Las bacterias y los virus fueron los aliados más eficaces. Los europeos traían consigo, como plagas bíblicas, la viruela y el tétanos, varias enfermedades pulmonares, intestinales y venéreas, el tracoma, el tifus, la lepra, la fiebre amarilla, las caries que pudrían las bocas. La viruela fue la primera en aparecer. ¿No sería un castigo sobrenatural aquella epidemia desconocida y repugnante que encendía la fiebre y descomponía las carnes? «Ya se fueron a meter en Tlaxcala. Entonces se difundió la epidemia: tos, granos ardientes, que queman», dice un testimonio indígena, y otro: «A muchos dio muerte la pegajosa, apelmazada, dura enfermedad de granos». Los indios morían como moscas; sus organismos no oponían defensas ante las enfermedades nuevas. Y los que sobrevivían quedaban debilitados e inútiles. El antropólogo brasilero Darcy Ribeiro estima que más de la mitad de la población aborigen de América, Australia y las islas oceánicas murió contaminada luego del primer contacto con los hombres blancos. (GALEANO, 2008, p. 35) La rápida expansión del COVID-19 ha tenido un fuerte impacto sobre la vida diaria y la organización sanitaria, escolar, política y económica de las sociedades en su conjunto. Si bien la pandemia afectó de modo simultáneo a poblaciones y territorios a lo largo y ancho del planeta, a partir de la proliferación de un virus que no distingue clivajes de clase, etnia, género ni religión, a poco tiempo de transcurrida no fue difícil discernir sus impactos diferenciales en territorios y poblaciones concretas.
El presente Dossier se pregunta, a partir de una mirada regional, por las transformaciones cotidianas protagonizadas por familias y comunidades indígenas durante las medidas de aislamiento social implementadas por los Estados nacionales en América Latina desde inicios del año 2020.
Gracias a los aportes de siete artículos reunidos en estas páginas, se abordan las consecuencias de la pandemia en distintas dimensiones y escalas, atendiendo a las especificidades de países como Argentina, Brasil y Chile. Las contribuciones dan cuenta no solo de una visión negativa o de sus efectos perjudiciales, sino también rescatan sus consecuencias positivas en las organizaciones locales.
La problemática sanitaria y ambiental vinculada a la emergencia y transmisión de enfermedades no es novedosa y suele impactar de modo dramático en las poblaciones originarias, históricamente afectadas por desigualdades en el acceso a los sistemas de salud y cuyos territorios han sido sistemáticamente degradados y contaminados. No obstante, el contexto de aislamiento obligatorio y las medidas de restricciones a las movilidades operaron en el sentido de reforzar y/o resignificar desigualdades preexistentes, al afectar los modos de producción y reproducción de la vida de las familias y comunidades indígenas, tanto en ámbitos rurales como urbanos.
América Latina enfrenta una crisis ecológica, sanitaria y societal sin precedentes, en el marco de una de las mayores contracciones económicas: según datos recientemente publicados por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, tanto el PBI como la inversión se redujeron en la región entre un 7,7% y un 20% respectivamente (CEPAL, 2021). Este escenario generalizado, es consecuencia en gran medida del impacto de la pandemia desatada en marzo de 2020 por COVID-19. Ante este contexto económico, y de acuerdo con las experiencias que forman parte del presente Dossier, las medidas aplicadas desde los gobiernos nacionales y subnacionales han tendido a invisibilizar a la población indígena, tanto en el ámbito de la prevención como de la recuperación posterior al COVID-19, incluidas situaciones particulares de mujeres, niños/as y las personas mayo res indígenas. Según datos de la región, se estima que más del 80% de los trabajadores indígenas lo hacen en el sector informal, porcentaje que se incrementa aún más en el caso de las mujeres (CEPAL, 2020).
Las inequidades sociales previas a la expansión del COVID-19 provocaron que los efectos sobre las condiciones sanitarias y económicas impactaran de forma polarizada y prolongada entre la población originaria, dadas las situaciones de hacinamiento urbano, periurbano y rural, junto con la falta de acceso a servicios de infraestructura básicos. A esto último, se sumaron en la región conflictos -históricos, pero agravados por las medidas sanitarias restrictivas- en torno al acceso a los mercados de trabajo, la pérdida del control de los territorios, las amenazas de colonos y empresas extractivas, entre otras. Sin embargo, la importancia de lo colectivo ha sido y es fundamental para la sobrevivencia como pueblos, así como para generar las condiciones para definir medidas comunitarias con el objetivo de afrontar la crisis y recuperarse tras la pandemia.
Una sistematización de datos publicada a mediados del año 2020 por la Organización Mundial de la Salud (OMS) estimó que, hasta el mes de julio, 70.000 personas indígenas se habían contagiado y más de 2000 habían fallecido en América (CEPAL, 2020, p. 11). No obstante estos datos, una problemática extendida en la región es la falta de estadísticas certeras respecto del impacto de los contagios y decesos en la población indígena por COVID-19. Esta carencia, al tiempo que expresa una deficiencia en los procesos emprendidos por los Estados de la región, también da cuenta de la importancia de implementar un enfoque étnico e intercultural en los sistemas de atención e información sanitaria. Los esfuerzos derivados del trabajo colectivo entre las poblaciones indígenas de cada país, organizaciones sociales y la academia han contribuido a dar cierta visibilidad al impacto del COVID-19 en estos ámbitos.
La falta de relevamientos y monitoreos periódicos por parte de las autoridades gubernamentales en torno al impacto de la expansión de la pandemia sobre las poblaciones indígenas dio lugar a la emergencia de un conjunto de iniciativas, desde las ciencias sociales y humanidades, que buscaron dar cuenta de las demandas, las formas de organización y el cuidado sanitario. En este sentido, el COVID-19 también supuso un desafío para la investigación académica, en tanto las metodologías de trabajo de las ciencias sociales en general, y de la antropología y sociología en particular, se vieron limitadas en el marco de las restricciones al movimiento y distanciamiento social. El papel protagónico que tomó la virtualidad, y con ello las nuevas herramientas digitales para el relevamiento de campo, ha sido un punto cardinal para repensar las presencias etnográficas de las/los investigadores/as en el terreno (LUPTON, 2020). Es bien sabido que “el estar en el campo” no solo es una tradición del trabajo etnográfico, sino que sienta sus bases en aspectos epistemológicos y metodólogos a la hora de definir y construir los datos antropológicos y vincularlos con las aproximaciones teóricas. La imposibilidad de asistir a los escenarios y contextos indígenas en los que se desarrollaba (y se desarrolla) la pandemia, remitieron a focalizar aquellos vínculos, construidos a lo largo de los años por diferentes equipos y programas de investigación universitaria, caracterizados tanto por una relación tanto de confianza como afectiva.
Por lo tanto, distintas estrategias metodológicas se implementaron para los entornos digitales -video llamadas, llamadas telefónicas, conversaciones por aplicaciones telefónicas- y de análisis de contenidos que las poblaciones indígenas generaban y publicaban en redes sociales -como Facebook, Instagram, Twitter- y demás espacios de difusión y comunicación. Cabe mencionar que el uso de las mismas ha sido altamente diferencial según los espacios (urbanos, periurbanos, rurales), grupos de edad, escolaridad, condiciones de vida y recursos económicos, aspectos que expresaron una fuerte disparidad de medios y herramientas digitales al interior de la población indígena. Tales estrategias metodológicas, así como su aplicación diferencial son expresadas en algunas de las contribuciones que forman parte del presente Dossier. Es decir, en los artículos aquí compilados se pudo dar cuenta de ese impacto mientras estaba aconteciendo, a pesar de las dificultades y desafíos metodológicos que eso supuso.
Cabe señalar que el Dossier “Pueblos originarios y COVID-19: Experiencias indígenas frente a la pandemia en América Latina” es heredero de una experiencia colectiva, interdisciplinaria e interactoral de investigación, colaboración y difusión respecto de la situación de los pueblos originarios en Argentina en el marco de la pandemia. A pocos días de haberse sancionado el Decreto 297/2020 en Argentina [4], la Comisión de Ciencias Sociales de la Unidad Coronavirus del Ministerio de Ciencia y Técnica de la Nación (MINCyT) a través de su Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Tecnológicas (CONICET) solicitó a las Facultades de Humanidades y Ciencias Sociales y a las Unidades Ejecutoras del CONICET, recopilar información para analizar el impacto y las posibles consecuencias de esta medida en distintos ámbitos. Esta experiencia fue uno de los puntapiés para que los/as integrantes de distintos equipos de diversas Universidades del país se contactaran para organizar un diagnóstico preliminar de los impactos y consecuencias del COVID-19 sobre las comunidades indígenas, que fue presentado el 15 de abril de 2020 (ALJANATI, et al., 2020a).
Frente a la necesidad y urgencia de dar continuidad a la profundización y sistematización de la información relevada y de lograr un mayor alcance territorial en cuanto a las comunidades consultadas, se llevó a cabo una ampliación de este primer informe. En esta oportunidad, participaron más de cien integrantes pertenecientes a treinta equipos de doce universidades nacionales y diferentes unidades ejecutoras del CONICET de diferentes regiones del país, en conjunto con referentes de los pueblos qom, mbya guaraní, moqoit, mapuche, guaraní, tupí guaraní, avá guaraní, kolla, diaguita, diaguita-calchaquí, wichí, huarpe, quechua, aymara, nivaclé (chulupí), tonokote, omaguaca, tastil, günün a küna, comechingón, comechingón-camiare, ocloya, iogys, chané, tapiete, iyofwaja (chorote), sanavirón, ranquel, wehnayek, atacama, lule, quilmes, mapuche-pehuenches, tehuelches, mapuche-tehuelches, selk‘nam, haush y selk‘nam-haush, con los que cada equipo de investigación trabaja. De esta manera, de forma conjunta y colaborativa, en el mes de junio de 2020 se presentó una segunda etapa (ABELEDO, et al., 2020; ALJANATI, et al., 2020b, 2020c), que tuvo como principal objetivo visibilizar las problemáticas más relevantes que los pueblos indígenas de las distintas regiones atravesaban, con relación a las condiciones socioeconómicas, políticas, ambientales, sanitarias y culturales. A la vez, se buscó elaborar un material que pudiese ser presentado ante los organismos correspondientes para la implementación de políticas públicas y sociales que garanticen soluciones efectivas para estas situaciones (CASTILLA, et al., 2021). Gracias a los lazos interinstitucionales existentes con colegas de otros países, esta experiencia colectiva fue luego replicada en países como Chile y Brasil.
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En línea con el espíritu de aquellos informes, este Dossier propone una mirada reflexiva acerca de los principales desafíos de la pandemia en contextos indígenas desde múltiples dimensiones. A pesar del confinamiento, los manuscritos han sido escritos de manera colectiva, propiciando un valioso encuentro de ideas y experiencias. Cada uno de los artículos permite ilustrar la escala local de un proceso que aconteció (y acontece) a escala global, y que trasciende fronteras políticas, económicas y simbólicas.
En primer lugar, los manuscritos se adentran en una dimensión de análisis insoslayable, como es la sanitaria: cómo la pandemia ha afectado a territorios y cuerpos vulnerabilizados, con situaciones crónicas de desnutrición y enfermedades preexistentes, junto con históricas dificultades en el acceso a los sistemas de salud. Descentrar la mirada para atender a esos escenarios societales y ambientales donde pocas de las recomendaciones sanitarias podrían ser cumplidas: acceso al agua de calidad para lavarse las manos, condiciones de higiene o ventilación en los hogares, acceso a canales de información y/o participación y a sistemas de salud con recursos humanos y materiales suficientes.
La situación del COVID-19 y las medidas preventivas han puesto de relieve las deficiencias estructurales de los sistemas sanitarios en lo que refiere a la atención y participación de los pueblos originarios: limitadas campañas preventivas en lenguas indígenas, trato discriminatorio y racista, ausencia y/o precariedad de políticas de salud intercultural en todos los niveles de complejidad, escasez de insumos médicos, de unidades de traslado y especialistas de forma permanente, sobre todo en los espacios rurales. A su vez, permitió visibilizar la participación en atención y cuidados de profesionales y agentes de salud indígenas, junto con la revalorización de prácticas y cuidados tradicionales y/o comunitarios.
Mariana Lorenzetti y Alfonsina Cantore abordan estas problemáticas en su artículo “Salud y cuidados en las comunidades mbya guaraní de Puerto Iguazú (Argentina) durante la pandemia COVID-19”. Allí se presentan las nociones de salud y estrategias de cuidados puestas en juego y diálogo entre las comunidades mbya guaraní de Puerto Iguazú en la provincia de Misiones, en el noreste argentino. Desde una perspectiva contextual y relacional, dan cuenta de los entramados que configuraron las disposiciones sanitarias y las campañas de prevención en su articulación con las formas de comunicación de los cuidados comunitarios. El fortalecimiento comunitario e intercomunitario, la revalorización de la palabra, las revinculaciones intergeneracionales, destacan las autoras, fueron algunos puntos en común que dan sentido a los cuidados más allá y en relación a las especificidades del virus. El riesgo y el miedo no están expresados únicamente en relación a contraer la enfermedad, sino también a la atribución de comportamientos erróneos y/o al intercambio interétnico constante, en donde se expresa una amenaza a perder prácticas comuni tarias transmitidas generacionalmente. En este sentido, el resguardo comunitario posibilitó volver a compartir y escuchar atentamente a los/as ancianos/as. La recuperación de ciertos saberes, junto con el esfuerzo por afianzar los vínculos parentales, emergen como aspectos destacados en este contexto. El escrito nos enseña que los repertorios del cuidar se sustentan en un amplio abanico de prácticas, creando un entramado que recupera reflexiones sobre los conocimientos que circulan a través de las redes, la transmisión generacional de saberes, las actividades compartidas por las familias, el uso actual e histórico del territorio, entre otras.
La negación de derechos sanitarios y la invisibilización de grupos e individuos indígenas en la región nordeste de Brasil es abordada en la contribución titulada “Pueblos indígenas de Piauí y COVID-19: ausencia de políticas, invisibilización y desinformación”, de Luiz Antônio de Oliveira y Helder Ferreira de Sousa. Los autores apuntan a que la ausencia o fragmentación de datos sobre la situación de estos pueblos expresa la falta de compromiso de los poderes públicos. Si bien los líderes indígenas, las organizaciones y los simpatizantes del movimiento se han esforzado por dar mayor visibilidad a la causa indígena a nivel local, el artículo permite ver que el descuido de la salud de los pueblos indígenas de Piaui es reflejo de un panorama nacional caracterizado por la ausencia de datos oficiales y la escasez de acciones efectivas a través de políticas públicas planificadas. Queda demostrado así que las acciones gubernamentales en medio de la pandemia se muestran ineficaces o incipientes ante la diversidad y necesidades específicas de cada pueblo, mientras que desde el gobierno federal no se ha cesado en promover una agenda anti-indígena (y anti-pandémica) que amenaza sistemáticamente sus derechos y avanza progresivamente en el desmantelamiento de las políticas indígenas y ambientales, promovidas por grupos políticos de tinte ideológico reaccionario y contrario a las agendas de los movimientos sociales.
Ahora bien, como fuera anticipado, la propuesta del Dossier busca atender no solo a la cuestión sanitaria, sino también a los efectos del COVID-19 en otras dimensiones de la existencia social indígena. De allí que las siguientes dos contribuciones se detienen de modo específico en las consecuencias de las medidas de aislamiento social en la escolaridad de las poblaciones originarias. Entre otros interrogantes abiertos en este contexto, cobran relevancia los límites y obstáculos para la implementación de la modalidad virtual en la Educación Intercultural Bilingüe. Si bien cabe señalar que las políticas escolares para los pueblos indígenas estaban atravesadas por profundas contradicciones previas a la pandemia (las complejidades lingüísticas, la discriminacion y la marcada repitencia y abandono escolar de los/as niños/as indígenas, entre otras), por su impacto estructural se vieron reforzadas. Frente a estos escenarios, interesa indagar en las estrategias educativas y pedagógicas implementadas en escuelas de modalidad indígena, en contextos con bajo acceso a conectividad de internet, a la vez que resaltar el rol de los maestros indígenas.
El artículo ““Pudimos seguir adelante a pesar de las dificultades”: reflexiones de docentes sobre la educación en los pueblos toba/qom y mbyá durante la pandemia de COVID-19 en Argentina” de Ana Carolina Hecht, Mariana García Palacios y Noelia Enriz, propone una vía de entrada posible. A lo largo del texto, las autoras se proponen desnaturalizar las acciones educativas desarrolladas y abrir interrogantes fundados en su trayectoria de investigación educativa en espacios interculturales en las provincias de Chaco y Misiones, Argentina. El sistema educativo, caracterizado por su rigidez y estabilidad, se vio obligado a desarrollar una estrategia de urgencia que lo obligaba a soslayar su aspecto más central que es la tarea cotidiana, simultánea y cara a cara en las aulas. Pero en esa respuesta, docentes y familias de las escuelas interculturales encontraron obstáculos particulares que reflejan desigualdades que no son nuevas, sino parte de las miradas hegemónicas del sistema escolar en su totalidad. El cierre de las escuelas con el consecuente paso a la educación virtual marcó el ciclo lectivo 2020, y este escrito avanza en las dudas e interrogantes para pensar en sus impactos en la modalidad educativa bilingüe e intercultural. Dado el contexto de aislamiento como medida sanitaria preventiva, las autoras debieron redefinir las técnicas comúnmente utilizadas en la etnografía para repensar y apoyarse en otras herramientas metodológicas como la encuesta virtual. Así, se apoyan en datos generados por medio de la implementación de un cuestionario digital, junto con el análisis de los resultados preliminares de una encuesta realizada por el Ministerio de Educación de la Nación evaluando la primera mitad del año escolar en el proceso que implicó el pase a la virtualidad de la educación a nivel nacional. Entre los principales hallazgos, la investigación pone de manifiesto cómo las/os maestras/os de las escuelas de Educación Intercultural Bilingüe recurrieron una vez más a la creatividad a la hora de implementar la continuidad pedagógica, porque su tarea cotidiana siempre ha conllevado la necesidad de ajustar los mandatos hegemónicos del sistema educativo. Otro resultado muy relevante, refiere a la preocupación en este contexto por la retención de los/as estudiantes indígenas, ya que se ha expresado el temor al abandono de la escolaridad.
Por su parte, Ana Victoria Casimiro Córdoba, María Eugenia Flores y María Macarena Ossola presentan su aporte al abordar las “Experiencias educativas de maestros y maestras bilingües guaraní, chané y tapiete de Salta en el noroeste argentino en contexto de pandemia”.
Entre sus objetivos, las autoras se proponen dar cuenta de la información recibida sobre el COVID-19 en castellano y en lenguas indígenas dentro del ámbito escolar, las posibilidades de conectividad y acceso a internet, las competencias en Tecnologías de la Información y la Comunicación con las que cuentan los/as docentes y las estrategias de enseñanza y aprendizaje desarrolladas en contexto de aislamiento. Ahora bien, aunque los/as docentes contaran con cierto acceso a dispositivos e internet, las estrategias desarrolladas dependen asimismo del acompañamiento en el hogar por parte de las familias, en muchos casos sin acceso a conectividad. El artículo expone cómo las escuelas encararon la situación de confinamiento y cuarentena de diferentes modos, dependiendo de múltiples factores tales como el monitoreo remoto de los supervisores, la residencia de los equipos directivos en la zona, la trayectoria previa de la institución, las capacidades de gestión y resolución de conflictos del equipo docente, los vínculos entre la escuela y la comunidad, la identificación de los/as estudiantes con la institución, entre otras. La investigación también profundiza en las prácticas de cuidado y prevención promovidas desde el ámbito escolar de modo complementario a las recomendaciones emitidas por las entidades de salud pública, al tiempo que describe cómo algunos/ as docentes bilingües pusieron en marcha diferentes dispositivos de enseñanza a-sincrónicos que combinan recursos digitales y físicos, visitas a las casas y comunicación vía redes sociales. Estas experiencias muestran un importante avance en la apropiación que estos/as docentes realizan de las plataformas virtuales, destacándose también el compromiso asumido para afrontar, desde prácticas y saberes interculturales, la prevención y cuidados frente al COVID-19.
Otra dimensión que los escritos del Dossier permiten analizar es la relativa a la situación territorial y ambiental. En las últimas décadas, las comunidades indígenas de América Latina han sido continuamente afectadas en sus espacios de vida por las consecuencias del avance de dinámicas extractivistas, con fuertes impactos ambientales y sanitarios. Esas actividades se han presentado bajo diversas formas en las distintas regiones: minería, hidrocarburos y/o fracking, desarrollos inmobiliarios, turísticos y/o de infraestructura, producción agroindustrial, forestal y/o pesquera, entre las principales. En este contexto, gran parte de estos emprendimientos y actividades productivas fueron exceptuados del cumplimiento de las medidas de aislamiento, por haber sido definidos como “actividades esenciales”. En el caso argentino, por ejemplo, las actividades de deforestación y las fumigaciones con agroquímicos tuvieron continuidad a lo largo del año 2020, afectando de modo directo a la población indígena y a sus territorios.
El artículo titulado “El “territorio” y la “salud” en contexto de pandemia: Reorientaciones en los lenguajes contenciosos del Pueblo Mapuche Tehuelche (Puelmapu, Argentina)” de Ana Margarita Ramos y Florencia Yanniello profundiza en este aspecto. Las autoras analizan los lenguajes contenciosos habilitados en el campo de la política para dirimir las históricas disputas territoriales que atraviesa el Pueblo Mapuche Tehuelche en la patagonia argentina, en la búsqueda por dar cuenta de los encadenamientos ideológicos que se fueron produciendo en contexto de emergencia sanitaria, en torno a la conflictividad territorial. Como sugieren en el texto, la emergencia sanitaria habilitó una uniformización de las políticas gubernamentales que el Pueblo Mapuche Tehuelche puso en cuestión, generando un debate que inicia en la idea de “salud” y escala en la de “territorio”: a partir de cómo se concibe la salud, se posibilitan o no ciertas conexiones o desconexiones de sentidos en las demandas territoriales, resultando en nuevos escenarios políticos.
Señalan que, para el Pueblo Mapuche Tehuelche, algunos de estos encadenamientos hegemónicos significaron un retroceso en materia de derechos indígenas, ya que desplazaron el discurso sobre el territorio por fuera de la política. El escrito demuestra cómo el Pueblo Mapuche Tehuelche expresó su disidencia con respecto a las definiciones de salud y de riesgo dominantes, al dar cuenta que la salud incluye las relaciones con el territorio y que el riesgo sanitario está contenido también en cualquier proyecto público y/o privado que ponga en peligro el territorio.
Un abordaje de la compleja trama de la problemática originaria en América Latina en torno al COVID-19 no podía soslayar la dimensión urbana. Ya está extendido el hecho de que la presencia de estas poblaciones en ámbitos urbanos es una realidad contemporánea de toda la región. Datos estadísticos, así como el crecimiento de espacios de organización y participación etnopolítica en organismos estatales nacionales, provinciales y municipales enseñan tanto la presencia indígena citadina, así como las múltiples herramientas y modalidades de organización colectiva en los ámbitos metropolitanos.
En el caso de Argentina, tres de cada diez indígenas habitan en zonas urbanas, y Carolina Maidana, Alejandro Martínez y Liliana Ester Tamagno enseñan esta realidad en el artículo “Pandemia COVID-19 y Pueblos Indígenas en la Región Metropolitana de Buenos Aires – Argentina: la necesidad de un abordaje intercultural”. El manuscrito describe y analiza las acciones que ciertas organizaciones indígenas de la Región Metropolitana de Buenos Aires (RMBA) lograron poner en práctica para enfrentar la situación de pandemia. Si bien éstas se vinculan a saberes y prácticas ancestrales, también se relacionan con sus historias, trayectorias y transformaciones, y se cristalizan en un aumento generalizado de la organización, la movilización de contactos y ampliación de las redes de contención. Aquí se pone de manifiesto que son principalmente las mujeres quienes llevan adelante no solo las prácticas de cuidado sino también quienes se esfuerzan en mantener la continuidad pedagógica de niños/as y adolescentes a través de la enseñanza en el hogar, la realización de ollas populares y la atención en comedores. Frente a la paralización del empleo informal, el manuscrito pone en evidencia la puesta en marcha de colectas de dinero, alimentos y artículos de primera necesidad, junto con rifas y venta de artesanías on-line. A su vez, muestra cómo las redes de relaciones de parentesco y paisanaje que unen a los nucleamientos indígenas asentados en la RMBA y/o en otras ciudades y provincias, funcionan como plataforma para difundir información no sólo sobre situaciones de violencia, discriminación y posibles contagios, sino también sobre medidas de prevención, cuidado y atención. Los/as autores/as nos muestran que, si bien los pueblos indígenas se han visto severamente afectados por la pandemia en virtud de las situaciones de carencia material previas, han demostrado una enorme capacidad de respuesta fundadas en lo comunitario, por lo que se torna necesario e indispensable valorar sus “otras” ontologías/visiones de mundo que dan lugar a este tipo de prácticas, para lo cual es necesario antes valorar a sus portadores/as a partir del desarrollo de prácticas interculturales.
En línea con lo antedicho, el Dossier ha buscado hacer foco en la resignificación y emergencia de experiencias y lógicas comunitarias que han operado como fortalezas para hacer frente al complicado y sorpresivo escenario sanitario iniciado en el año 2020. Sobre las respuestas que se han dado los pueblos originarios desde sus propias organizaciones también se detiene el artículo de Luis Campos, Javiera Chambeaux y Claudio Espinoza, titulado “Incidencia del COVID-19 en pueblos indígenas y afrodescendientes de Chile y la autogestión comunitaria”. Allí se exponen los resultados de un relevamiento colaborativo que buscó incluir a la mayoría de los pueblos originarios del país contemplando los diferentes territorios en los que habitan, en la búsqueda por caracterizar la incidencia de la diferencia cultural tanto para la propagación del virus como para generar respuestas diferenciales que ayudaran al control de la pandemia. A partir de la información obtenida, los/ as autores/as afirman que, más allá de la inoperancia del Estado chileno y sus inexistentes políticas públicas con pertinencia cultural, los pueblos originarios aprovecharon su propio capital cultural para llenar los vacíos de la acción estatal y que este proceso se dio a partir de sus organizaciones de base sustentadas por sistemas cosmovisionales que ayudaron a contener en gran medida la pandemia en sus territorios. Si bien los efectos en los pueblos indígenas y afrodescendientes en Chile han sido semejantes al resto de la población nacional, el texto también apunta a que la pandemia ha provocado respuestas específicas y diferenciales que han resaltado el valor de la autonomía y la autogestión. Esto se ha visto reflejado en un fortalecimiento de sus autoridades tradicionales en la toma de decisiones y en un posicionamiento desde sus propias bases culturales para enfrentar al COVID-19, lo que ha permitido revalorizar conocimientos ancestrales y potenciar sus organizaciones territoriales de base. En este sentido, se destaca el papel dado a los/as ancianos/as en la interpreta ción y análisis de la coyuntura, como también para el rescate de los saberes propios, muchas veces depositados sólo en sus memorias.
*** En función de la continuidad y profundización de gran parte de las problemáticas narradas en cada uno de los manuscritos, la situación al momento de escribir estas líneas (mayo de 2021) sigue siendo tan o más crítica y urgente que al momento de iniciarse la convocatoria al Dossier. Los artículos nos hablan de situaciones actuales y vigentes, y que nos interpelan a seguir luchando por sociedades más justas y menos desiguales. No podemos dejar de contextualizar la pandemia en una crisis civilizatoria y ecológica mundial de largo aliento, en el marco de un capitalismo extractivista que no ha dejado de avanzar sobre territorios, naturalezas y cuerpos a lo largo y ancho del planeta tierra. Esto ha desencadenado interacciones con ciertos agentes patógenos que previamente estaban contenidos en los ecosistemas, pero que en el contexto civilizatorio cada vez más expansivo y depredador han llegado a afectar a los grupos humanos, que han comenzado a desarrollar enfermedades novedosas o desconocidas ante las cuales no poseen respuesta inmunológica y aún se desconocen las posibles evoluciones de los escenarios de riesgo sanitarios.
En este caso, se trata de un virus (como otros, no es el primero ni será el último) que en virtud de su rápida propagación de persona a persona ha llegado a afectar a países del mundo entero.
Pero más allá de su gravedad, no debemos dejar de apuntar hacia otras enfermedades que poseen orígenes similares (como el dengue, zika, ébola, fiebre amarilla, malaria, etc.) y que han tenido consecuencias drásticas en términos sanitarios (y las tienen aún, a juzgar por las estadísticas epidemiológicas regionales), y que en su gran mayoría se han concentrado en ciertas geografías e impactado sobre poblaciones vulnerabilizadas y empobrecidas. De allí que es importante no perder el foco en los impactos diferenciales que este tipo de enfermedades comportan en distintos territorios y poblaciones, y cómo vienen a superponerse aquí desigualdades e injusticias sociales, ambientales, de género y étnicas preexistentes.
En la cita que antecede a esta presentación, extraída de Las venas abiertas de América Latina de Eduardo Galeano, el escritor apuntaba a la crisis civilizatoria y sanitaria que el llamado “encuentro de dos mundos” supuso para las poblaciones originarias de nuestro continente. Cinco siglos más tarde, y salvando las incontables diferencias, los pueblos indígenas de América Latina continúan siendo diferencialmente afectados por el avance de una sociedad cuyos modos hegemónicos de producción, distribución y apropiación han llevado a la continua degradación de la naturaleza y los cuerpos, dando emergencia a escenarios ambientales y sanitarios como el actual. De allí la necesidad de pensar más allá de la coyuntura y reflexionar sobre las causas estructurales, históricas y sistémicas, esto es, las condiciones de emergencia de una pandemia de estas características.
Y ahí emerge nuevamente el ejemplo indígena, no como rémora de un pasado romántico e idealizado sino como una “figuración del futuro” (DANOWSKI; CASTRO, 2019, p. 218). Que el conocer las experiencias y estrategias comunitarias que se dieron las distintas poblaciones indígenas en el marco de la pandemia nos enseñe a pensar en los aprendizajes y las salidas posibles: continuar con un capitalismo individualista, extractivo, devastador de ambientes y cuerpos, o avanzar hacia nuevos acuerdos societales, reinventarnos, reimaginarnos y senti-pensar nuevos estados de mundo, cambiar el modo de producción y consumo hacia alternativas saludables, de cercanía y agroecológicas, donde el centro esté puesto en los cuidados, lo comunitario, la empatía, lo ecológico y lo feminista.
Citas
ABELEDO, Sebastián et al. Informe ampliado: efectos socioeconómicos y culturales de la pandemia COVID-19 y del aislamiento social, preventivo y obligatorio en los Pueblos Indígenas en Argentina -Segunda etapa, junio 2020-. Disponible en: http://antropologia.institutos.filo.uba.ar/ sites/antropologia.institutos.filo.uba.ar/files/info_covid_2daEtapa.pdf Acceso en: 11 mayo 2021.
ALJANATI, Lucía et al. Los efectos socioeconómicos y culturales de la pandemia COVID-19 y del aislamiento social, preventivo y obligatorio en las comunidades indígenas de la RMBA, NOA, NEA y Patagonia, 2020a. Mimeo.
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ALJANATI, Lucía et al. Pueblos indígenas y COVID-19 en Argentina. Apuntes sobre un informe colaborativo. In: PEREIRA, Felipe Milanez; MOREANO, Melissa; NEYRA, Raquel (eds.). Sentipensarnos
tierra: Epistemicidio y genocidio en tiempos de COVID-19. Cuaderno del Grupo de Trabajo CLACSO Ecología(s) política(s) desde el Sur/Abya-Yala. Buenos Aires: CLACSO, 2020c. p. 87- 94. Disponible en: https://www.clacso.org/boletin-1-senti-pensarnos-tierra/ Acceso en: 13 mayo 2021.
CASTILLA, Malena; ENGELMAN, Juan; HERRERA, Valeria; MIGUEZ PALACIO, Rocio; QUISPE, Luciana; RODRIGUEZ RAMIREZ, Sergio, VALVERDE, Sebastián; VARISCO, Sofía; WEISS, María Laura.
Antropología y colaboración en tiempos de pandemia. Breves apuntes para repensar la práctica antropológica en el marco de la realización de un informe regional sobre COVID-19 y pueblos indígenas en Argentina. Atekna, n. 9, p. 343-360, 2020.
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DANOWSKI, Deborah; CASTRO, Eduardo Viveiros de. ¿Hay un mundo por venir? Ensayo sobre los miedos y los fines. Buenos Aires: Caja Negra, 2019.
GALEANO, Eduardo. Las venas abiertas de América Latina. Buenos Aires: Catálogos, 2008.
LUPTON, Deborah. Doing fieldwork in a pandemic (crowd-sourced document). 2020 Disponible en: https://docs.google.com/document/d/1clGjGABB2h2qbduTgfqribHmog9B6P0NvMgV uiHZCl8/edit?ts=5e88ae0a, Acceso en: 9 mayo 2021.
Juan Manuel Engelman Garreta – 1 Doctor en Antropología Social (2017) por la Universidad de Buenos Aires (UBA) y Licenciado en Antropología Social orientación Sociocultural (2013) de la misma casa de estudios. En la actualidad se desempeña como Investigador Asistente en el Consejo Nacional de Investigaciones Cienctíficas y Ténicas (CONICET) con lugar de trabajo en la Sección de Antropología Social del Instituto de Ciencias Antropológicas (ICA), Facultad de Filosofía y Letras (FFyL) – UBA. Se especializa en el estudio de las relaciones interétnicas y en los procesos de participación y organización etnopolítica de población indígena ubicada en la Región Metropolitana de Buenos Aires (RMBA). Es docente de grado y posgrado en asignaturas y seminarios de la UBA y de la Universidad Nacional de Luján (UNLu). Los avances y resultados de sus investigaciones han sido publicados en libros, capítulos de libros y artículos académicos en revistas nacionales e internacionales. E-mail: jmengelman@hotmail.com.
Mariana Andrea Schmidt – 2 Licenciada en Sociología y Doctora en Ciencias Sociales por la Universidad de Buenos Aires (UBA). Docente de grado y posgrado (UBA) e Investigadora Asistente del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) con sede en el Instituto de Investigaciones Gino Germani (IIGG-UBA), donde forma parte del Grupo de Estudios Ambientales. Sus principales investigaciones abordan los conflictos territoriales y ambientales asociados al avance de la frontera agropecuaria y la deforestación en el norte argentino; las políticas de conservación ambiental, ordenamiento territorial y gestión de cuencas hídricas; y los procesos colectivos de construcción de los riesgos sociales y ambientales en torno a las fumigaciones con agroquímicos; entre otros. Los avances y resultados de sus investigaciones han sido publicados en libros, capítulos de libros y artículos académicos en revistas nacionales e internacionales. E-mail: marianaandreaschmidt@gmail.com.
Ana Carolina Hecht – 3 Doctora por la Universidad de Buenos Aires, con especialización en Antropología Sociocultural y Licenciada en Antropología Social (2004) de la misma casa de estudios. Actualmente se desempeña como Investigadora Adjunta del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) en el Instituto Nacional de Antropología y Pensamiento Latinoamericano y como profesora Adjunta del Departamento de Antropología de la Facultad de Filosofía y Letras (UBA). Dirige el proyecto de investigación “Educación intercultural bilingüe en comunidades toba/qom y mbyá-guaraní de Argentina: un abordaje antropológico de la diversidad étnico-lingüística en la escuela” (Programa de Antropología y Educación, FFyL, UBA). Sus líneas de investigación y producción se vinculan a problemáticas educativas y lingüísticas de niños/as y jóvenes indígenas (particularmente toba/qom) en contextos de diversidad/desigualdad. E-mail: anacarolinahecht@yahoo.com.ar.
Nota
4. Frente al incremento de casos en el primer trimestre del año 2020, y en consonancia con la expansión de la pandemia a nivel mundial, el 19 de marzo el presidente Alberto Fernández dispuso en Argentina un conjunto de medidas en el marco del “aislamiento social preventivo y obligatorio” en todo el país, a fin de mitigar la expansión del COVID-19. Medidas preventivas similares de confinamiento y restricciones a la movilidad se tomaron a nivel mundial y regional, con el fin de evitar la propagación del virus y evitar la saturación de los sistemas de salud.
GARRETA, Juan Manuel Engelman; SCHMIDT, Mariana Andrea Schmidt; HECHT, Ana Carolina. Apresentação – Povos originários e Covid-19: Experiências indígenas diante da Pandemia na América Latina. Albuquerque. Campo Grande, v.13, n.25, jan./jun. 2021. Acessar publicação original [IF].
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