termina como um simples cadáver. Segundo a autora, esses enquadramentos das persona-gens demonstram o temor da sociedade expressa pelo escritor quanto à possibilidade da autonomia da mulher que se insinuava. No último conto analisado no capítulo, “La muerte de la emperatriz de la China”, de Darío, Cohen mostra que a propensão do escritor para descrever como joia a mulher Suzette e como um estojo a sala em que se encontra evidencia o que Elaine Showalter denomina “The Case of Women”. Em português, “O caso da mulher” (em inglês, o vocábulo “case” significa tanto “caso” como “estojo”, “caixa”). Com isso, Showalter atenta para o fato de que a mulher se tornou, na época, um caso a ser analisado, como se fosse a caixa de Pandora, cheia de mistérios e perigos. Cohen nota, contudo, que Darío neste texto rompe com o padrão do texto anterior quando permite que sua protagonista destrua a imagem da imperatriz chinesa que o marido idolatrava em seu estúdio, dizendo, ao fazêlo, estar vingada. Para a autora, desse modo, Suzette “destrói o ícone exótico” que a espelha e, assim, demonstra “o sujeito feminino que astutamente resiste à opressão da sociedade”.
Os enquadramentos estéticos assinalados anteriormente, segundo Cohen, levam ao que analisa no Capítulo 3, ou seja, ao desvanecimento da mulher, como sugere o título “A presença apagada”, “em resposta à nascente subjetividade da mulher moderna”, já que os escritores com frequência se referem à morte da sensualidade feminina, exibindo um temor em relação à sua expressão. Consequentemente, Cohen detecta uma associação insistente entre o “corpo da mulher e a morte” como forma de aniquilação de seu poder. Cohen observa, no entanto, que há uma duplicidade nos textos, ou seja, uma tentativa de apagamento da mulher tão renitente como a emergência da agência feminina, mesmo que momentânea, em “cambiantes posições subjetivas” – ainda que a subjugação da mulher prevaleça, enfim. Em “Rosarito” e “Mi hermana Antonia”, Ramón del Valle-Inclán (Galícia, 1866-1936) exemplifica o apagamento da mulher “nas mãos do homem moderno”. A história da tímida e sexualmente inocente Antonia, que, seduzida por um estudante “de olhos de tigre”, fenece, traz novamente uma atmosfera tétrica que trata da morte do corpo da mulher de modo a restituir a moralidade social. Também Rosarito, descrita com uma sensualidade ambivalente de anjo e prostituta (“trágica e madalênica”) será seduzida e, enfim, morta pelo sedutor. Cohen compreende que ao matá-la, como já foi dito, o escritor procura extinguir o erotismo que aos poucos faz emergir a subjetividade da mulher moderna. Em “Cuento Rojo”, de Manuel Díaz Rodríguez (Venezuela, 1871-1927), a autora apresenta uma luta entre o masculino e o feminino no contexto cultural moderno. Aqui o misógino protagonista Renzi, como ocorre com o mito de Don Juan, torna suas conquistas em “bonecas inanimadas” até encontrar Irma, uma mulher que não sucumbe aos seus ardis. Com um tapa no rosto de Irma, Renzi responde à indiferença da mulher, que, logo em seguida, como uma “selvagem voluptuosa”, beija-o com os lábios ensanguentados. O narrador, nota Cohen, assinala a reação da mulher como algo novo a complicar o relacionamento entre amantes naquele tempo. Até aqui, Cohen conclui que a batalha entre os sexos ainda relega a mulher ao enquadramento do homem – seu temor da incipiente agência da mulher provoca a violência e o consequente apagamento dela.
Com o conto “Soledad”, de Miguel de Unamuno (Espanha, 1864-1936), Cohen inicia o Capítulo 4 no qual seu estudo culmina, enfim, com “A desmistificação do corpo da mulher”. Aqui se sobressai a mulher cujo modo de vida é satisfatório para si mesma. Amparo, uma mulher cujo marido é omisso e ausente, antes de morrer logo após ter uma filha, exige do marido que a nomeie Soledad, nome que definirá seu caráter, já que não pode contar com nenhum dos homens com quem se relaciona – pai, irmão ou amante. Ao aceitar essa decepção fundamental, para Cohen, dedicando-se à leitura de livros, Soledad viabiliza uma vida independente para si mesma. A sugestão de que lia também livros eróticos suscita a ideia de que sua autonomia se estende à sua própria sexualidade. Cohen aponta que, desse modo, Soledad transcende o estereótipo da solteirona solitária, sem par (the odd woman), um dos tipos sociais que suscitaram a questão da mulher à época. Os contos “La caperucita color de rosa” e “La ultima hada”, de Manuel Gutiérrez Nájera, que Cohen nos mostra, desconstroem tanto os mitos da ingenuidade da Chapeuzinho vermelho como o da magia das fadas. No primeiro caso, encontramos uma Chapeuzinho que ludibria a todos e planeja passo a passo um casamento vantajoso. A fada, por seu turno, é posta de lado pela personagem Pensamento, que, dispensando os encantamentos da outra, faz suas próprias escolhas. Em “La venganza de Milady”, do mesmo autor, não só Milady retribui Milord com infidelidades, mas, em última instância, o trai com a própria amante do marido. Para Cohen, como é evidente, não apenas a mulher toma a frente em defesa própria, mas o faz demonstrando tamanha audácia através da transgressão sexual de um relacionamento lésbico.
Em sua conclusão, Daria Cohen nota que os escritores que estuda apresentam o corpo da mulher, por um lado, subjugado pelo olhar e pela atuação masculinos, mas, por outro, também imbuído de resistência aos constrangimentos das normas patriarcais da época. Cohen faz uma recapitulação retomando o “processo de formação da identidade” que os Capítulos de 1 a 3 mostram, ou seja, a tentativa de emergência da moderna subjetividade da mulher que resulta numa atuação mais resoluta no Capítulo 4. Cohen ressalta que procurou mostrar a “transformação e o progresso” da força da nova subjetividade da mulher na modernidade entre escritores nos quais raramente se espera encontrar tal preocupação.
Como se vê, este estudo traz uma contribuição valiosa, pois ressalta um novo prisma em textos de grandes escritores do modernismo, qual seja, sua sensibilidade com as mudanças socioculturais que tiveram as relações de gênero como um de seus aspectos cruciais. Cohen salienta com cuidado o caráter ambivalente e contraditório da retórica que deixa entrever a formação da subjetividade feminina e como textualidade imbricada ao contexto social. Ainda que em alguns pontos repetitivo, dada a reiteração exaustiva da frase “emergência da subjetividade moderna da mulher”, bem como um pouco carente do desenvolvimento das teorias que cita entre as páginas 2 e 4, o livro tem seus méritos. Por salientar com destreza, além dos estratagemas com que os escritores expressaram seus temores quanto ao feminino, também seu próprio reconhecimento do potencial impetuoso das mulheres, a partir do conceito de desejo como cerne da subjetividade moderna, o trabalho de Daria Cohen merece a atenção dos estudiosos do assunto.
Regina R. Félix – University of North Carolina Wilmington.