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Alcibíades Mayor – PLATÃO (RA)
PLATÓN. Alcibíades Mayor. Buenos Aires: Miluno, 2017.Tradução de MÁRSICO, C. Resenha de: GUTIÉRREZ, Alejandro Mauro. Revista Archai, Brasília, n.26, p. 1-8, 2019.
Alcibíades de Platón es un diálogo que permite trazar profundas interrelaciones con el resto de la obra platónica, desde las consideraciones que se pueden interpretar como atenuantes de la acusación socrática de Apología, hasta el proyecto antropológico de Fedón y ciertos llamados a la discusión con la erística de Eutidemo. El Alcibíades versa puntualmente sobre la naturaleza humana y aquello que es necesario realizar para ser un buen gobernante, ejemplificado en un protréptico ético-filosófico que se resuelve en el autocuidado a partir de la práctica de la filosofía. Estos puntos se encuentran tratados en el estudio preliminar que acompaña la traducción al castellano de dicho diálogo realizada por la profesora Claudia Mársico y que se devela como un preámbulo nec esario para el abordaje de las ricas consideraciones en torno a la obra. El volumen en cuestión consta de 197 páginas, en cuales se puede encontrar el estudio preliminar que consta de cinco apartados, una lista de la bibliografía citada y la traducción pro piamente dicha. Esta ha sido hecha a partir de la edición de N. Denyer (2001) y toma como referencia la edición canónica de Henri Estienne para la numeración del texto.
El primer aparado del estudio preliminar versa sobre la relación entre Sócrates y Alcibíades y pone de manifiesto el fenómeno de vínculo pederastico. Por su temperamento, Alcibíades se encuentra acompañado solo por Sócrates, quien intenta “reformar”su accionar haciéndolo virar hacia una actitud filosófica. Intento fallido que encontrará a S ócrates manchado y culpado por la conducta de su amado. La charla íntima anclada en el erotismo, según Mársico, pone de manifiesto el compromiso con el otro que arrojará como consecuencia el compromiso con la ciudad que se evidencia en el gobierno de sí y de los otros, fenómeno por el cual la formación política trasciende cualquier tékhne y la filosofía se impone como necesidad a un personaje que, como Alcibíades, quiere gobernar.
El segundo apartado versa sobre los personajes, la autenticidad y la datación de la obra. Mársico pone de manifiesto la relevancia intertextual del Alcibíades y aclara que fue considerado un texto introductorio a la obra de Platón. Con respecto a la figura de Sócrates, Mársico manifiesta que es similar a la presentada en los diálog os de transición, pero que combina artes refutatorias de los diálogos tempranos con argumentos de gran alcance propios de las obras de madurez. Con respecto a Alcibíades, se realiza una breve descripción biográfica donde resaltan los testimonios de la rela ción con Sócrates, tales como los de Isócrates, Jenofonte y Esquines, y la acusación de asébeia por participación en ritos de profanación. En lo que respecta a la autoría del diálogo, aunque esta fue puesta en duda por la filología decimonónica, Mársico ma nifiesta que no habría razones para dicha consideración, ya que esta suele fundamentarse en la falta de uniformidad del diálogo que no es un defecto, sino un retrato fiel de estrategias de rectificación subjetiva.
El tercer apartado define la estructura de la obra aludiendo a que la falta de unidad y el quiebre de los esquemas esperables es un criterio simplista para objetar la autenticidad de la obra. Mársico pone de manifiesto que el diálogo se estructura en tres partes: un tramo retórico, otro refutativo y finalmente un tramo dialéctico donde se reitera una estrategia de conmoción anímica que propicia la práctica filosófica en Alcibíades. Los temas que se tratan incluyen la relación que sostiene Sócrates con Alcibíades, la noción de conocimiento relaciona do a la política, y la noción de justicia y su utilidad, cuestiones estas que concluyen en el conocimiento de la dinámica antropológica por parte del político que obliga al autogobierno para gobernar a otros.
El cuarto apartado es el más extenso de todos, en tanto contiene siete puntos que versan sobre los problemas centrales del diálogo: la relación de esta obra con las filosofías socráticas de los megáricos, Antístenes, Esquines, los elíacos y los cirenaicos; una breve consideración geopolítica que involu cra a espartanos y persas; el juicio femenino sobre la posición criticable de Alcibíades; la relación entre política y conocimiento; el aspecto antropológico y el cuidado de sí; la teoría de las Formas y el impacto del Alcibíades en la tradición filosófica.
Con respecto a las cuestiones y problemas centrales, en el primer punto se resalta la relación con la dialéctica, la filosofía a nivel ético y político, y los fundamentos de la antropología y la psicología. En dicho punto, Mársico dedica especial atenció n a las filosofías socráticas que funcionan como interlocutoras del planteo de Sócrates en Alcibíades a partir del marco de zonas de tensión dialógica que intenta no descuidar las relacionas teóricas y contextuales que permitan el abordaje en términos inte rsubjetivos e intertextuales. Mársico ejemplifica este punto al mostrar cómo el platonismo incorpora la erística megárica como momento de la dialéctica, rechaza las tesis antisténicas a nivel metafísico y lingüístico, y retoma tesis cirenaicas en lo que re specta a la conciencia del hombre.
En relación con los ecos megáricos, se argumenta que la erística es un momento de la dialéctica platónica, sin dejar de explicitar las diferencias epistemológicas entre Platón y los megáricos. La posición de dicho grupo c onsiste en considerar la filosofía como elemento de advertencia contra los peligros de las empresas cognitivas serias, ya que si bien algunos estudiosos consideran que aceptaron la existencia de Formas, el acceso a ellas sería inútil en tanto el medio util izado para hacerlo, el lógos, no es fiable. Mársico puntualiza que el uso de la erística megárica en Alcibíades sirve para la suspensión de presupuestos básicos con un objetivo purificatorio que conduce a Alcibíades a modificar su comportamiento. Los lazos intertextuales quedan evidenciados en las características de la refutación erística que envuelve al adversario en una conmoción anímica.
Con relación a los ecos antisténicos, estos se manifiestan en el momento en que Alcibíades define que su maestro es la opinión de la mayoría que detenta el monopolio de la transmisión del lenguaje, lo que presupone que el saber consiste en la relación nombrecosa. Sócrates intenta refutar esta posición esgrimiendo los problemas en torno a la predicación que surgen de acep tar dicha adecuación nominal. A su vez, hay varias referencias a Antístenes en materia antropológica y al materialismo corporeísta que Platón rechaza de modo explícito.
El punto que versa sobre los ecos esquíneos trata particularmente sobre elementos de perturbación anímica como transformación del accionar o “purificación”anímica que se encuentran en la estrategia erística de Alcibíades. En efecto, Mársico pone de manifiesto las semejanzas entre los Alcibíades de Esquines y de Platón a partir de los cambio s emocionales del interlocutor de Sócrates, cambios que van del orgullo y la altivez hasta un estado de confusión y molestia, objeto de la ridiculización que Alcibíades siente a manos de Sócrates. En Alcibíades de Esquines se realiza un manejo similar del ánimo que va desde el orgullo hasta el llanto, producto de las limitaciones explicitadas por Sócrates.
En lo que concierne a la relación del diálogo con la propuesta de Fedón de Elis y los elíacos, se señalan dos puntos de contacto con el Alcibíades: por u na parte, la relación entre Alcibíades y un cachorro de león que aparece en Zópiro traza un paralelo entre la docilidad de este y la indocilidad de aquel, y se relaciona con la conversión anímica; por otra parte, la concepción antropológica de Fedón que mu estra una gran coincidencia con la postura platónica. En efecto, Fedón sostiene que las tendencias naturales del cuerpo pueden ser contrarrestadas por un dispositivo mental. Si bien la antropología elíaca no coincide exactamente con la platónica, se encuen tra cercana a la propuesta de Alcibíades.
Con respecto a los ecos cirenaicos, Mársico reconstruye la concepción de Aristipo y su hedonismo somático que encuentra certidumbre en sus propias vivencias. El punto de contacto parecería estar en el “cuidado de s í”, en tanto el hombre tiene conciencia de sus afecciones internas a pesar de no poder pronunciarse por la causa externa. En tanto el alma es la sede de procesos placenteros o dolorosos recibidos por el cuerpo, la tendencia al placer y reconocimiento es ju stamente aquello de lo cual Alcibíades no puede escapar. La distinción entre ambos proyectos antropológicos radica en las distintas concepciones del placer, ya que para los cirenaicos es somático; para Platón, intelectual. Así, desde el punto de vista platónico, el proyecto cirenaico se devela como una perversión de la esclavitud anclada en placeres del cuerpo, contrapunto que se observa en el Alcibíades.
El punto que versa sobre la relación entre política y conocimiento pone de manifiesto que aquel que qui ere gobernar debe identificar lo cierto y el error, hecho que se realiza con la detección de trabas y pruebas, consecuencia esta de una filosofia objetivista que cimenta la posición ética en la epistemología. En este marco, los símiles de la nave, la plant a y la bestia de República ponen de manifiesto los actores políticos más relevantes: el político y el pueblo. Mársico describe los tres símiles en conjunto con la finalidad de establecer relaciones con el Alcibíades. La pesadilla que espera a la ciudad si el personaje homónimo se hace cargo de esta se relaciona directamente con los tres símiles: un barco a la deriva como consecuencia de querer el poder por el poder; un contexto desfavorable con respecto a la disposición natural de Alcibíades, promesa arroja da al abandono que se puede relacionar con el símil de la planta; y finalmente la corrupción el pueblo que pasa a ser una bestia en tanto el capitán del barco es deficiente en sus intenciones y formación.
El punto que trata sobre el aspecto geopolítico tra ta la relación intercultural entre Atenas, Esparta y Persia utilizada por Platón como estrategia de refutación. El desafío que representan dichos adversarios compromete la posición de Alcibíades y es, en efecto, un ardid retórico que intenta modificar su a ctitud. Mársico muestra cómo esto sería evidencia de los alcances de la estrategia socrática que no solo apela a elementos dialécticos que provoquen la refutación en el plano epistémico, sino que utiliza elementos de impacto anímico para modificar las actitudes de los interlocutores.
En el punto que trata sobre el juicio femenino se ponen de manifiesto las críticas de las cuales Alcibíades podría ser objeto por parte de espartanos y persas, pero no por parte de los reyes, sino por parte de las mujeres. Aquí, Mársico manifiesta que se trata de despertar la vergüenza en Alcibíades a partir del juicio de mujeres venerables para incentivar el cuidado de sí, postulando al otro como un espejo que refleje su figura. Las críticas de terceros se muestran como un elem ento más que forma parte de las estrategias erísticas y dialécticas, y ponen en primer plano no el aspecto epistémico, sino la “disposición afectiva”del interlocutor.
El punto que trata sobre la antropología de Alcibíades versa sobre la dualidad cuerpoal ma. Mársico señala que en Odisea e Ilíada no hay oposición entre alma y cuerpo, pues estos son polos de lo que el hombre es. Habría una fragmentación corporal y anímica que se manifiesta en la permanencia en el Hades de la psyché y dicha posición no permitiría justificar la noción de “responsabilidad moral”. La posición platónica es unívoca: Fedón es prueba de que Platón considera al hombre en identificación con el alma, entanto el cuerpo es sólo una prisión, postura con la cual e l Alcibíades se condice. Así, el cuidado de sí se devela como un cultivo del alma que se encuentra anclado en un modelo epistémico, pero sin descuidar la mirada de terceros. Alcibíades no sabe lo que ignora y actúa involuntariamente, pues no basta con mira rse a sí mismo, sino que es necesario un espejo: la experiencia del otro en la constitución del yo.
En el punto que refiere a la teoría de las Formas, o de la ausencia de ellas en dicho diálogo, Mársico argumenta que la ausencia de Ideas no alcanza para justificar que Platón no ha sido el autor del diálogo. Asimismo, se señala que aparece mucha terminología asociada al plano eidético, al menos en relación con las nociones universales que emplea Sócrates. Además, Mársico propone que podría decirse que la bús queda de la definición de lo justo presupone el plano eidético para llegar a respuestas satisfactorias.
El punto que refiere a la importancia del diálogo en la tradición filosófica posterior marca la reapropiación y recuperación de la obra en ámbito griego y romano, en época cristiana y de parte de filósofos como Schleirmacher y Foucault cuyos trabajos han sido el punto de partida para que el diálogo recupere centralidad filosófica en la actualidad.
Con respecto a la traducción, esta está acompañada de un e xtenso aparato de minuciosas notas que van desde precisiones generales hasta aclaraciones particulares que enriquecen sustanciosamente la traducción. De este modo, tanto el estudio introductorio como las notas realizadas se muestran como un marco indispens able para abordar el diálogo en profundidad. La obra es muy versátil, ya que permite el acceso tanto a un público especializado como a un público principiante en la materia.
Referências
DENYER, N. (ed.) (2001). Plato. Alcibiades. Cambridge, Cambridge University Press.
Alejandro Mauro Gutiérrez – Universidad Nacional de San Martín – San Martín – Argentina. E-mail: gutierrezalejandromauro@gmail.com
Amantes rivales. Sobre la filosofía. Diálogo pseudo – platónico – GARDELLA; VECCHIO (RA)
GARDELLA, M.; VECCHIO, A. (Coords.). Amantes rivales. Sobre la filosofía. Diálogo pseudo – platónico. Buenos Aires: Teseo, 2017. Resenha de: NEMBROT, Milena Azul Lozano. Revista Archai, Brasília, n.26, p. 1-10, 2019
Desde los griegos, y probablemente a causa de ellos, hay ciertos problemas fundamentales que nunca se agotan: desde qué es la filosofía y cuál es su función, quién debe ser el encargado de gobernar y bajo qué criterios debe elegirse, hasta cómo hacer frente a los impulsos del amor. Todos estos variados temas hacen aparición en el pequeño diálogo “pseudo platónico” aquí traducido como Amantes rivales. El hecho de retomar esta obra mayormente dejada de lado por la crítica por considerarla inauténtica -, tal como muestra la presente traducción comentada, provee material valioso para el debate de la filosofía en general, y especialmente dentro del marco de los estudios socráticos, ya que es un pr eciado testimonio del género del diálogo socrático como medio fructífero para la transmisión de la filosofía.
El presente libro es un trabajo colectivo, realizado por un equipo de traductores y traductoras: Lucas Donegana, Alejandro M. Gutierrez y Lucas L. Valle, y Mariana Gardella y Ariel Vecchio, como coordinadores generales del proyecto. Este se ha realizado en el marco de Interpres, Programa de práctica y estudio de la traducción dependiente de la Universidad Nacional de San Martín (San Martín, Buenos A ires, Argentina). La pluralidad de voces se observa en los apartados del estudio preliminar, escritos por los distintos integrantes, así como en la elaboración de las notas al pie todo esto bien especificado en la “Advertencia”-. Es importante destacar la labor en conjunto de esta obra, ya que, en consonancia con la elección de traducir un diálogo “apócrifo”de Platón, es una actitud innovadora, que desdibuja la noción moderna de autor y coloca el foco no en la personalidad individual, sino en los problema s filosóficos tratados. Esto no solo plantea un método de trabajo novedoso, sino una nueva manera de pensar y de hacer filosofía, más cercana posiblemente a la forma en que la concebían los antiguos.
El libro consta de una introducción con nueve apartados, a cargo de los distintos integrantes del equipo, y luego la traducción del diálogo, dividida en secciones temáticas que organizan la narración, complementada con notas al pie de página que proveen aclaraciones de ciertos términos griegos, así como de pers onajes y conceptos.
Los primeros tres apartados de la introducción forman una unidad temática y están a cargo de Mariana Gardella, quien expone el lugar del diálogo en la obra platónica, las distintas interpretaciones sobre el tema y la postura que adoptan los autores de este libro frente a estas problemáticas. En el primero, “Sobre el corpus de diálogos dudosos y apócrifos”, la autora hace un repaso por el corpus platonicum y sus principales ediciones, y por las obras cuya autoría ha sido puesta en cuestió n. Pero lo que principalmente se cuestiona aquí es el uso de adjetivos como “dudoso”y “apócrifo”, relevando argumentos expuestos por especialistas como Thesleff (1989), Annas (1985) y Brisson (2014). Respecto de la autoría del diálogo, la presente obra se alinea con la propuesta de este último que considera que los diálogos apócrifos de Platón constituyen un valioso corpus de diálogos socráticos, que permiten forjar una nueva mirada sobre el personaje de Sócrates. Por tanto, no deben ser desestimados ya qu e posibilitan la reconstrucción de distintas versiones de su pensamiento.
Continuando esta propuesta de trabajo, el siguiente apartado, “Los diálogos dudosos y apócrifos y los diálogos socráticos”, especifica sobre el género del diálogo socrático y su cont exto de aparición como respuesta de los discípulos de Sócrates frente a la muerte de su maestro y las acusaciones contra él. A partir de este análisis, se muestra que lo interesante no es probar si ciertos diálogos como este han sido escritos por Platón o no, sino más bien “destacar que constituyen una valiosa prueba que permite mostrar la importancia del género del diálogo socrático como vehículo para la expresión de ideas filosóficas”(p. 29).
Luego, en “Amantes rivales: título, autoría y datación”, en pr imer lugar, Gardella justifica la elección del título. Frente a Amantes (erastai), título transmitido por la totalidad de los manuscritos, los autores prefirieron Amantes rivales (anterastai), anotado en el margen del manuscrito Bodleianus MS. E. D. Clarke 39 y citado por Diógenes Laercio, la fuente más antigua. Aquí se alejan de las otras traducciones al español. 1 También se explica la elección del subtítulo, Sobre la filosofía, que refleja a la perfección el tema tratado, “la pregunta por la definición de la filosofía y su relación con otras técnicas”(p. 31), mientras que el título se refiere a las relaciones entre los personajes, tema desarrollado en el siguiente apartado. En segundo lugar, frente a la debilidad de los argumentos en contra de la autenticidad del diálogo, pero también frente a la falta de razones para defenderla, los autores adoptan una posición escéptica: puede haber sido un diálogo de Platón, de algún discípu lo de la Academia, o de algún intelectual inmerso en las discusiones filosóficas del siglo IV a. C. De esta manera, es colocado en primer plano el contenido filosófico del diálogo, que no muestra el retrato de una personalidad individual, sino de una época. Vemos aquí la herencia de una corriente desarrollada recientemente en Argentina, a partir del método “Zonas de Tensión Dialógica”creado por Claudia Mársico (2010), y continuado por otros como la misma Gardella, que propone analizar la riqueza de ciertas áreas problemáticas de una época y las discusiones que allí se generan, para tener una mirada más completa de los problemas filosóficos.
El siguiente capítulo se encuentra a cargo de Lucas L. Valle y se titula “Escenario y personajes”. El autor analiza aq uí la locación y el contexto dramático de la obra, comparándolos con otros diálogos platónicos (Lisis y Cármides) y con referencias externas al círculo socrático como Aristófanes. Para una mejor comprensión de la dramaturgia de la obra, donde lo central es la relación agonística entre dos amantes para conquistar a su amado, el autor realiza unas observaciones generales sobre las relaciones homoeróticas entre los varones griegos, los conceptos de erastes (amante) y eromenos (amado) y los roles que jugaban de ntro de la relación, así como su importancia para la sociedad griega. En pocas páginas, Valle realiza un completo relevamiento de las interpretaciones actuales sobre el tema de la homosexualidad u homoerotismo en la Grecia Antigua, desde las visiones más c anónicas de Dover (1989 [1978]) hasta las críticas que se le han hecho en este último siglo. También se examinan aquí las profesiones que encarnan los personajes de los dos amantes, la gimnasia y música, fundamentales en la educación griega.
A continuación, Lucas Dodegana en “Rasgos estilísticos”destaca la importancia del estilo y de la lengua utilizados en la obra para la comprensión de su contenido. A la manera del Banquete platónico, nos encontramos frente a un diálogo de estilo indirecto o narrado, en donde Sócrates relata a un interlocutor desconocido por el lector las conversaciones que tuvo con el músico y el gimnasta, lo cual enfatiza los rasgos de oralidad, y la variedad y complejidad de las construcciones gramaticales. Detalladamente el autor subraya ciertas características del uso de la lengua griega utilizada, y su relación con los conceptos dramáticos y filosóficos que allí se tratan. Como el título elegido lo indica, el hilo conductor del diálogo es la rivalidad, eris, que se refleja tanto en l a relación entre los amantes como en su contenido, que es clasificado cuidadosamente en pares conceptuales en oposición.
Ariel Vecchio se encarga de la “Organización del diálogo”(sexto apartado), que los autores han dividido para una mejor comprensión de la lectura, en un Prólogo (132a c); una Sección central (132d 136e), a su vez fraccionada en las tres conversaciones de Sócrates con el músico, con el gimnasta y nuevamente con el músico -; y finalmente el Epílogo (138d 139a). A continuación, Vecchio reali za un “Resumen y análisis de los problemas centrales”de la obra, utilizando el contenido conceptual y también la dramaturgia para el análisis del desarrollo del diálogo. El autor muestra cómo desde el comienzo los detalles dramáticos y la terminología del prólogo anticipan el tema central del diálogo, la definición de la filosofía. Debidamente destaca que este debate no es solo teórico, sino que también tiene una fuerte influencia en la esfera práctica, proyección característica del llamado “intelectualism o socrático”. Por ello es que la filosofía no es referida por Sócrates como una disciplina, sino como la actividad y el ejercicio concreto del filosofar. A partir de aquí se relata clara y detalladamente el desarrollo narrativo y las problemáticas tratadas en las distintas conversaciones de Sócrates con el músico y el gimnasta, en donde se proponen dos definiciones de la filosofía que Sócrates refutará a partir de su método característico basado en preguntas y respuestas.
Aunque el próximo apartado se ocupa rá específicamente de la relación con la filosofía de Platón, aquí también encontramos interesantes referencias a problemas típicamente platónicos y socráticos tratados en el diálogo. Sobre todo en la parte final, en donde, a partir de la última definición de la filosofía que propone el músico, se procede a un tratamiento de la justicia (dikaiosyne) y la moderación (sophros yne), virtudes aquí igualadas. Se desarrollan temas propios de la figura de Sócrates como la unidad de las virtudes y la relación entre el conocimiento de los otros y el autoconocimiento. El autor clarifica y explica estos conceptos a partir de la noción de sophrosyne de los griegos, tomando como base la interpretación de Annas autora utilizada como referencia en varias ocasiones en el li bro -. Según esta visión, Amantes rivales apoyaría una interpretación intersubjetiva de la soprhosyne, entendida como conocimiento de sí, en el sentido específico de la comprensión del lugar que debe cumplir uno en la sociedad. Esto hace que el conocimiento de sí y el de los otros estén profundamente unidos. 2 Por último, Vecchio propone que, a pesar de que parece un diálogo aporético, puede deducirse del final una definición de la filosofía superadora de las que había dado el músico: el filósofo debe ser cap az de comprender el punto de vista de los especialistas pero no de manera inferior -, ya que debe decidir rectamente respecto de la administración de la casa y de los asuntos de la ciudad. Para ello el filósofo no debe poseer conocimientos varios, sino el conocimiento de la justicia y la moderación, que son la misma virtud.
Los últimos apartados se encuentran nuevamente a cargo de Mariana Gardella. Al comienzo de “Relación con temas y problemas socráticos y platónicos”la autora se ocupa del vínculo de la p roblemática del diálogo con la actualidad y la vigencia de los temas tratados. Desde esta perspectiva, sostiene que este diálogo podría insertarse en los debates sobre la utilidad de la filosofía, tanto dentro de Argentina como en el mundo. Por ello es des tacable que, aunque muchas obras platónicas se han ocupado de este tema, ninguna lo ha hecho de forma tan directa como Amantes rivales. Para comprender lo que conllevaba esta discusión en su contexto, Gardella repone el sentido general y técnico del verbo philosophein en la época, y las transformaciones que suponía su definición. En tal sentido, la presente obra es muy relevante en el contexto en el que el uso técnico de “filosofía”se estaba gestando y debatiendo. A continuación, se trata el problema de la naturaleza de la tekhne, tema recurrente en Platón, que suele trazar una analogía entre la técnica y la virtud. Por último, es desarrollado el problema de la definición de las virtudes y la relación entre ellas, tema no solo típicamente platónico sino tam bién socrático. La autora hace referencia a las filosofías de Antístenes y Euclides de Megara, así como a otros diálogos platónicos como Protágoras, Cármides y Alcibíades mayor. De forma similar a como hizo Vecchio antes, Gardella explica la identificación entre las virtudes que aparece en el diálogo, señalando que la bicondicionalidad que existe entre ellas significa que si se posee una se poseen las otras, ya que todas son en el fondo el conocimiento de lo bueno aplicado a diversos ámbitos de la praxis.
Por último, “Sobre el texto griego y la traducción”comienza especificando el objetivo de este libro: brindar una traducción al castellano de este diálogo, complementada con la introducción y las notas, para facilitar la comprensión y estimular nuevas inter pretaciones. Aquí se especifican también el método utilizado el procedimiento inductivo de Mascialino y Juliá (2002; 2005) -, las ediciones del texto griego tomadas como referencia, las variantes elegidas e incluso la forma en que se han transliterado las palabras griegas. Todas estas detalladas aclaraciones son relevantes para los especialistas, pero también son muy útiles y provechosas para quienes se adentran por primera vez en estos temas.
Luego nos encontramos con la traducción, dividida en las seccio nes ya mencionadas que organizan la lectura. El estilo es ágil y se puede observar, tal como pretendían los autores (p. 63), la cadencia y el espíritu de la lengua griega, sin forzar las estructuras del castellano. Las notas también ayudan considerablement e a la lectura y comprensión del contexto dramático y de los problemas filosóficos tratados. Un caso interesante es el de la compleja palabra griega sophrosyne y el verbo sophronein, aquí traducidos como “moderación”y “ser moderado”, acompañados de una no ta al pie refiriendo a la Introducción, donde este tema es tratado extensamente. Aquí se diferencian de la versión de Zaragoza y Gómez Cardó (Gredos), que eligen “sabiduría”y “ser sabio”, lo cual resalta el componente intelectual de este concepto.3 En cam bio, en consonancia con el tratamiento de la Introducción y la interpretación allí defendida, la presente traducción resalta el aspecto ético de esta noción y el estrecho vínculo, propio de la filosofía socrática, entre conocimiento teorético y práctico.
En conclusión, nos hallamos frente a un libro atrayente y novedoso. Es destacable todos los contenidos y la profundidad que se pueden encontrar en esta pequeña obra de tan solo cien páginas. Esto se puede decir tanto del diálogo socrático, breve pero poten te, como de la Introducción. Sus apartados son precisos y al mismo tiempo abarcadores, ya que en pocas páginas condensan distintas visiones de los especialistas y la versión que adoptan los autores de este libro respecto de cada tema. A su vez, esto se exp resa en un lenguaje accesible para el público general, sin dejar de lado la precisión propia de los estudios específicos de la filosofía antigua.
Así como en el diálogo la narración de pronto da un vuelco y coloca en el centro de la escena lo que estaba en los márgenes (p. 50), y los protagonistas ya no son los muchachos amados debatiendo sobre astronomía, sino los amantes rivales examinando con Sócrates la naturaleza de la filosofía, así los autores de este libro sacan de la marginalidad este interesante diálogo, para ponerlo en discusión con las obras platónicas, el círculo socrático, y con las problemáticas de su época y la nuestra.
Notas
1 Zaragoza y Gomez Cardó (1992), en la clásica edición de Gredos, optan por el título Los rivales. En Argentina, recientemente Ezequiel Ludueña (2015) ha traducido este diálogo, con nombre Amantes, como anexo de su traducción al Banquete de la editorial Colihue.
2 Este tipo de interpretación del pensamiento griego es muy relevante, ya que supondría un a concepción del sujeto y su relación con los otros alternativa al sujeto moderno occidental. Esto podría permitir concebir una ética alternativa, tal como se ha propuesto desde la filosofía contemporánea en autores como Foucault (2013)
3 Ludueña (2015) traduce “sensatez”y “ser sensato”, más cercano a la interpretación del libro aquí reseñado.
ReferênciaS
ANNAS, J. (1985). Self-knowledge in Early Plato. In: O’MEARA, D. (ed.). Platonic Investigations. Washington, The Catholic University of American Press, p. 111-138.
BRISSON, L. (2014). Écrits attribués à Platon. Paris, Flammarion.
DOVER, K. (1989). Greek Homosexuality. Cambridge, Harvard University Press. (1ed. 1978).
FOUCAULT, M. (2013). La inquietud por la verdad: Escritos sobre la sexualidad y el sujeto. Buenos Aires, Siglo XXI. (1ed. 1994).
LUDUEÑA, E. (2015). Platón. Banquete. Introducción, traducción y notas. Buenos Aires, Colihue.
MÁRSICO, C. (2010). Zonas de tensión dialógica: Perspectivas para la enseñanza d e la filosofía griega. Buenos Aires, Libros del Zorzal.
MASCIALINO, L. (2002). Guía para el aprendizaje del griego clásico. Vol. 1. Buenos Aires, UNSAM Edita.
MASCIALINO, L.; JULIÁ, V. (2005). Guía para el aprendizaje del griego clásico. Vol. 2. Buenos Aires, UNSAM Edita.
THESLEFF, H. (1989). Platonic Chronology. Phronesis 34, n. 1, p. 1-26.
ZARAGOZA, J.; GÓMEZ CARDÓ, P. (1992). Platón. Diálogos. Vol. 7: Dudosos, apócrifos y cartas. Madrid, Gredos.
Milena Azul Lozano Nembrot – Universidad de Buenos Aires – Buenos Aires – Argentina. Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas – Buenos Aires – Argentina.https://orcid.org/0000-0001-6237-919X. E-mail: miluloz@hotmail.com