La resistencia de las mujeres en gobiernos autoritarios: Argentina y Brasil/1955-1968 | Paula Lenguita

No hace tanto que las ciencias sociales comenzaron a otorgarles voz a los trabajadores que resistieron a las dictaduras militares en Latinoamérica. Menos aún, que la mirada transaccional de género permitió correr el velo a esa historia en masculino para comenzar, trabajosamente, a recuperar del silencio las voces de las mujeres que fueron parte ineludible de aquellas resistencias. “La resistencia de las mujeres en gobiernos autoritarios” es, en este sentido, un coro de mujeres que ahora son parte de esta otra historia de las resistencias a los gobiernos autoritarios en Argentina y Brasil. Porque esta es una historia “en paralelo”, fragmentaria y atrapante: “una historia poco conocida, en plural y en femenino, que condice pocas veces con otras más ampliamente desplegadas, pero que sin dudas es necesario reivindicar para no continuar acallando la voz de las mujeres que se opusieron a las dictaduras latinoamericanas.” (Lenguita, 2020). Este libro tiene un antecedente en otra obra colectiva editada por el Centro de Estudios e Investigaciones Laborales (Lenguita, 2018) y es el resultado de la Reunión Científica: “Seminario Internacional Tradiciones Obreras Latinoamericanas”, producto del patrocinio del Subsidio para la Organización de Eventos en Ciencia y Tecnología del Concejo Nacional de Investigaciones Científicas y Tecnicas de Argentina (2019-2020). En sus páginas se recuperan biografías, voces y trayectorias de mujeres que ocuparon roles y posiciones de relevancia para comprender en todo su espesor las resistencias a las dictaduras en Argentina y Brasil. Este objetivo ordena la temporalidad de la obra: “no será la ruptura del orden democrático sino los períodos establecidos por la experiencia opositora de las mujeres los que ordenan la estructura argumental del libro”. Este abordaje comprometido y con una temporalidad propia permite un análisis enriquecido de la represión sexista en contextos de gobiernos autoritarios donde la dimensión represiva adquiere una saña, profundidad y crueldad específica hacia las mujeres. Pero, además, estos testimonios emergen del trabajo sobre un doble silenciamiento: el impuesto por el régimen dictatorial y el impuesto por el orden patriarcal. El saldo, doloroso y necesario, es una historia de la represión sexista que tiene como protagonistas tanto a los regímenes autoritarios como a los propios compañeros de militancia. El libro se divide en cuatro secciones que agrupan los siete capítulos que lo componen. La sección “Obreras metalúrgicas ante el golpismo” contiene los dos primeros capítulos. El primero, “Trabajadoras metalúrgicas en la resistencia peronista. Una mirada a partir de una fábrica: Philips Argentina, 1955-1958” de Darío Dawyd aborda las relaciones de género en la resistencia peronista desde el mundo fabril, realizando un primer recorrido desde el caso de la Fabrica Philips Argentina con el objetivo de incluir a mujeres de una fábrica metalúrgica y la cuestión de género en los relatos de la resistencia peronista desde espacios fabriles. Aborda la problemática de la equiparación del salario entre hombres y mujeres; la participación de mujeres en acciones violentas; la calificación de las obreras y la división de género en la fábrica. A través del análisis de estas dimensiones en el lugar de trabajo se describe de qué forma las mujeres participaron, cuando la represión arreciaba y los riesgos también, poniendo el cuerpo en ese tiempo de rebeldías. El segundo capítulo, “Operárias e comunistas: memórias da militância política e da resistência contra a ditadura militar” de Carolina Dellamore analiza el desempeño de un grupo de trabajadoras del sector metalúrgico en la Ciudad Industrial de Contagem / MG, entre el golpe cívico-militar de 1964 y la huelgas metalúrgicas de 1968, un acontecimiento importante que aún hoy moviliza memorias locales. A través de entrevistas de historia oral a dos trabajadoras metalúrgicas, Efigênia Maria de Oliveira y Conceição Immaculada de Oliveira (integrantes del Partido Comunista Brasileño y de la Corriente Revolucionaria que se desprende de aquél en 1967) examina el movimiento obrero en el contexto de la dictadura militar desde el análisis de los significados que dan a esta experiencia las trabajadoras. La segunda sección “Misoginia de la violencia represiva”, la inaugura el tercer capítulo “Las mujeres de la resistencia peronista bajo la mirada represiva (1955-1966)” de Anabella Gorza. Con el objetivo de reconstruir una historia de las mujeres en la resistencia peronista en las décadas de 1950 y 1960 centra la mirada en un tipo de fuente específica: los documentos que fueron producidos por los aparatos represivos: los archivos de la Dirección de Inteligencia de la Policía de la Provincia de Buenos Aires (DIPPBA) y las sentencias del Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas (CONSUFA), dictadas en el marco del plan CONINTES. Las fuentes de la represión evidencian diferentes formas de apropiación y ejercicio de la política por parte de las mujeres, así como ciertas transgresiones a los roles de género prescriptos a mediados del siglo XX. Concluye que la represión convierte las acciones documentadas en los archivos en “actos de rebeldía” en cuanto su presencia evidencia un desafío el orden anhelado por las fuerzas de vigilancia. Leia Mais

Entre anarquistas y peronistas. Historias a ras del suelo | Agustín Nieto

Agustín Nieto es un referente en los estudios sobre la comunidad de trabajadxres de la industria de la pesca en Argentina. En el libro aquí reseñado, la propuesta no solo nos sumerge en un estudio que amplía las fronteras del conocimiento sobre como lxs trabajadorxs son afectados por el proceso productivo, las prácticas laborales, el modo en que se despliegan las interacciones territoriales, sus dilemas ideológicos y, un tema central, los modos de relación con el/los peronismo(s); sino que, además, este conocer es conocer de otro modo, desde una perspectiva original y contemporánea. Con desigual intensidad, pero con destellos sublimes, el libro de Nieto logra una narrativa desde una propuesta est(ética) con, por lo menos, dos dimensiones de lectura. Una analítica, ya conocida por quienes lo leemos y que reafirma la pasión y destreza para el oficio de historiar los devenires de las clases con el grosor de sus carnaduras prácticas y simbólicas. Pero hay otra, que emerge en momentos precisos, y con un tempo autónomo, que resignifica a cada capítulo la totalidad. Esta segunda dimensión, una voz en primera persona –Agustín como productor de un discurso historiográficose preocupa también por describir situado en cada paso en el desarrollo de su historiar, aquello que no fue. Es una voz que desarticula, que denuncia y problematiza las faltas (de documentación, pero también de voces y memorias) y las dificultades a las que se enfrenta el historiador que intenta contar la y desde la subalteridad, así como las estrategias desplegadas para anteponerse a los escollos del método dominante, aquel que narra la historia de los vencedores. Esta voz, insistimos, habilita un proceso de lectura reflexiva que rompe con la presunción de un discurso cerrado (una totalidad lógica) como fórmula preestablecida de validación científica en ciencias sociales. Entonces, a no confundir, no se trata de una impostura de corte “confesional” ensayando una justificación por la tarea que falta realizar –apartado conocido y legitimado por el manual del buen cientista social- sino un historiar que reclama virtud en la abierta exposición de las sinrazones, las oscuridades, los ocultamientos y las carencias del discurso en su armarse y (re) armarse. Una propuesta, entonces, tan historiográfica como pedagógica que es fragmentaria, incompleta, pero sólo porque es honesta y consecuente con una genealogía de los oprimidos. Que, como se evidencia en el resultado de este libro, si tienen voz, memorias, identidades y una vasta experiencia de organizaciones y luchas. Volvamos al contenido analítico y una breve descripción de los recortes sobre los que posa la mirada Nieto para describir “a lxs trabajadorxs del pescado en su hacerse y deshacerse clase” en Mar del Plata en la segunda mitad del siglo XX. En el primer capítulo Hito en la formación de una comunidad y una identidad obrera, luego de una reseña sobre la actividad de la industria del pescado, una sólida caracterización del mercado de fuerza de trabajo (dimensión que retorna en otros capítulos) y los rasgos del proceso de trabajo en la industria, se aboca a la descripción de la formación del sindicato de pesca (SOIP) describiendo el proceso de organización y lucha que cristaliza en la huelga general que inicia en septiembre de 1942. Además de una atrapante descripción densa de la huelga y los posicionamientos de los actores (UOL, CGT, Industriales, poder político municipal y provincial), es destacable la pesquisa sobre las transformaciones del discurso anarquista en su posicionamiento político-sindical y, especialmente, en relación al estado. Retomando una pregunta clásica de los estudios sobre movimiento obrero a mediados del siglo XX en Argentina, postula la emergencia de una nueva guardia anarquista que denomina anarquismo negociador. Esta posición –interpretoproblematiza las nociones que sustancian al sindicalismo negociador como un tipo particular de ideología o, en su variante, de práctica sindical no ideológica, habilitando una distancia analítica entre ideología y cambios más estructurales en el sindicalismo respecto a las estrategias de acción o posicionamiento ante el estado. Leia Mais