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Ensinando História Antiga e Medieval no Brasil: Da inércia à potência | Brathair | 2021
“E não te esqueças de que a hora de partir chegou.
O vento levará para longe os teus olhos”.
Alexandre, o repórter (O Passo Suspenso da Cegonha).
Seis anos atrás, um grupo de professores de História Antiga e Medieval das regiões Norte e Nordeste do Brasil reunimo-nos e redigimos uma carta contra a ameaça de retirada dos conteúdos de História Antiga e Medieval do ensino escolar brasileiro, texto esse retomado na íntegra no epílogo da coletânea Antigas Leituras: Ensino de História (Recife: Edupe, 2020, organizada por mim mais os companheiros Guilherme Moerbeck e Renan Birro). Naquela carta, enfatizávamos a importância da presença curricular dos assuntos dessas temporalidades e denunciávamos a miopia de determinados segmentos que viam nesses estudos verdadeiros cavalos de Troia da história eurocentrada e colonizada que deveria ser extirpada (ou quando menos reduzida ao mínimo) das salas de aula em prol de outras narrativas, especialmente afro-ameríndias e contemporâneas. Mas por mais que discordemos dessa miopia, ela não surgiu do acaso. Leia Mais
El Cercano Oriente Antiguo: nuevas miradas sobre viejos problemas / Cristina de Bernardi e Jorge S. Castillo
Lejos del estereotipo que los asocia a un saber inmóvil, los estudios históricos sobre las sociedades del Cercano Oriente antiguo constituyen un ámbito que asiste a una permanente renovación, tanto desde el punto de vista de las temáticas como de las fuentes y los principios teórico-metodológicos puestos en juego para una comprensión más profunda de la historia y la cultura de aquellas sociedades. El libro El Cercano Oriente Antiguo: nuevas miradas sobre viejos problemas, una compilación organizada por Cristina De Bernardi y Jorge Silva Castillo –dos distinguidos historiadores de la antigüedad oriental de Argentina y México respectivamente–, constituye un fiel retrato de esta renovación de los intereses de los historiadores dedicados a esta subdisciplina, preocupados por desligarse del paradigma marcadamente eurocéntrico, colonialista y racista que animó el surgimiento de la disciplina y sigue aún vigente a pesar de haber sido fuertemente discutido en el contexto de las ciencias sociales, así como también por aportar nuevos planteos sobre aspectos territoriales, sociales económicos, culturales y simbólicos y dar cuenta de manera global y holística quiénes eran y cómo vivieron los antiguos habitantes de esas regiones. Se trata de una obra destinada a reunir las ponencias discutidas en una mesa dedicada a la historia antigua del Próximo Oriente en el marco del XI Congreso Internacional de la Asociación Latinoamericana de Estudios de Asia y África (ALADAA), llevado a cabo en la Universidad Nacional Autónoma de México a finales del año 2003, así como sumar los aportes de otros investigadores iberoamericanos también especializados en la temática que, a pesar de su activa trayectoria de participación en los distintos encuentros internacionales organizados por la Asociación, no pudieron presentar sus avances en aquel congreso por diversos motivos coyunturales. Como resultado final de la convocatoria, disponemos de una nueva compilación de trabajos que cubren una variedad de problemáticas acerca de las características y modos de funcionamiento de las diversas sociedades del Cercano Oriente antiguo, resultado a su vez de un conjunto muy heterogéneo de proyectos de investigación. Por tanto, el futuro lector no deberá esperar hallar en esta novedosa propuesta editorial un libro en el que las contribuciones de los autores respondan a una sola pregunta de investigación, ni mucho menos que cubran el mismo horizonte temático, espacial, temporal y cultural.
Sin embargo, una rápida mirada de conjunto obliga a plantear que los diversos trabajos que aquí se publican comparten dos características que, desde nuestra perspectiva, otorgan consistencia interna –si no homogeneidad– a la presente compilación. Por un lado, la presencia de modos historiográficos de aproximación al pasado que, además de obedecer a enfoques y metodologías particulares, cargan con el “sesgo local de los problemas epistemológicos”1, en la medida que las condiciones locales de producción y transmisión de las investigaciones sobre el antiguo Cercano Oriente dentro del ámbito latinoamericano no sólo influyen decisivamente en las posibilidades y límites para abordar ciertos problemas de la trayectoria histórica de esos antiguos pueblos, sino también en la mirada que indefectiblemente se imprime sobre tales empresas del conocimiento histórico. En efecto, cada uno de los artículos comprueba el camino de investigadores que, armados con todo el protocolo del rigor científico del campo, pero trascendiendo el peso arrogante de las tradiciones académicas centrales, han insistido en la necesidad epistemológica de construir progresivamente una labor investigativa autónoma, reflexiva y crítica desde los márgenes, capaz de sustanciarse en estudios tanto empíricos como teóricos, rebosantes de aportes y conclusiones claramente señeras y en dialogo con la producción académica internacional. En esa dirección, la obra refleja el estado en que se encuentran las diversas líneas de estudio e investigación sobre las sociedades antiguas del Próximo Oriente que existen en España y América Latina, pero particularmente en Argentina, país del cual proceden la mayoría de los autores que escriben aquí y que –huelga decirlo– son dignos representantes de un grupo de académicos universitarios bien afianzado en el ámbito argentino y con amplio reconocimiento y proyección en varios centros de investigación de prestigio mundial.
Y por otro lado, una insatisfacción respecto de las posiciones predominantes dentro de la historiografía antiguo-oriental sobre ciertos temas ya clásicos, como el surgimiento de centros urbanos y estatales, los vínculos entre Estados y comunidades aldeanas y grupos nómadas, los fenómenos de expansión territorial y contacto intercultural, las experiencias religiosas y modos de representación del mundo, el funcionamiento de los primeros mecanismos de control social, etc. Esos viejos problemas necesitan replantearse, por cuanto urge apartarse del pesado legado historiográfico que, al traducir esas realidades pretéritas en un pasado exótico, glorioso y monumental, reproduce el estereotipo de que tal área de investigación conforma una “historia de anticuarios”, sin conexiones con el presente o las realidades locales. De esa forma, los trabajos exploran viejos terrenos de debate y polémica –relacionados con las instituciones políticas y jurídicas, las economía políticas y campesinas, las relaciones interculturales, las formas de dominación y control social, las creencias religiosas y las representaciones simbólicas– desde enfoques novedosos –asociados con la historia social y política, los estudios étnicos, la antropología política y económica, los estudios subalternos, la perspectiva de género, la arqueología histórica y las investigaciones sobre la memoria social–, proveyendo resultados y sugerencias importantes para poner en jaque muchos de los supuestos en que se basaba la caracterización socio-antropológica e histórica de los modos de vida y pensamiento existentes en las sociedades del Cercano Oriente antiguo.
Conforme a estos ejes y criterios, un primer núcleo de trabajos se centra, indudablemente, en los diversos procesos sociohistóricos de cambio que condujeron al urbanismo y a la concomitantemente aparición y afianzamiento del Estado en las sociedades del Próximo Oriente Antiguo, aportando elementos significativos –tanto a nivel empírico como conceptual– para discutir el modo con que tradicionalmente han sido retratados tales fenómenos y ofrecer una reconstrucción alternativa. En su artículo, el historiador Marcelo Campagno (UBA-CONICET, Argentina) plantea que lejos de lo que propone la imagen tradicional acerca de la instauración de dinámicas estatales en el antiguo Egipto, ésta experiencia parece haber sido menos monolítica y menos distante del patrón policéntrico y fragmentario que caracterizó la formación estatal en la Baja Mesopotamia. Amparándose en los recientes avances arqueológicos y discutiendo críticamente la categoría proto-Estado, esa suerte de “significante vacío” por su indefinición teórica y paradójica referencia histórica dentro de la egiptología, el autor demuestra la existencia de tres entidades sociopolíticas en el valle del Nilo del último tercio del IV milenio a. C. y repropone el lugar que les cupo en la formación de un único centro de poder en el Alto Egipto que, en su progresiva consolidación y expansión, terminaría definiendo el Estado faraónico. En una línea compatible con el capítulo anterior, la contribución de la arqueóloga Walburga Ma. Wiesheu (ENAH, México) busca desconstruir la vieja y arraigada tesis en las investigaciones sobre el contexto urbano de la Mesopotamia del Dinástico Temprano que indican la presencia de Estados teocráticos altamente centralizados, cuyas instituciones más representativas –el palacio y el templo- no sólo controlaban virtualmente cada una de las dimensiones de la vida de las ciudades-Estados, sino que además tenían una amplia capacidad y fuerza para concentrar prácticamente todos los recursos económicos de las comunidades locales para luego, idealmente, redistribuirlos. A partir de una relectura del material arqueológico y epigráfico disponible y confrontación de distintas posiciones historiográficas, la autora restituye un retrato histórico de la Mesopotamia protodinástica con un paisaje social sumamente heterogéneo y complejo, en el que además de comprobar la supervivencia de varios e importantes grupos de parentesco en las zonas urbanas y rurales, emergen indicios de la estructuración de intrincadas redes de dependencia que, a partir del afianzamiento del dispositivo estatal, incidieron negativamente en la trama de solidaridades de los grupos familiares locales y provocaron su lastimoso desmembramiento, lo que a su vez se tradujo en la configuración de nuevos vínculos de patronazgo en torno a aquellas instituciones urbanas que caracterizaron a las diversas sociedades mesopotámicas del Dinástico Temprano.
Un segundo núcleo de trabajos se ocupa del análisis de las diferentes modalidades que adquirieron las relaciones entre las sociedades del Cercano Oriente antiguo, tanto en sus dimensiones sociales como simbólicas. En esta senda, Cristina De Bernardi (UNR, Argentina) y Jorge Silva Castillo (El Colegio de México, México) contribuyen con un artículo cuyo objetivo principal es recuperar la indagación de las relaciones interétnicas entre sumerios, acadios y amorreos en la Mesopotamia del III milenio a. C., problemática que había permanecido largamente desatendida en la agenda investigativa de los estudios antiguo- orientales, al punto de que numerosos abordajes tradicionales sobre estas antiguas poblaciones o bien reproducían los estereotipos culturales acuñados por los propios actores, o bien los presentaban como mundos sociales totalmente al margen unos de otros, sin intercomunicación y en permanente conflicto. Los autores matizan las perspectivas vigentes y revelan la existencia de múltiples dinámicas de contacto e interrelación entre grupos con identidades étnicas distintas, pero siempre conviviendo en el marco de centros urbanos multiculturales y pluriétnicos desde el protodinástico al período neosumerio, puntualizando que las fricciones interétnicas habrían sido inducidas por los fenómenos de centralización del poder estatal que significaron la preeminencia sociopolítica de una etnia por sobre las demás, los consecuentes procesos de victimización y la profundización de las tensiones intersocietales. En su sucinto capítulo, el arqueólogo Ianir Milevski (Israel Antiquities Authority, Israel) se ocupa de los vínculos sociopolíticos que se configuraron en el Levante durante el Bronce Medio desde un registro de análisis centrado en la iconografía. Partiendo de la tesis de que en general la glíptica expresa los discursos de las clases dominantes a partir de una serie de artefactos ideológico-manipulativos elaborados por especialistas, este autor presenta un detallado análisis, descripción y comparación de las evidencias que proporciona un grupo de cilindros sello palestinenses, apuntando que a diferencia de los escarabajos que indican una expresión política influenciada por Egipto, aquellos parecen más bien reflejar una iconografía de autoridades locales de no tal alto rango en la constelación de gobernantes cananeos que no sólo dejarían impresos ciertos rasgos de su particular identidad étnica sino también, en una probable actitud de rebeldía, su decisión de identificarse o permanecer bajo influencia de los grandes centros del norte mesopotámico.
El estudio de las ideologías religiosas, las prácticas rituales y su articulación con distintas expresiones políticas constituye otro núcleo seleccionado por los trabajos del volumen. El aporte de Ana Fund Patrón de Smith (UBA, Argentina), entraña la intención de exponer que las narrativas bíblicas fueron construidas de forma tal que, operación política mediante, la historia se adaptara al mito. Sin desechar las tesis que han comprobado la presencia de varios tropos vinculados a las tradiciones y mitologías mesopotámicas dentro del discurso bíblico, esta historiadora –verdadera pionera en las investigaciones antiguo-orientales de Argentina– argumenta que también es posible identificar algunas referencias de la cosmología egipcia que evocan y resinifican los compositores de los primeros textos del Antiguo Testamento. Asimismo, Fund Patrón apela a las variables de “legitimación” y “descalificación” para demostrar que los escribas, en su doble pertenencia e identificación – hacia las elites que los empleaban y hacia el conjunto social al cual pertenecían–, enfatizaron la autoctonía, pureza y singularidad tanto de pueblo como de un linaje con rasgos étnicos difícilmente distintivos y específicos en una región geográfica e históricamente multiétnica, como la de Cannán, para de este modo justificar posiciones políticas de aquel entonces, las cuales –recuerda la autora– continúan siendo evocadas en el presente para sustentar ciertas políticas y violencias contemporáneas. También en la línea de las pesquisas sobre las tradiciones histórico-míticas conservadas en el relato testamentario, el historiador Bernardo Gandulla (UBA/UNLu, Argentina) nos provee un importante análisis filológico y material de las peculiares figulinas denominadas terafim y sus diversos usos en diferentes acontecimientos narrados a lo largo del Génesis. Este autor pone de manifiesto que tales artefactos no pueden ser asociados en todos los casos a pequeños objetos de culto familiar a los antepasados, ya que su repetida mención en contextos diferentes no autorizan a plantear la unicidad del significado, y que en aquellos casos en que la presencia de los mismos ocurre en el trasfondo de disputas legales, es posible detectar semejanzas y paralelismos con prácticas jurídicas extrabíblicas procedentes de Emar y Nuzi. Con ello, Gandulla no sólo postula la existencia de un fondo cultural común hurro-amorreo sino también sugiere la posible estrategia político-ideológica empleada por los redactores tardíos del Antiguo Testamento de emplear tales costumbres para hacer inteligibles acontecimientos remotos transmitidos por la memoria colectiva. De la pluma de Susana B. Murphy (UBA/UNLu, Argentina) contamos con un trabajo sobre la ideología del poder real en Asiria y las diferentes prácticas y representaciones que rodeaban la figura del monarca. Recurriendo al concepto “tradición” provenientes la sociología weberiana y a la noción de “costumbre” del historiador inglés E. P. Thompson, devela que los gobernantes del imperio neoasirio supieron elaborar un complejo sistema simbólico en el que retomaron buena parte de los fundamentos introducidos por los gobernantes amorreos de la Mesopotamia del II milenio a. C., transformando a las genealogías, la evocación de la memoria de los ancestros y los rituales en los principales mecanismos a través de los cuales la autoridad suprema seguía en manos del dinasta reinante y garantizar la fidelidad de las distintas facciones que existían dentro del ámbito palatino.
Cierra la compilación un artículo del historiador José Carlos Castañeda Reyes (UAM, México), en el cual indaga el papel que jugaron las mujeres a lo largo de la historia social del Egipto antiguo desde una posición teórico-metodológica que parte de la influencia de la escuela historiográfica francesa contemporánea de los Annales, centrándose particularmente en los momentos que no han sido ampliamente estudiados en el campo de la egiptología, como los episodios de tensión, crisis y rebelión. Sin embargo, de todos los trabajos que integran el volumen, éste en especial se involucra en un problemática que, consideramos, el autor no logra resolver satisfactoriamente. Si bien este investigador plantea su oposición a las visiones estereotipadas y superficiales sobre la experiencia de las mujeres en la sociedad egipcia mediante un recorrido con cierto detenimiento por sus diferentes espacios de actuación, arriba a una conclusión tan o más controversial que la sostenida por las aproximaciones tradicionales, ya que señala de una manera poco convincente que las mujeres egipcias –a pesar de los numerosos condicionantes y limitaciones– se destacaron por una posición de mayor participación y trascendencia comparada con otros casos históricos de la antigüedad.
Después del recorrido de lectura que propusimos de esta compilación, queda en claro que se trata de una obra que congrega trabajos animados por opciones temáticas y teórico- metodológicas diferentes, pero que comparten los objetivos de identificar los límites de las concepciones vigentes en la historiografía del Cercano Oriente antiguo, desarmarlas a la luz de los nuevos planteos y poner al alcance del lector perspectivas actualizadas y rigurosas. Lejos de agotar los interrogantes sobre esa amplia diversidad de procesos históricos y formaciones sociales y culturales, los trabajos que se incluyen en esta colección deben considerarse como intentos que apuntan a una serie de objetos de análisis y enfoques que sería necesario continuar y profundizar. Importantes preguntas han sido respondidas, pero otras cuestiones seguramente permanecen sin resolver, ya que se trata de las experiencias históricas de múltiples sociedades que, desde el temprano poblamiento del espacio, enfrentaron los desafíos de un entorno a veces hostil, elaboraron respuestas originales, diversificaron sus modos de vida, reorganizaron muchas veces sus organizaciones políticas y económicas y produjeron complejos sistemas simbólicos. Menos explícito, pero no menos firme, es el otro objetivo que persiguen este libro y sus compiladores: despertar la curiosidad, interés y esfuerzo intelectual de otros investigadores latinoamericanos preocupados por generar nuevos debates, aportar sus propias perspectivas y alcanzar una mejor comprensión de esas antiguas sociedades, sus historias y sus culturas desde estas latitudes académicas.
Horacio Miguel Hernán Zapata – Docente-Investigador. Universidad Nacional del Nordeste (UNNE) / Universidad Nacional del Chaco Austral (UNCAus) / Instituto de Formación Docente “Profesor Agustín Gómez” (IFDPAG), Argentina. E-mail: horazapatajotinsky@hotmail.com.
DE BERNARDI, Cristina; SILVA CASTILLO, Jorge (Comp.) El Cercano Oriente Antiguo: nuevas miradas sobre viejos problemas. Rosario: Facultad de Humanidades y Artes – Universidad Nacional de Rosario / Centro de EStudios de Asia y África – El Colegio de México, 2005. 152p. Resenha de: ZAPATA, Horacio Miguel Hernán. Viejos problemas, nuevas miradas. Los estúdios sobre las sociedades del Cercano Oriente Antiguo desde una perspectiva historiográfica latino-americana. Em Tempo de Histórias, n.28, p.187-193, jan./jul, 2016.Brasília, Acessar publicação original. [IF].
História Antiga e Usos do Passado. Um estudo de apropriações da Antiguidade sob o regime de Vichy (1940-1944) – SILVA (RMA)
SILVA, Glaydson José da. História Antiga e Usos do Passado. Um estudo de apropriações da Antiguidade sob o regime de Vichy (1940-1944). São Paulo: Annablume; Fapesp, 2007. 222p. Resenha de: SANTOS, Leonardo Soares dos. Revista Mundo Antigo, v.01, n. 02, dez., 2012.
As constantes referências de governantes a emblemas e personagens do passado demonstram o quanto ainda se mantém viva a inclinação dos homens do poder em buscar na História elementos fundamentais de legitimação de seu domínio. Vide os exemplos de Hugo Chávez com Simon Bolívar, Cristina Kirchner com Juan e Eva Perón, e de alguns segmentos da “esquerda” brasileira com Getúlio Vargas. E como não lembrar do exemplo da classe política norte-americana, contumaz na sua referência aos “Pais Fundadores”? Como não mencionar o turbulento e intricado exemplo dos conflitos envolvendo árabes e judeus no Oriente Médio, onde a alusão aos Tempos dos Patriarcas, Reis e Profetas se faz constante? Tais figuras buscam assim constituir – bem ou mal – uma linha de continuidade entre os personagens de hoje e de ontem. Ou seja, trata-se de uma História construída, elaborada, às vezes meticulosamente escrita. Não temos aqui uma História estática, enterrada sob os escombros do passado à espera de um lance de sorte ou de um historiador/arqueólogo que a ache em suas escavações fortuitas. Esse “resgate” do passado implica, portanto, na produção de uma certa História, ou para sermos mais preciso, num certo discurso sobre a História. Temos sim um determinado enquadramento dos fatos, a apreensão seletiva de aspectos do passado. Leia Mais
Mundo Antigo | UFF | 2012-2017
A Revista Mundo Antigo (Campos dos Goytacazes, 2012-2017) é um periódico científico e de acesso aberto (Open Access Journal). A revista é especializada em História Antiga, História Medieval e Arqueologia, e é publicada pelo Núcleo de Estudos em História Medieval, Antiga e Arqueologia Transdisciplinar (NEHMAAT) subordinada ao Departamento de História de Campos dos Goytacazes – Universidade Federal Fluminense. Este periódico tem por objetivos:
- Promover o intercâmbio entre pesquisadores, professores e pós-graduandos do Brasil e do exterior.
- Disseminar pesquisas de professores e pós-graduandos do Brasil e do exterior.
- Permitir acesso mais ágil e fácil a produção acadêmica de modo a ser usada em pesquisas futuras por discentes e docentes.
- Estimular a produção de conhecimento sobre a História Antiga, História Medieval e Arqueologia Antiga.
- Divulgar publicações, eventos, cursos e sites, quando possível, de modo a contribuir com a pesquisa docente e discente.
- Estabelecer uma relação entre mundo antigo e mundo contemporâneo, quando possível, para uma melhor compreensão dos processos históricos.
Periodicidade semestral.
Acesso livre.
ISSN 2238-8788
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História Antiga e usos do Passado. Um estudo de apropriações da Antiguidade sob o regime de Vichy (1940-1944) | Glaydson José da Silva
Glaydson José da Silva é historiador com doutorado pela Universidade Estadual de Campinas, atualmente é professor da Universidade Federal de São Paulo e diretor associado do Centro de Estudos e Documentação do Pensamento Antigo Clássico, Helenístico e de sua Posteridade Histórica (CPA/UNICAMP). Também é avaliador do Ministério da Educação para fins de reconhecimento de cursos de História. Seus principais temas de pesquisa concentram-se nas relações entre antiguidade e modernidade, nas tradições interpretativas em História Antiga, direcionando para o estudo das leituras acerca do mundo antigo no caso da França contemporânea e extremas direitas.
O pesquisador possui várias publicações dentre artigos e capítulos de livros e participou da organização de diversas obras. O livro História Antiga e usos do Passado. Um estudo de apropriações da Antiguidade sob o regime de Vichy (1940-1944), de 2007, recebeu auxílio publicação da FAPESP e trata-se de uma versão revisada de sua tese de doutorado defendida em março de 2005 sob orientação do Professor Doutor Pedro Paulo Funari. A partir de sua leitura notamos como o historiador constrói uma História crítica e analisa como a modernidade pode usar o passado. O estudo das apropriações da Antiguidade no regime de Vichy é a maneira pela qual o autor nos evidencia isso.
O livro está dividido, além da introdução e conclusão, em quatro capítulos, cada um com duas partes e iniciando com um breve prólogo que contextualiza o tema a ser tratado. O assunto geral é o regime de Vichy e o objeto de análise o passado gaulês, romano e galo-romano usado para justificar a dominação alemã e o colaboracionismo francês com a Alemanha na Segunda Guerra Mundial. As fontes são materiais da época, como livros acadêmicos, livros de vulgarização científica, manuais de História e de Arqueologia, jornais, revistas, discursos, textos oficiais, correspondências, cartazes, moedas e outros.
Como os capítulos iniciam com um pequeno prólogo, possuem bastante autonomia em relação à totalidade da obra. No primeiro Silva realiza uma discussão teórica acerca da instrumentalização do passado e defende ser preciso percebermos que na historiografia do mundo antigo, as imagens e lógicas históricas são produzidas dentro de tradições interpretativas atreladas, mais ou menos, ao contemporâneo.
Nesse capítulo o autor também discute as noções de herança e legado para explicar como se constituem os mitos fundadores, os quais perpetuam valores e imagens da vida nacional, objetivando criar identidades pelo uso da ideia de permanência. Dessa forma, com o intuito de resgatar a memória nacional, a História e a Arqueologia assumem um papel importante: estão a serviço do Estado e permitem qual tipo de memória se pode (re)construir. Essa tradição de apropriação do passado em prol do governo assume dimensões gigantescas no século XIX e continua ainda no XX, principalmente no contexto das duas grandes guerras – do qual Silva retira seus exemplos de instrumentalização do passado, a Itália fascista e a Alemanha nazista.
Silva ainda trata do caso francês a partir do nascimento do herói Vercingetórix na escrita da História francesa após a sua Revolução. O autor reflete sobre como na França a disciplina histórica está atrelada a memórias construídas durante a elaboração da identidade nacional e, também, constitui-se em uma História mitológica – afinal, cria mitos de origem – encontrada principalmente na escola, espaço ideal de divulgação e popularização, e possuindo na política sua primeira finalidade já que são controladas por discursos desse gênero.
O mito consolida-se a partir de 1814 e 1815 com a invasão da França por prussianos e cossacos. Nesse contexto cresce o apelo a Vercingetórix, líder gaulês vencido pelos romanos na antiguidade, que simboliza a luta pela liberdade e é um verdadeiro herói. Segundo o autor, os historiadores e escritores colocam-no em evidência para retornarem a oposição entre romanos e gauleses e, assim, justificar as lutas políticas da época. Novamente em 1870 a França é derrotada pelos alemães e a imagem de Vercingetórix, que se rende diante de César, mas sem ser humilhado, preserva para os republicanos algo essencial: a honra da França vencida. E, também, na primeira grande guerra a imagem do herói gaulês aparece.
No segundo capítulo “A Antiguidade a serviço da colaboração: nas trilhas da memória, a reescrita da História da França dominada (1940-1944)” Glaydson José da Silva contextualiza no prólogo o momento histórico estudado, fornecendo informações importantes sobre o debate governamental francês acerca da derrota. Silva também nos explica o que é a Revolução Nacional (R.N.) e como Vichy torna-se um Estado autoritário, explanando o papel da propaganda na sua legitimação.
O autor termina tal introdução do segundo capítulo nos explicando a importância de seu estudo. A pesquisa desse período da França até as décadas de 1970 e 1980 eram poucas, mas desde então isso mudou. Contudo, questões sobre o colaboracionismo e o estatuto da História e da Arqueologia durante o Regime ainda não foram muito trabalhadas. Dessa maneira, seu livro pretende contribuir com esse domínio tão pouco explorado.
Na continuidade da leitura, observamos o retorno do mito de Vercingentórix. O autor inicia a primeira parte do capítulo explicando o conceito de memória coletiva que surge com os estudos de Maurice Halbwachs e a partir do qual reflete sobre a ideia de um patrimônio histórico e cultural comum aos franceses, amparando a R.N. e o Regime de Vichy. A memória coletiva proporciona as bases necessárias à compreensão da derrota, à justificativa da dominação e à colaboração com estrangeiros.
O patrimônio histórico e cultural comum é buscado por meio da História e da Arqueologia a serviço de um Estado autocrático e, por isso, estão comprometidas com ideologias legitimadoras, pois o governo propõe uma releitura das origens coletivas que atende aos seus próprios interesses. Essa interpretação do passado é baseada em uma ideologia política de fundo revisionista: procura difundir a ideia “de que os gauleses não foram vencidos pelos romanos, mas, sim, beneficiados pela inserção da Gália nos domínios do Império, e que da união desses dois povos nasceram os franceses.” (SILVA, 2007: 91).
A justificativa da dominação tanto romana como alemã, em épocas diferentes, então, é fundamentada em uma ideologia da derrota, ou seja, no entendimento de que os gauleses e depois franceses (mesmo sendo povos brilhantes) mereciam o castigo da ocupação por causa de seus desvios disciplinares. Dessa forma, como nos mostra Silva, a recuperação do passado gaulês para a propaganda de Vichy possui dois aspectos: o de homenagem aos gauleses por sua luta heróica contra as legiões de César e pelo reconhecimento da superioridade romana. E com essa noção de que a associação com o outro (romano ou alemão) propicia o avanço e o progresso, o colaboracionismo também se justifica.
O próximo capítulo do livro nos traz o caso específico de Jérôme Carcopino, historiador, arqueólogo e epigrafista do mundo romano, secretário do Estado e ministro da educação entre 1941 e 1942. No prólogo observamos a preocupação do autor em explicar a discussão que existe em torno desse estudioso em saber se teria sido mais um intelectual do que um político ou se o contrário. Para Silva, sua função no governo não justifica suas escolhas na elaboração do passado, porque a própria função é uma escolha e o importante é notarmos as interfaces entre o historiador e o político na figura de Carcopino. As escolhas desse pesquisador constroem uma História política factual focada nos grandes homens do passado, o que o autor percebe a partir de trechos dos seus escritos. Nesses escritos, também notamos a emissão de juízos de valor a respeito de indivíduos, situações e momentos históricos.
Com essas considerações sobre Carcopino, o autor passa a analisar a partir de Stéphane Corcy-Bebray e outros autores, sua inserção no cenário político vichysta. Carcopino é favorável ao armistício e evolve-se com o colaboracionismo. A partir de 1940 recebe diversas nomeações, como diretor da École Normale Supérieure onde empreende grande reforma: reforço do poder do diretor, exclusão das mulheres e dos judeus, entre outros; ao mesmo tempo em que defende junto ao Regime a manutenção de bolsas para alunos judeus e de advogar em favor de seus amigos e colegas do meio universitário, Mare Bloch por exemplo. É a partir desse estudo da relação de Carcopino com o poder que Silva tece algumas considerações acerca da aproximação de suas obras políticas com as suas obras acadêmicas e realiza uma importe reflexão sobre qual é o lugar dos historiadores da Antiguidade, um dos assuntos abordados no próximo e último capítulo.
No prólogo do quarto capítulo, o autor desenvolve o que é extrema direita e o que é a extrema direita francesa, tratando do caso específico da França no pós-guerra, a qual teria esses grupos de radicalização política como herdeiros do Regime de Vichy. De acordo com o autor, elas são ditas como Nouvelle Droite e são uma resposta ao fracionamento da direita, além de estarem ligadas a uma prática historiográfica na qual a História Antiga é comprometida com ideologias de justificação e legitimação de direitos, desigualdades raciais e de grupo social.
Na sequência, Glaydson José da Silva nos traz as discussões mais recentes, da nossa contemporaneidade, em torno do F.N. e a luta contra os imigrantes e a violência. Para o partido, a imigração se inscreve no mais atual aspecto dos debates identitários na França. Porque gera problemas como: a falta de segurança pública, desemprego, saúde e decadência moral; ocasionando uma noção de crise social advinda da perda de identidade. Portanto, o F.N. defende uma delimitação de fronteiras sólidas, a qual exclua os países não europeus e assegure a proteção contra os imigrantes. A noção tida é, por exemplo, de que Roma caiu ao se unir com os povos instalados aos poucos no Império.
Segundo o autor, atualmente o mito gaulês continua sendo veementemente defendido pelo F.N. A sua juventude nacionalista e racista, um exemplo, orgulha-se em exaltar suas origens gaulesas na internet, em camisetas, prospectos, letras de músicas e outros. E esse uso que o partido faz do passado ainda é pouco estudado. Por isso, Silva propõe a pesquisa de historiadores do mundo antigo nesse campo, combatendo o racismo, o elitismo, a xenofobia e outros discursos característicos de partidos como o F.N. Dessa maneira, convida o estudioso da antiguidade a assumir uma pesquisa, em nossa opinião, de muita relevância, mostrando-nos, com um exemplo bastante atual, a aproximação dos estudos antigos com discursos políticos e ideológicos. Por fim, no fechamento do livro, Silva nos deixa a pergunta: qual lugar a antiguidade ocupa em nossas sociedades?
Essa questão nos permite pensar sobre o ofício do historiador, principalmente o do mundo antigo, e se encaixa nas recentes discussões sobre o presentismo da História. A importância de indagar acerca desse lugar nos permite notar a utilização da História a serviço de certa lógica justificadora e legitimadora de questões identitárias, nacionais, raciais e políticas. Além de nos mostrar a História como um discurso do passado que representa as perspectivas nas quais foi construído.
No Brasil, estudos como esse de Glaydson José da Silva estão, aos poucos, ganhando espaço com a formação de grupos de pesquisa dentro do tema da instrumentalização do passado. Um exemplo é o grupo de pesquisa “Antiguidade e Modernidade: História Antiga e Usos do Passado” formado nesse ano de 2010 e cujos líderes são o próprio Silva e a Professora Doutora Renata Senna Garraffoni.
Mesmo que tenhamos resumido a obra História Antiga e usos do Passado. Um estudo de apropriações da Antiguidade sob o regime de Vichy (1940-1944) e tecido algumas considerações sobre a sua leitura, destacamos somente aquilo que mais nos interessou. O livro todo possui outras explanações e questionamentos, porém, certamente, a indagação principal é sobre o lugar dos estudos antigos. Para refletir mais profundamente no assunto recomendamos sua leitura integral que, como comenta o Professor Doutor Leandro Karnal na apresentação, não é destinado apenas aos especialistas em Antiguidade, mas “a todos que manifestem alguma preocupação sobre os usos e abusos do passado histórico.” (SILVA, 2007: 16).
Camilla Miranda Martins – Bolsista PIBIC/CNPq.
SILVA, Glaydson José da. História Antiga e usos do Passado. Um estudo de apropriações da Antiguidade sob o regime de Vichy (1940-1944). São Paulo: Annablume; FAPESP, 2007. Resenha de: MARTINS, Camilla Miranda. Cadernos de Clio. Curitiba, v.2, p.295-304, 2011.Acessar publicação original [DR]
Ancient Warfare | Harry Sidebottom
O estudo da guerra tem passado por grandes modificações, nos últimos anos. Na esteira da explosão das identidades e do reconhecimento da diversidade, sob influxo, também, do pós-modernismo, a guerra passou a ser revista. Manifestação de cultura, ela tem sido vista como parte constitutiva da dinâmica social. O estudo da Antigüidade tampouco deixou de ser afetado por tais questionamentos epistemológicos. Sidebottom procura, com esse livro, introduzir o leitor à pletora de discussões em curso, e o faz com imenso êxito. O autor, professor de estudos clássicos em Oxford, demonstra que mesmo temas na aparência tradicionais e eruditos podem ter alta relevância, tanto historiográfica como social e política.
Começa por enfatizar a relevância do tema para os nossos dias, com destaque para a invenção do conceito de “modo ocidental de guerrear”: o desejo de luta aberta, em batalha decisiva, visando à aniquilação do inimigo. Luta conduzida por um exército bem-equipado, sustentado pela infantaria. A batalha deve ser ganha pela coragem, introduzida pelo treinamento e disciplina. Para isso, seriam necessárias a liberdade política e a propriedade, naquilo que se chama “militarismo cívico”. Inventada pelos gregos, teria sido recebida pelos romanos e renascido na modernidade. A invasão do Iraque, apoiada pelo idealizador da tal teoria, assessor de Rumsfeld, Victor Davis Hanson, historiador militar da Grécia antiga, seria o corolário dessa teoria. Seus livros, traduzidos em muitas línguas, entre elas o português, são best-sellers. Mais do que isso, foi um dos grandes responsáveis pelas decisões que levaram às guerras que presenciamos, neste início de século. Leia Mais